EEUU se compromete con Rusia a responder por escrito a sus demandas para distender la crisis por Ucrania
“Respuesta por escrito”. Es el compromiso adquirido por Estados Unidos con Rusia este viernes en Ginebra ante las preocupaciones sobre la seguridad planteadas por el Kremlin a finales del año pasado. “Histeria”. Es como define el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, la reacción de EEUU, la UE y la OTAN ante la acumulación de tropas del Kremlin en la frontera con Ucrania. Una acumulación que Vladimir Putin justifica por el progresivo avance hacia el Este de la Alianza Atlántica en las últimas dos décadas. Así, Rusia reclama garantías por escrito de que Ucrania y Georgia nunca serán parte de la OTAN, cosa que rechazan tanto la OTAN como la UE y EEUU.
Entre la respuesta por escrito para distender la crisis y la histeria para definir la reacción occidental se camina hacia una nueva ronda de contactos con vistas a enfriar las tensiones en el Este de Europa.
Lavrov, además, describió las conversaciones con Blinken como “constructivas y útiles”, pero reconoció que no sabrá si transitan por el camino correcto hasta que reciban la respuesta por escrito de EEUU a sus propuestas. “No es cierto que Rusia quiera crear una nueva esfera de influencia en Europa del Este”, afirmó Lavrov, quien señaló que eso precisamente es lo que pretende la OTAN, y afirmó que “el presidente Putin siempre está listo para los contactos con el presidente Biden”.
El ministro de Exteriores ruso, además, acusó a Occidente de estar actuando histéricamente ante la posibilidad de una guerra en Ucrania. “Esto es histeria”, dijo, “esperemos que no dominen las emociones”.
Sergei Lavrov dijo en una sesión de preguntas y respuestas por escrito en la web del ministerio de Exteriores ruso que las demandas de Rusia incluían “la retirada de fuerzas, equipos y armas extranjeras y otras medidas para volver a la configuración de 1997 en el territorio de países que no eran miembros de la OTAN en aquella fecha”, cuando la OTAN comenzó a admitir países del Pacto de Varsovia. “Eso incluye a Bulgaria y Rumania”, dijo Lavrov, y agregó que la exigencia de Rusia era “básica” y “deliberadamente redactada con la mayor claridad posible para no permitir interpretaciones”.
La ministra de Defensa española, Margarita Robles, anunció el envío de dos buques al Mar Negro y está evaluando un despliegue aéreo de cazas, precisamente, en Bulgaria.
Blinken repitió: “Estamos comprometidos con el camino de la diplomacia y el diálogo para tratar de resolver nuestras diferencias. Pero también estamos comprometidos, si eso resulta imposible y Rusia decide perseguir la agresión contra Ucrania, a una respuesta unida, rápida y severa. No esperamos resolver nuestras diferencias hoy aquí. Pero espero que podamos probar si el camino de la diplomacia del diálogo sigue abierto. Estamos comprometidos a recorrer ese camino y a resolver nuestras diferencias pacíficamente”.
El secretario de Estado de EEUU defiende que hay asuntos que Rusia, EEUU y la UE pueden considerar juntos: por ejemplo, la transparencia en las operaciones militares y el control de armas. Pero insiste en que EEUU “no abandonará principios fundamentales, como la política de 'puertas abiertas' en la OTAN”. Blinken, además, confirma que EEUU compartirá “ideas” por escrito con Rusia la próxima semana, y expresa la esperanza en que haya más diplomacia para superar la crisis de Ucrania.
Ante la posibilidad de un ataque, invasión o incursión, que el presidente de EEUU, Joe Biden, daba casi por seguro este miércoles por la noche, Estados Unidos, la OTAN y la UE han estado advirtiendo de que una invasión desencadenaría sanciones económicas inmediatas y masivas.
Antes de la reunión, tanto Lavrov como Blinken rebajaron las expectativas de un encuentro de 90 minutos que no estaba previsto para resolver todos los asuntos pendientes, después de una semana previa con diferentes reuniones en la OTAN y la OSCE.
“Lo que esperamos son respuestas concretas a nuestras propuestas concretas en la línea y en cumplimiento de las obligaciones que fueron adoptadas al más alto nivel dentro de la OSCE. Me refiero en particular al principio de la indivisibilidad de la seguridad, así como a la obligación de los países de no fortalecer su propia seguridad a expensas de la seguridad de los demás. Nos interesaría mucho escuchar cómo interpretan los Estados Unidos estas obligaciones y estos principios”, dijo Lavrov.
