Djokovic alcanzó un nuevo récord tras ganar el Abierto de Australia y vuelve al número uno
El tenista serbio Novak Djokovic se consagró por décima vez campeón del Abierto de Australia y consiguió su objetivo de igualar al español Rafael Nadal en el récord de títulos de Grand Slam (22), tras vencer con autoridad al griego Stefanos Tsitsipas 6-3, 7-6 (4) y 7-6 (5) en la final disputada este domingo en Melbourne Park.
En dos horas, 56 minutos de juego, ofreció una cátedra de tenis y consumó un regreso soñado al país oceánico un año después del escándalo con las autoridades nacionales que lo deportaron en enero pasado, antes del inicio del torneo, por su negativa a vacunarse contra el Covid-19.
Con mentalidad de acero, resistencia física y un talento desbordante, Djokovic atravesó a paso seguro las dos semanas en Melbourne, donde lleva ganados 28 partidos consecutivos.
Esta final con Tsitsipas, rodeada de un gran ambiente dentro del court y vivida con intensidad por una multitud de fanáticos dentro del complejo a través de pantallas gigantes, lo regresará desde mañana en el primer puesto del ranking mundial.
Asimismo, Djokovic conquistó su 93° torneo como profesional, por lo que superó al español en dicha marca y solo tiene por delante a los ex tenistas Jimmy Connors, de los Estados Unidos, y Roger Federer, de Suiza.
Durante los últimos años, Djokovic se mostró prácticamente invencible en este certamen, que es el primer Grand Slam de la temporada.
Su primera conquista en el torneo fue en 2008. Repitió lo conseguido en 2011, 2012, 2013, 2015, 2016, 2019, 2020 y 2021.
Además, lleva 28 triunfos consecutivos en el torneo, ya que la última vez que perdió en Melbourne fue en 2018 contra el surcoreano Hyeon Chung.
“Este ha sido uno de los torneos más desafiantes que he jugado en mi vida considerando las circunstancias: no jugar el año pasado y volver este año”, reflexionó el serbio durante la ceremonia de premiación en el Rod Laver Arena.
“Probablemente sea la mayor victoria de mi vida. Quiero agradecer a todo el mundo que me hizo sentir bienvenido”, declaró al recibir el trofeo con una campera que llevaba impreso el número 22.
Djokovic, de 35 años, totaliza esa cantidad de Grand Slam con 10 estrellas del Abierto de Australia, 7 de Wimbledon, 3 de US Open y 2 de Roland Garros.
Tras consumar la victoria en tres sets, Djokovic miró hacia las gradas, llevó un dedo índice a la sien y apoyó una palma sobre su corazón. También se besó la mano y tocó el suelo australiano que lo tiene como rey absoluto.
Inmediatamente trepó la pared de la tribuna y llegó hasta el sector donde estaba el staff y su familia ante quienes se desplomó de la emoción. El mal recuerdo de 2022, la lesión que puso en duda este año su participación y el último episodio de su padre, ausente hoy tras su presencia en una marcha de apoyo a Rusia por el conflicto bélico con Ucrania, lo sensibilizaron.
El serbio, que continuó a puro llanto en su box antes de la premiación, dejó finalmente una enseñanza durante su discurso: “No dejen que nadie les arrebate los sueños, todo es posible”.
CRM con información de agencias
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