Con un decreto, Fernández relevó a Mauricio Macri de guardar secreto en la causa por el ARA San Juan
El presidente Alberto Fernández firmó esta noche el decreto para relevar al exmandatario Mauricio Macri del deber de guardar secreto sobre asuntos de inteligencia, un paso necesario para que el exjefe de Estado brinde declaración indagatoria en la causa por presunto espionaje ilegal a familiares de víctimas del ARA San Juan, confirmaron fuentes oficiales.
Antes de que la vicepresidenta Cristina Kirchner quede a cargo del Poder Ejecutivo, el Presidente relevó a Macri del secreto de estado que hoy le impidió prestar declaración indagatoria en el marco de la investigación por supuesto espionaje ilegal sobre los familiares de los tripulantes del submarino que se hundió en noviembre de 2017.
El decreto que firmó Fernández fue preparado por la Secretaría de Legal y Técnica, a cargo de Vilma Ibarra, que se propuso dejarlo listo antes del viaje internacional del jefe de Estado, que partirá esta noche y regresará a la Argentina el próximo miércoles 3 de noviembre.
A través del decreto 750, al que tuvo acceso elDiarioAR, el mandatario relevó a su antecesor en el cargo de la “obligación de guardar secreto y confidencialidad, en el marco de la causa No 8559/20 caratulada ”Iuspa Benítez, Nicolás y otros s/Averiguación de delito querellante: Mereles, Andrea Alejandra y otros“.
Lo hizo por la condición del expresidente de “imputado de un delito de acción pública, y con el fin de posibilitar el pleno ejercicio del derecho de defensa del imputado, así como la adecuada y efectiva actuación de los órganos jurisdiccionales”.
Recordemos que este mediodía, cuando Mauricio Macri salió de los tribunales de Dolores, los funcionarios que lo esperaban empezaron a preguntarle cómo le había ido y se enteraron de la noticia. El ex presidente no había podido declarar porque el relevamiento de inteligencia no había llegado al juzgado y su indagatoria se había suspendido a pedido de la defensa. La omisión era incomprensible y los dirigentes opositores salieron corriendo ante las cámaras para hacerlo saber. Ya venían apuntando contra el juez Martín Bava desde hacía semanas y ahora tenían la excusa para seguir embistiendo contra él.
Macri debía ser indagado en la causa que lo investiga por el supuesto espionaje a familiares de las víctimas del submarino ARA San Juan. Para que un ex presidente entregue información clasificada sobre temas de seguridad nacional debe ser relevado de guardar secretos, en este caso, de inteligencia. Bava entendió que la que debía hacerlo era la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia, Cristina Camaño, pero ella le contestó que la autorización debía llegar desde el Poder Ejecutivo, más precisamente lo tiene que hacer el presidente Alberto Fernández. El pedido a Presidencia nunca llegó pero Bava no cambió la fecha de la audiencia. Esto es lo que le recriminaron al juez en el segundo piso del Juzgado Federal de Dolores. El oficio con el pedido al Presidente se hizo de inmediato: Fernández lo resolvió esta noche, antes de partir hacia Roma para asistir a la cumbre del G20.
“Sé que suena fuerte cuando lo digo pero esto es todo parte de una operación política. El juez nos faltó el respeto a todos. Debería haber suspendido la audiencia pero decidió mantenerla para que se haga todo el circo”, le explicó a elDiarioAR un transpirado Pablo Lanusse, luego de más de una hora dentro del juzgado federal de Dolores. El abogado de Mauricio Macri fue muy duro con el juez Martín Bava. “El juzgado reconoció el error pero a pesar de eso nos hizo venir más de 200 kilómetros sabiendo que la audiencia no se iba a realizar. Esto demuestra que el juez se maneja con el calendario electoral. Me da mucha vergüenza que sucedan estas cosas en la Justicia argentina”.
Bava ya había sido cuestionado por el propio Macri quien pidió su recusación ante la Cámara Federal de Mar del Plata, que no hizo lugar a su presentación. Por otro lado, el fiscal de la causa Juan Pablo Curi estuvo de acuerdo con Lanusse en que la indagatoria no se podía llevar adelante sin el permiso del presidente.
Macri entró a al juzgado un par de minutos antes del mediodía. Primero hubo problemas con el sistema y luego, cuando pensaron que llegaba el momento de lectura de su imputación se enteró de que no estaban presentados los relevamientos de inteligencia.
Consultados por elDiarioAr, fuentes de la AFI dijeron que a la agencia no le correspondía pronunciarse por el pedido del juez. Allí además entienden que no había impedimento para que se llevara adelante la indagatoria al expresidente en Dolores. “La información de inteligencia que hubiera dado Macri debió haberse clasificado, pero el resto podía haberse volcado al expediente, con libre acceso a las partes”, indicaron. El escrito firmado por la interventora Cristina Caamaño, el pasado 6 de octubre, sostienen en la AFI, expresa: “Debo mencionar que en caso de que el ex presidente brinde en su declaración alguna información clasificada en los términos del Título V de la Ley Nro. 25.520 modificada por la Ley Nro. 27.126, deberán tomarse los recaudos necesarios a los fines de garantizar su reserva”.
AM
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