Luego del reclamo público de la Vicepresidenta, el Gobierno le pone un tope a la suba de las prepagas

Dos semanas después de que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner cuestionara el ritmo de la actualización de cuotas habilitado por el Gobierno para las empresas de medicina prepaga, el Ministerio de Salud tomó nota e impuso una modificación al sistema. Este jueves se publicó en el Boletín Oficial que a partir de febrero de 2023 se establecerá un tope a la suba de las cuotas, delimitado por la evolución de los salarios. 

Actualmente se encuentra vigente el “Índice de Costos en Salud”, que fue aprobado por Salud los últimos días de junio y debutó en agosto con una suba de 11,34%. Es una fórmula que arroja aumentos bimestrales y que, junto con los ajustes previos, hará que 2022 termine con 9 incrementos: habrá aumentos en enero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, octubre y diciembre. 

El índice, elaborado por la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) contempla el aumento de los salarios del sector, de los insumos médicos y medicamentos e incluye también un porcentaje de “gastos generales”. Así, indirectamente incorpora los resultados de las paritarias, la suba del dólar vía componentes importados y también el dato de la inflación general. 

El decreto 743/2022 publicado este jueves define que a partir del 1° de febrero de 2023 y por el plazo de 18 meses, el incremento del valor de las cuotas que arroje la fórmula de actualización tendrá como tope máximo el 90% del Índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) del mes inmediato anterior publicado. Esta medida se aplicará solo para los y las titulares contratantes que posean ingresos netos inferiores a seis Salarios Mínimos, Vitales y Móviles. A valores de hoy, $347.400. 

Por otra parte, la norma dispone que las empresas de medicina prepaga deberán ofrecer en forma obligatoria a sus usuarios y usuarias, a partir del 1° de enero de 2023, “idénticos planes de cobertura al que posean en la actualidad sin copagos, con la inclusión de copagos sobre las prestaciones de primer y segundo nivel”. Esos planes con copagos tendrán un precio de, como mínimo, 25% menos que el plan sin copagos. De esta manera, habrá planes más baratos motivados por una menor tasa de uso. 

“Resulta francamente inaceptable el nuevo aumento, esta vez de dos dígitos (13,8%), que el Gobierno autorizó a las empresas de medicina prepaga, y que de esta manera suman el 114% anual de aumento otorgado. O sea, más de un 20% sobre la inflación anualizada”, había cuestionado Fernández de Kirchner en su cuenta de Twitter el 26 de octubre pasado. 

“Oportuna y reservadamente, manifestamos nuestra opinión contraria a seguir concediendo aumentos que afectan a las familias argentinas en un servicio imprescindible como el de la salud y que además agrava al proceso inflacionario”, añadió. 

La norma publicada este jueves incorpora parte de estos argumentos, al considerar que el índice de actualización no cumplió con el objetivo de proteger el poder adquisitivo de los trabajadores y que tampoco contribuye a desalentar la inercia inflacionaria. 

Además, el Gobierno formalizó este jueves el desdoblamiento del aumento previsto para diciembre, de 13,8%. Finalmente se aplicará 6,9% en el último mes del año y otro 6,9% en enero. Así, las empresas de medicina prepaga terminarán el año con un aumento autorizado de 101%, por encima del 95% de inflación previsto.

En el sector empresario aseguran que los planes de medicina prepaga tuvieron retrasos en los últimos años respecto de la inflación, lo que explicaría el fuerte intento de recomposición en curso. En 2020 el Gobierno –que regula los precios del sector desde 2011, año en que se sancionó el “Marco Regulatorio de la Medicina Prepaga” vigente– habilitó una sola suba de 10% a fin de año, contra una inflación anual de 36,1%. Aunque menos, en 2021 las cuotas de las prepagas volvieron a quedar atrás del Índice de Precios al Consumidor (IPC): subieron 47% contra el 50,9% de los precios en general.

DT