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El descargo del expresidente

Alberto Fernández: “Jamás ejercí violencia física sobre Fabiola; el agredido fui yo”

Alberto Fernández en los tribunales federales de Retiro, este martes 4 de febrero.
4 de febrero de 2025 14:31 h

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“En las muchas discusiones que en ese contexto tuvimos en la pareja jamás ejercí violencia física sobre Fabiola Yañez. La amé y respeté.  Abrí para ella todas las posibilidades de desarrollo invitándola a que me acompañe en su rol, en las giras internacionales y, fundamentalmente, dándole plena libertad para desplegar los programas que ideaba estando al frente de la Fundación del Banco Nación. Nunca cercené su libertad de movimientos y nunca le condicioné sus vínculos y amistades. Si debo decir que si alguien fue agredido en la pareja, ese fui yo. Si alguien debió soportar insultos y malos tratos en la pareja, ese fui yo”

Ese párrafo central tiene el descargo del expresidente Alberto Fernández que presentó por escrito este martes durante su declaración indagatoria en la causa en la que está imputado por violencia de género hacia su expareja. El texto cuenta con 222 páginas y el propio exmandatario lo colgó en sus redes sociales al salir de Comodoro Py. Allí asegura que las imágenes que trascendieron mediáticamente sobre Yáñez con el ojo morado son falsas y acusó al juzgado de haberlas filtrado a la prensa. En muchos tramos señala los problemas alcohólicos de su expareja como argumento de que él no fue el agresor en la pareja.

En tribunales Fernández se negó a responder preguntas del juez Julián Ercolini y el fiscal del caso Ramiro González. El expresidente sostuvo además que los testigos que declararon nunca dijeron haber visto de manera directa “semejante conducta” de su parte, al reclamar su sobreseimiento.

El exmandatario arribó a Comodoro Py 2002 a las 10.10 de la mañana y se retiró a las 11.30 sin formular declaraciones a la prensa, en medio de un estricto operativo de seguridad montado en el cuarto piso de los tribunales, sede del Juzgado.

El ex presidente hizo una breve exposición en la cual explicó por qué no respondería preguntas, reiteró que ayer recusó tanto al fiscal como al juez por su abierta enemistad -reclamo que no le fue atendido- y que según su punto de vista el juzgado no es “competente” para llevar el caso. El trámite duró unos 40 minutos, en el transcurso de los cuales se le leyeron al Fernández tramos de la imputación en su contra.

Ahora, el juez Ercolini quedó en condiciones de definir si lo procesa, dicta falta de mérito o sobresee. La indagatoria se concretó después de dos postergaciones el año pasado a raíz de diferentes recursos que presentó la defensa del ex mandatario. Fernández lo recusó a Ercolini, entre otras cosas, por ser uno de los funcionarios judiciales que viajó a Lago Escondido junto a directivos del Grupo Clarín.

La relación Fernández-Yáñez antes y durante el gobierno

Fernández comenzó su escrito con una alusión al modo en que fue tratado por la investigación judicial. Apuntó que el juez y el fiscal por cómo fue allanado su domicilio en Puerto Madero, la prohibición para que pueda salir del país, el secuestro de su celular -que consideró “inútil” y el rechazo de pruebas testimoniales que ofreció. “Han hecho todo lo necesario para acotar mi derecho de defensa e inducirme de ese modo a declararme culpable”, señaló.

Fernández cuestionó sobre todo la manera en el que el caso saltó a la luz, a partir de que se encontraron chats entre Yáñez y María Cantero (su secretaria privada) durante la investigación por la causa de los seguros en la que también está imputado el exmandatario. “Ese material estaba en un legajo reservado por el magistrado interviniente en ambos juicios. ¿Quién otro que no sea el juez o algunos de sus empleados de confianza (o el fiscal) pudo haber filtrado esa información a la prensa?”, acusó el exmandatario, incluyendo negritas en su texto para darle más énfasis al descargo. “Adelanto que resulta falso”, aseguró Fernández sobre la imagen de Yáñez con un ojo morado que trascendió mediáticamente.

En otro tramo del texto señaló: “Para que quede clara la imprecisión de la imputación destaco que la querella cambió tres veces la fecha de ocurrencia del presunto golpe en el ojo: primero dijo días antes del 12 de agosto de 2021; después sostuvo que el hecho ocurrió en algún día de julio del 2021 y finalmente concluyó que el 22 de junio de 2021 fue la fecha de ocurrencia de ese episodio”. También dijo sobre los golpes que denunció Yáñez: “¿Existieron las bofeteadas? La respuesta es no”. Fernández escribió extensos apartados para tratar de desvincularse de esas acusaciones.

