La UIA de Techint: asume Martín Rappallini y pone en juego la relación de Paolo Rocca con Milei

El martes próximo, 29 de abril, será el último día de los cuatro años de mandato de Daniel Funes de Rioja al frente de la Unión Industrial Argentina (UIA). En su lugar asumirá Martín Rappallini, empresario bonaerense y hombre de Techint, quien llega junto a un Comité Ejecutivo con fuerte respaldo del grupo de la T. Con un frente externo tensionado por la suba de aranceles de Estados Unidos y un mercado interno golpeado por la apertura importadora y la recesión económica, Rappallini tiene por delante dos años de gestión desafiantes a cargo de la entidad fabril en los que deberá decidir si sigue con la bandera de la lucha por una rebaja impositiva o se permite ser crítico a la política económica de Javier Milei.
“Estoy apostando a que, con este recambio, se modifique la manera de relacionarse por parte de la UIA”, se entusiasma uno de los miembros del próximo Comité Ejecutivo de la entidad en diálogo con elDiarioAR, y agrega que la anterior gestión era “muy negociadora” en un contexto de extrema urgencia desde el punto de vista industrial.
La estrategia del nuevo equipo, se estima, no será de confrontación, pero sí de imponer más la agenda. Cerca de la gestión actual, se justifican: “Se manifestó todo lo que no convencía y se trabajó en conjunto para lo que sí”, apuntó otra fuente.
“Sabe lo que es pagar quincenas”
Rappallini llega con dos cartas a su favor: el contraste generacional y de trayectoria frente a su antecesor. Tiene 56 años contra los 79 de Funes de Rioja. Y a diferencia del abogado defensor de empresas y titular de la Cámara de Industrias de productos alimenticios COPAL, con carrera desde el escritorio, ostenta trayectoria industrial.
Rappallini se crió en una familia ligada a la fabricación de cosméticos (Gigot) y que, en 1993, adquirió Cerámica Alberdi, una compañía proveedora de la industria de la construcción con plantas en Buenos Aires, Santa Fe y Salta. Se trata, justamente, de uno de los sectores más golpeados por el modelo económico de ajuste fiscal con fuerte recorte de obra pública y caída de la actividad.
Gigot y Cerámica Alberdi se unieron en el Grupo Alberdi, al que se sumó Alberdi Energía y Alberdi Desarrollos, dedicado a construir y gestionar parques industriales. “Un tipo que sabe lo que es pagar quincenas”, lo pintaron a Rappallini en su sector.

Una agenda indefinida
Rappallini tiene experiencia en representación gremial. Desde 2018, también de la mano de Techint, logró ocupar la silla principal de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA). Desde allí, levanta la bandera de la baja impositiva y se pelea con el equipo de Axel Kicillof.
Desde la UIA aún no dan detalles de la agenda que tendrá la nueva gestión, aunque mencionan la intención de hacer foco en la parte impositiva y laboral, con tratamiento especial para las pymes, incluso con la presentación de proyectos de ley. “Es un liberal, con una tendencia a plantear como principal problema no tanto la cuestión de la caída del consumo o la entrada de importaciones, sino que pone en primer lugar el tema impositivo. Y ahí coincide con la idea de Milei, aunque no con la práctica porque no les bajó ningún impuesto”, confiesa a este diario un empresario que conoce su trayectoria en la UIPBA.
Una muestra gratis de cómo piensa Rappallini se puede recuperar durante el discurso inaugural de la 30ª Conferencia Industrial en noviembre del año pasado. Allí, planteó que para salir del estancamiento es necesario construir una industria productiva en un país competitivo, dejar atrás las distorsiones macroeconómicas, reducir la presión fiscal y modernizar las reglas laborales. Reivindicó el rol del empresariado nacional y reclamó igualdad de condiciones para competir con el mundo, señalando que sin un sector privado fuerte y pujante no hay desarrollo sostenible posible.
Sin embargo, su perfil no termina de encajar en el esquema de extrema liberalización actual. En teoría, su lista busca representar a los sectores pyme-industriales. En un esquema de “importación absoluta” como definen algunos industriales, Rappallini será protagonista de un momento crítico. Si la UIA opta por mantener su discurso clásico, o si se anima a discutir de verdad el modelo productivo, será una de las claves de este nuevo ciclo.

El Consejo de la T
“Cuando los niveles de actividad están tan bajos y estamos invadidos por productos importados, los problemas y, por lo tanto, la agenda de las grandes y pequeñas empresas, es la misma”, resume en diálogo con elDiarioAR uno de los miembros del próximo Comité Ejecutivo de la entidad, en referencia a la fuerte incidencia de Techint en la dirigencia de la UIA.
Es que la lista de consenso que presentó la central fabril incluye a Alejandro Gentile, director de relaciones institucionales de Techint junto con otros cercanos a la compañía como David Uriburu –uno de los directores de la fabricante de aceros Ternium Argentina, firma insignia del Grupo Techint–, y Rodrigo Pérez Graziano, del grupo automotriz Stellantis.
Paolo Rocca, dueño del grupo, está “más industrialista”, dicen desde adentro. “Tiene un montón de proveedores pymes que necesita que estén activos porque sino no le funciona el negocio”, aseguran. Otras voces, más desconfiadas, no entienden el interés de Rocca por la industria nacional ahora que “su foco está en oil and gas”.
Rocca, que durante todo el año fue uno de los principales defensores del rumbo libertario, en diciembre tuvo su momento de quiebre en público: en el seminario ProPymes, presionó tanto a Pablo Lavigne –secretario de Coordinación de Producción del Ministerio de Economía– sobre la apertura comercial y el impacto chino que el funcionario, acorralado, se excusó con un “Me tengo que rajar” ante un auditorio lleno de pequeños y medianos empresarios.
La lista del Comité Ejecutivo de la UIA se completa con referentes de empresas que históricamente estuvieron en puestos decisivos como Martín Cabrales o Modesto Magadán, de Arcor. También con Walter Andreozzi (industriales de Santa Fe), Roberto Arano (UIA de Tucumán), Mauricio Badaloni (Andesmar), Miguel Calello (software CESSI), Elio Del Re (metalúrgicos ADIMRA), Marcelo Domínguez Molet (autopartistas AFAC), Isaías Drajer (farmacéuticos CILFA), Claudio Drescher (textil CIAI), Gonzalo Fagioli (cervecería Quilmes), Eduardo Franciosi (CILFA), Diego Leal (UIA San Luis), Franco Mignacco (minera EXAR), Guillermo Moretti (Químicos de Santa Fe), Héctor Sellaro (Cámara del Calzado), Luis Tendlarz (textil), Daniel Urcía (frigoríficos), y Javier Viqueira (insumos electromédicos). A la vez, se excluye a históricos como Miguel Acevedo de Aceitera General Dehesa (AGD).
Brillan por su ausencia las mujeres –la única en la lista es Cecilia Rena, de Arcor– y miembros de la UIA Joven, que protagonizaron a fines del año pasado un enfrentamiento con la cúpula de la gremial empresaria, resultante en el espacio “Movimiento Industrial”, que lanzaron este año y ya cuenta con 80 integrantes dueños de empresas.
NR/MC
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