Mientras, en Bruselas, los embajadores de la UE acordaron un primer borrador de conclusiones del Consejo de ministros de Exteriores sobre Ucrania y Rusia del próximo lunes, y señalan que “cualquier agresión militar por parte de Rusia contra Ucrania tendrá consecuencias masivas y costes severos”. Si Rusia consuma una “agresión” sobre Ucrania, la UE promulgará sanciones “en cuestión de días”, según una fuente comunitaria, que afirma que la UE responderá “a la altura de las circunstancias, la mayor tensión desde el fin de la Guerra Fría”.
Hace escasos días, Lavrov avisaba: “Nuestra paciencia se ha agotado. Somos muy pacientes. ¿Saben lo que dicen sobre cuánto tardan los rusos en embridar a sus caballos? Los embridan lentamente, pero luego es hora de montar. Si se rechazara la propuesta de Rusia con respecto a las garantías de seguridad, la respuesta puede variar. Depende de las recomendaciones que el ejército ruso haga al presidente. No tiene sentido especular. Lamentamos que la propia Unión Europea destruyó, hace más de 7 años, todos los mecanismos para discutir los aspectos prácticos de la seguridad. Nos dirigimos a los Estados Unidos y la OTAN”.
Fuentes del entorno del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, explicaban este miércoles tras la llamada de Borrell con Blinken, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y la presidencia polaca de la OSCE, insistían en que “la Unión Europea está dispuesta a continuar la declaración por canales diplomáticos. Podemos tener diferentes problemas en Ucrania, y tenemos que estar preparados para hacer frente”. La idea, también, es presentar un “frente transatlántico fuerte, claro y unido”.
Y eso ocurre en un momento en el que el presidente francés, Emmanuel Macron, defendió en el Parlamento Europeo, como parte de sus prioridades al frente de la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, que “Europa debe construir finalmente un orden de seguridad colectiva”. “La seguridad de nuestro continente exige un rearme estratégico de Europa como potencia de paz y equilibrio, en particular en el diálogo con Rusia. Nos aseguraremos de que Europa haga oír su voz única y fuerte sobre el tema de los armamentos estratégicos, el control de los armamentos convencionales, la transparencia de las actividades militares y el respeto de la soberanía de todos los Estados europeos, independientemente de su historia. Estas próximas semanas nos deben llevar a hacer realidad una propuesta europea que construya un nuevo orden de seguridad y estabilidad. Debemos construirlo entre europeos, luego compartirlo con nuestros aliados en el marco de la OTAN. Y luego ofrecerlo para negociación a Rusia”, apuntó Macron.
“Una amenaza es una amenaza”, decía este jueves el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, tras reunirse con la ministra de Exteriores canadiense, Melanie Joly, “y, ciertamente, cuando concentras 140.000 soldados en la frontera, puedes usarlo de muchas maneras diferentes. Los europeos tienen que estar dando su punto de vista sobre este tema, no se puede acordar nada sobre la seguridad europea o la seguridad en Europa. sin la participación de los europeos. Y el presidente Macron no dijo que los europeos iban a presentar sus propias propuestas a los rusos. Dijo que, junto con los aliados, los europeos tienen que tener en cuenta lo que entienden por orden de seguridad en Europa. Y, en eso, estoy completamente de acuerdo con el presidente Macron”.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, reafirmaba este jueves: “Nos enfrentamos una vez más a la injerencia de algunas potencias en los asuntos de sus vecinos. No volveremos a la vieja lógica de competencia y esferas de influencia, donde países enteros eran tratados como posesiones o patios traseros. Tenemos días intensos de diplomacia en diferentes formatos, con y sin Rusia. Rusia ha hecho sus propuestas. Y es bueno que entablemos un diálogo. Pero no aceptamos los intentos rusos de dividir Europa en esferas de influencia. Queremos que los conflictos se resuelvan en los órganos que se han formado al efecto. Pero si la situación se deteriora, si hay más ataques a la integridad territorial de Ucrania, responderemos con sanciones económicas y financieras masivas. La comunidad transatlántica se mantiene firme en esto”.
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