Fernández relató en su descargo cómo conoció a Yáñez a partir de una entrevista que ella le hizo como estudiante de periodismo. Luego dio detalles sobre la infancia de la expareja, tiempo que pasó en Misiones al cuidado de su abuela materna. “Los años de Posadas los recordaba amargamente. Decía haber vivido en medio de muchas carencias económicas”, apuntó el exmandatario. Dijo que eran habituales en ella caer en “estados depresivos” y asumir una “tendencia a consumir alcohol”.

Además dio detalles sobre el momento en que Yáñez quedó embarazada en 2016 y decidió abortar. “Al cabo de unos días, recibí su llamada diciéndome que había interrumpido por decisión propia el embarazo”, escribió el exmandatario. Su versión choca con la que dio la propia Yáñez en su presentación judicial en agosto del año pasado: lo acusó de “violencia reproductiva” y apunto que expresidente tuvo una pésima reacción a la noticia de su hijo por nacer. “Hay que resolverlo. Tenés que abortar”.

Fernández asegura que Yáñez intentó rehabilitarse en la clínica Ineco del neurólogo Facundo Manes, hoy diputado por el radicalismo disidente. “Llamé a Manes, le adelanté lo que estaba pasando y le pedí que nos recibiera. Recuperé mi optimismo: Fabiola había decidido avanzar en un tratamiento. Por lo que, con premura llamé a Manes quien fue muy atento y diligente y rápidamente nos concedió la entrevista. Tras recibirnos, Manes, delegó la atención de Fabiola en personas de su equipo”, precisó el exmandatario. Yáñez no mencionó al neurólogo en su presentación judicial, pero sí hizo alusión a la clínica. Sobre ese tratamiento, Fernández planteó: “Jamás, en dos años de tratamiento psiquiátrico en INECO, hizo mención a que padeciera agresiones físicas de mi parte aun cuando dedicó mucho tiempo de su terapia a explicitar nuestras desavenencias”. 

El exmandatario se refiere al acoholismo de Yáñez en gran parte de sus pasajes. Detalla incluso situaciones ya como jefe de Estado. “En nuestro primer viaje al exterior (a Israel) protagonizó un destrozo en el cuarto al caer desmayada sobre una mesa plagada de botellas y copas por el alcohol que había ingerido en el cuarto. Esa noche no me acompañó a la cena que se había organizado, se quiso quedar en el cuarto”, escribió. 

Pero el punto de quiebre que Fernández anota sobre el estado personal de Yáñez fue con la filtración de la foto del cumpleaños que organizó ella en la Quinta de Olivos durante el confinamiento por la pandemia. “Creo que el quiebre en su ánimo estuvo dado por la difusión de una fotografía que alguien tomó e hizo trascender en las redes sociales cuando organizó una cena con motivo de su cumpleaños el 14 de julio de 2020, un momento en que reuniones de ese tipo estaban prohibidas en razón de las restricciones impuestas por la pandemia de COVID 19”, recordó el exmandatario. “Todo eso se volvió un tormento para ella”.

La explicación de Fernández, que fue muy criticado por decir en un acto “mi querida Fabiola convocó a una reunión, a un brindis, que no debió haberse hecho”, rememoró en su escrito al juzgado: “Fabiola organizó una cena que yo no debí haber permitido que se hiciera, porque mía era la responsabilidad política de impedirlo. Es cierto que ella me dijo que quería cenar con quienes estaban trabajando con ella en ese momento (no eran más de cinco personas) y yo no puse obstáculo alguno a la propuesta. Lo que nunca supe era la dimensión que finalmente tendría la cena”. El caso trascendió mediáticamente como “la fiesta de Olivos”.

Luego del nacimiento del hijo de la pareja, Fernández confirmó en su relato que Yáñez pasó a vivir en la casa de huéspedes de Olivos para permitirle al entonces mandatario descansar, pero él señalo sobre la mudanza: “Allí tenía mayor libertad para acceder al alcohol y poco a poco convirtió lo que era un traslado temporal en algo definitivo”. Incluso recordó que la entonces primera dama llegó a estar ebria en situaciones sociales oficiales.

En ese momento del escrito es que Fernández descargó su principal línea sobre su expareja: “Nunca cercené su libertad de movimientos y nunca le condicioné sus vínculos y amistades. Si debo decir que si alguien fue agredido en la pareja, ese fui yo. Si alguien debió soportar insultos y malos tratos en la pareja, ese fui yo. En los momentos de embriaguez, ella se ponía violenta, me atacaba con una fuerza singular. Yo solo atinaba a atajar sus manos para evitar sus golpes”. 

