En el Congreso creen que el DNU tiene poca vida y que terminarán debatiendo las medidas como proyectos de ley
En el Congreso los referentes de los principales bloques opositores dan por descontado que la suerte del decreto de necesidad y rgencia (DNU) sobre desregulación económica está echada: tarde o temprano serán las cámaras legislativas las que terminarán tratando esas propuestas a través de la consideración de proyectos de ley.
A excepción de la mayoría de los legisladores del PRO, que celebraron el contenido del DNU con mucha más efusividad que los propios libertarios, el resto del arco opositor se expresó en contra del instrumento como forma para avanzar con las medidas: algunos tibiamente, otros con contundencia.
La Coalición Cívica, Cambio Federal (de Miguel Pichetto, Emilio Monzó y Margarita Stolbizer); Innovación Federal (de Misioneros, rionegrinos y neuquinos), consideraron que en la mayoría de los temas no hay necesidad ni urgencia y pidieron trámite legislativo.
La UCR, como de costumbre, aún mantiene algunas divergencias internas: si bien la Mesa Nacional emitió un comunicado pidiendo “leyes espejo” en lugar del DNU, algunos de sus integrantes referenciados en gobernadores no terminan de definirse.
Con Unión por la Patria y la izquierda rechazando el tema por su fondo y su forma, el repaso por los espacios mencionados le da a la oposición un escenario en el que la posibilidad de rechazar el DNU en el recinto aparece como muy sólida.
Los números a favor que tendrían en ambos recintos para neutralizar el DNU hacen que pase a un segundo plano el papel que pueda tener en este caso la comisión bicameral que debe analizarlo y dictaminar.
Por estas horas se está terminando de conformar esa comisión, que se llama de Trámite Legislativo y es la encargada de evaluar la validez de los DNU, y más allá de la relación de fuerzas Unión por la Patria está resignando lugares como consecuencia de “asociaciones ad hoc” o “acuerdos parlamentarios” circunstanciales entre el resto de los bloques.
En lo formal, el organismo parlamentario debe emitir dictamen o dictámenes, y el de mayoría debe llevar la firma del presidente de esa bicameral, que deberá expedirse acerca de la validez o invalidez del decreto.
En caso de que el jefe de Gabinete no remita en el plazo de diez días hábiles a la Comisión Bicameral Permanente los decretos que reglamentan el DNU, dicha Comisión se abocará de oficio a su tratamiento, y tendrá que emitir dictamen en un plazo de diez días.
Cerca de los presidentes de ambos bloques de Unión por la Patria señalan ante cada interlocutor que quiera escucharlo que “el tema se define en el recinto y no en la comisión bicameral”. Y allí los números estarían.
Un debate sobre si pueden reunirse los plenos por fuera del período ordinario de sesiones
Sin embargo, si bien la comisión bicameral es permanente y puede funcionar sin que haya sesiones extraordinarias, uno de los debates internos que se dan en el Congreso es si los plenarios de las cámaras pueden reunirse sin que medie convocatoria del Poder Ejecutivo.
Las opiniones están divididas y prevalece la idea que el Poder Legislativo tiene autonomía para hacerlo.
Este escenario les fue descripto por representantes de varios legisladores opositores al titular de la Cámara baja, Martín Menem, y a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, en reuniones de las que por momentos participó el ministro del Interior, Guillermo Francos.
Al funcionario también le hicieron saber que si pretendía que diputados y senadores acompañaran el posible tratamiento del DNU o el tratamiento del paquete de leyes que ingresaría la próxima semana, sería conveniente que desde el Poder Ejecutivo se deje de cuestionar a los políticos.
Concretamente se mostraron molestos por frases del presidente Javier Milei en la cadena nacional del martes a la noche en las que los cuestionó por ser “un grupo de burócratas pueda planificar la vida de los seres humanos” y por poner en evidencia lo que para él es “la doctrina que considera que los políticos son Dios”.
“Si quieren que acompañemos el proceso legislativo, un buen síntoma sería que dejen de acusarnos de ‘casta’ y que entiendan que el andar del gobierno depende del Congreso”, señaló en los pasillos de la Cámara baja un experimentado diputado de los bloques provinciales.
Otro histórico legislador de origen peronista, advirtió: “El oficialismo tiene que evitar desgastarse en cuestiones como ésta, que se van acumulando, y un día hacen mella; allí el escenario comienza a volverse en contra”.
En la izquierda y en el peronismo, además de aguardar una respuesta política del oficialismo ante el escenario legislativo trazado, suman la incidencia que podrían tener “la expresión de los sindicatos, de la gente en la calle y de lo que pueda resolver la justicia cuando se tenga que definir sobre los primeros amparos”.
LF/JJD
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