Tras una descompensación, Fernández retomó la actividad bajo control médico y se reunió con Xi Jinping
“Fue un susto grande, un momento complicado, pero ya está mejor”. Fueron, en verdad, cuatro horas de susto en las que la comitiva vivió en modo incertidumbre. El primer indicio de que algo andaba mal fue cuando se advirtió sobre no anticipar como sería el discurso presidencial y luego se informó, con un parte médico incluido, que Alberto Fernández había sufrido un episodio de hipotensión con mareos que lo obligó a suspender, a poco de comenzar, su participación en la cumbre del G-20.
A las 17 horas, luego de estar bajo observación en un centro médico de Bali, Fernández retomó la actividad bajo supervisión de la unidad presidencial, para asistir a la bilateral programada con el presidente de China, Xi Jinping, reunión que aparecía como el punto más alto de la gira. A pesar de que asistió a ese encuentro, se resolvió que esa sería la única actividad del presidente porque no asistirá a la cena de líderes de este martes. No había todavía precisiones sobre si el presidente seguirá adelante con la reunión pautada para este miércoles al mediodía con Kristalina Georgieva, la titular del FMI.
La primera información oficial se conoció a las 11:09, hora Bali, en la media noche de Buenos Aires, y forzó la suspensión de la actividad oficial prevista. Fernández no pudo, por eso, exponer en la sesión de apertura del G20 que se desarrolla en Indonesia, y en su lugar lo hizo el canciller Santiago Cafiero que estuvo acompañado por el ministro de Economía, Sergio Massa.
Más de cuatro horas después, a las 15.33 de Indonesia, -plena madrugada argentina-, luego de haber sido sometido a estudios en el hospital Sanglah de Bali, un nuevo parte médico indicó el diagnóstico -una gastritis sangrante, producto del estrés- e informó que el presidente retomaría parte de su actividad, pero bajo un riguroso control médico. Según fuentes de la delegación, Fernández quiere asistir a la bilateral programada con Xi Jinping aunque la recomendación médica fue limitar al mínimo su actividad.
“La recomendación de los médicos es que emprenda el regreso y dé por finalizada la gira pero Alberto quiere completar la agenda”, confió a elDiarioAR una fuente que acompaña al presidente.
Durante esas horas, el canciller lo representó en tres actividades: el plenario de apertura, el almuerzo de jefes de Estado y la segunda sesión plenaria. En tanto, el embajador, Jorge Argüello, tenía previsto asistir a la actividad con Joe Biden y mandatarios de otros cinco países en el marco del plan de Infraestructura e Inversión Global.
Susto y después
En un comunicado inicial difundido por la Unidad Médica Presidencial a las 11.09 d Bali, firmado por el doctor Federico Saavedra, se señaló que el Presidente había sufrido un episodio de hipotensión con mareos y que había sido sometido a estudios “a fin de preservar su salud y evitar complicaciones”. Según las fuentes oficiales, el Presidente tuvo una descomposición y la Unidad Médica consideró que no estaba en condiciones de participar de la asamblea.
Según reconstruyó elDiarioAR, el episodio se produjo momentos antes del inicio del primer plenario, luego del saludo protocolar y el ingreso de los mandatarios. Fernández manifestó sentir algún malestar y tener mareos, pero no se desmayó ni tuvo ningún tipo de desvanecimiento. En ese momento fue asistido y luego de controles de rigor, quedó bajo observación.
Con las horas se conoció el diagnóstico oficial. “En el día de la fecha el Señor Presidente de la Nación Argentina, Dr. Alberto Ángel Fernández fue evaluado médicamente, se diagnosticó una gastritis erosiva con signos de sangrado, recibió el tratamiento médico adecuado, encontrándose en buen estado de salud y reanudando sus actividades con control médico”, indicó el parte.
En paralelo, trascendieron más detalles: que se trató de una úlcera de duodeno que derivó en una gastritis que produjo un sangrado profuso, cuyo resultado último fue la descompensación que sufrió el presidente a media mañana del martes de Indonesia.
Evolución
Fuentes oficiales indicaron que habrá informes médicos para describir la evolución del presidente. Un profesional de la Unidad Médica Presidencial forma parte de la comitiva e indicó que se le realizaran estudios. En la sesión plenaria del G20, que comenzó el martes por la mañana, el canciller Santiago Cafiero expuso la posición argentina. Estuvo acompañado por Massa.
Si bien las fuentes de la comitiva indicaron, de manera informal, que el Presidente se encuentra en “buen estado”, en las horas posteriores se abrió un interrogante sobre los motivos de la descompensación y si eso implicaría que suspenda las actividades programadas para el resto del día o, incluso, del resto de la cumbre. “Está bien, se está recuperando. Hay que esperar y ver lo que indique el médico presidencial”, indicaron desde la comitiva a elDiarioAR.
“Por el calor y la humedad, y el cansancio acumulado”, confió un colaborador del presidente sobre las razones de la descompensación. El presidente había salido de su hotel, donde desayunó con el vicejefe de Gabinete Juan Manuel Olmos, y luego se trasladó hasta el Hotel The Apurva Kempinski donde son las sesiones del G20. Ahí se produjo el episodio y se decidió que no participe del plenario.
Para el resto de la jornada, Fernández tiene una agenda que quedó en suspenso. Además de la sesión plenaria, donde hablan los distintos presidentes, está el almuerzo oficial de bienvenida y luego de la segunda sesión plenaria. El resto de la jornada tiene agendadas dos actividades relevantes: un encuentro con Joe Biden, donde participarán otros mandatarios, y tiene que ver con el plan de EEUU de crear un fondo de infraestructura e inversión global de 6.500 millones de dólares, y más tarde Fernández tiene agendada una bilateral con Xi Jinping, el presidente de China.
PI/MG
0