El episodio cuando la Selección ganó el Mundial

Uno de los pasajes más curiosos del relato de Fernández es cuando recordó el día en que la Selección argentina de fútbol ganó el Mundial de Qatar. El expresidente lo contó como una defensa propia a la acusación hecha por Yañez de que ejercía sobre ella violencia psíquica y control, además de propinarle golpes físicos. Fernández recordó que la noche en que el equipo capitaneado por Leo Messi arribó a Ezeiza, Yáñez pidió a los choferes oficiales que la trasladen desde la Quinta de Olivos al aeropuerto.

El entonces mandatario se habría enterado durante la madrugada, cuando no encontró a Yáñez en su habitación. “Una persona de la custodia me llama y me informa que estaban atascados en la Autopista Richieri llevando a la Primera Dama al Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Pedí a la persona que la custodiaba que me comunicara con Fabiola pero me respondió que estaba absolutamente dormida y era imposible despertarla. Entonces les pedí que regresaran. Cuarenta y cinco minutos después, ya eran casi las 03:00 AM, arribaron a la Residencia y debí ayudar a Fabiola a bajar del auto y llevarla abrazada hasta el cuarto porque no podía mantenerse en pie de lo alcoholizada que estaba. Le quité la ropa y la cubrí con sábanas mientras ella se sumía en un sueño muy profundo”. 

“La decisión de hacerla regresar no fue producto de mi posición de privilegio en una relación asimétrica. Fue un acto de profundo amor y cuidado a Fabiola Yañez. ¿Alguien imagina lo que hubiera significado que los medios de comunicación hubieran visto llegar a la Primera Dama en ese estado de ebriedad a recibir a la Selección Nacional?”, escribió el exmandatario.

La relación luego de dejar el poder

Fernández relató también en su escrito cómo fue la relación de la pareja luego de que él dejó el cargo como presidente. Confirmó que se mudaron a Madrid, España, para alejarse del foco mediático pero el exmandatario apuntó que fue una decisión a pedido de Yáñez. En su descargo precisó otra situación en la que la exprimera dama terminó alcoholizada y dijo que fue el límite para la pareja. Señaló que luego de la separación le dejó una cuenta bancaria con una cuantiosa suma de dinero: “En el momento que mi teléfono celular fue secuestrado por este tribunal, en la sucursal del Banco de Santander ubicada en la calle Serrano 57 de la ciudad de Madrid, la cuenta corriente identificada IBAN: ES47-0049-0151-5224-1106-3241 (SWIFT: BSCHESMM), registraba un saldo positivo superior a los 17.000 euros. Hoy, a pesar de la millonaria cuota alimentaria que percibe, esa cuenta la ha vaciado”.

Fernández le reprochó a su expareja el pedido de perimetral y la prohibición que tiene de viajar, por lo que no puede ver a su hijo. “La Justicia Civil me ha impuesto provisoriamente la obligación de aportarle, el 30 % de los ingresos que percibo como retiro de la presidencia. Debe ser la cuota alimentaria más alta que la Justicia argentina haya impuesto. Se de fiscales a los que la justicia le sustrae el 20 % de sus ingresos para cubrir los gastos de una ex mejer y más de un hijo. En mi caso, el porcentaje es muy alto si se tiene en cuenta que busca cubrir el sustento de un menor de poco más de dos años”.

El exmandatario contó además los permenores del momento en que la noticia del caso de violencia de género trascendió en el diario Clarín y relató una conversación en la que Yáñez le dijo que no iniciaria acciones en su contra. “Le respondí que sólo quería que dijera la verdad y que la 'ganancia' estaba precisamente en contar la verdad y no alimentar un show mediático en torno a una cuestión inexistente”, aseguró Fernánez.

Luego señaló a la periodista Sandra Borghi del grupo Clarín, que entró en contacto con Yáñez y le habría ofrecido hacer un documental sobre su historia, y reveló conversaciones con su ya expareja. “No quiero compromisos… quiero el efectivo que me garantice el futuro”, le habría dicho Yáñez a Fernández, según su relato. “Volvió a reiterar su demanda, en la que prácticamente era pagar más de los tres millones de dólares que tenia de oferta, para que no mintiera. Es decir, yo debía pagar para que Fabiola no mienta. Mi respuesta al respecto fue tajante: 'Entonces me estas extorsionando y yo con extorsionadores no hablo'”, apuntó el exmandatario.

En su últimas líneas del apartado, Fernández apuntó: “Tras la publicación/filtración del 'no instar la acción' en mi contra y buscando escapar al cuadro extorsivo impuesto por Fabiola Yañez le propuse poner fin al debate público con un comunicado conjunto en el que los dos explicábamos la situación. Todo fue en vano”. Y remató: “Así comenzó este proceso que la historia registrará como la más formidable estafa procesal que se haya hecho”.

MC

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