El Día de la Lealtad cristaliza la feroz interna en el Frente de Todos y deja solo a Alberto Fernández
¿Más solo que un presidente peronista en el Día de la Lealtad? Las conmemoraciones por el 17 de Octubre cristalizan la feroz interna del Frente de Todos y exponen la falta de apoyo que tiene Alberto Fernández de su propia coalición de gobierno.
Lejos de la “unidad” que las distintas tribunas proclaman públicamente, para este lunes hay cuatro convocatorias bien diferenciadas. El rompecabezas se compone por un acto del kirchnerismo, otro de la CGT, un tercero de los movimientos sociales y, por último, él de las tradicionales 62 Organizaciones Peronistas. El jefe de Estado decidió no participar en ninguno –tampoco lo invitaron–, ni siquiera encabezar uno “neutral” en alguna provincia del interior del país, como había trascendido semanas atrás. La idea más fuerte era Tucumán, de la mano del jefe de Gabinete, Juan Manzur.
Se espera que la mayor movilización sea la del kirchnerismo en Plaza de Mayo, donde compartirán escenario Máximo Kirchner –titular del PJ bonaerense y jefe de La Cámpora– y el camionero Pablo Moyano. Participan también las CTA de Hugo Yasky y de Hugo “Cachorro” Godoy, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y el gremialismo cristinista aglutinado en la Corriente Federal de los Trabajadores, entre otras organizaciones sociales y sindicales. La consigna es “Unidad nacional por la soberanía y la justicia social”.
“Es una fotografía del tiempo que atravesamos”, reconocieron en La Cámpora ante elDiarioAR sobre la falta de consenso oficialista para celebrar la efeméride peronista. Hace tres semanas hubo un intento de unificar un acto del FdT que fracasó. Como contó en su momento este medio, Andrés “Cuervo” Larroque, Moyano y Alejandro Gramajo –hombre de extrema confianza de Emilio Pérsico en el Movimiento Evita, organización en disputa histórica con el camporismo– protagonizaron una cumbre que finalmente quedó en la nada.
La discusión central fue qué bandera levantar: mientras el kirchnerismo duro pretendía enaltecer la figura de Cristina Kirchner tras su intento de asesinato, las organizaciones sociales –que “bancan” al Presidente y acordaron un pacto con Sergio Massa tras su llegada a Economía– retrucaron que lo que había que defender era la gestión del FdT “en su conjunto”.
La falta de acuerdo derivó en la división de aguas y el kirchnerismo organizó su propio acto frente a la Casa Rosada. Desde el escenario a espaldas de Balcarce 50 podría enviarse un mensaje crítico al Presidente: se espera que el documento final le reclame al Gobierno “un aumento de emergencia”, según reveló Godoy.
Por su lado, los movimientos oficialistas de la economía popular nucleados en la UTEP harán un Cabildo Abierto en el estadio del club Laferrere. “Intentamos y apostamos a tener un acto en conjunto que no se pudo lograr. Generamos una propuesta propia que contiene a nuestro sector”, remarcó a elDiarioAR Gildo Onorato, secretario gremial de la UTEP. En La Matanza esperan congregar unas 40 mil personas, movilizadas por el Evita, Somos Barrios de Pie –que conduce Daniel Menéndez– y la Corriente Clasista y Combativa –del diputado Juan Carlos Alderete–, entre otras organizaciones conocidas también como “los Cayetanos”. No estará el Movimiento de Trabajos Excluidos de Juan Grabois.
La convocatoria también tiene un mensaje crítico hacia el interior del oficialismo. “Queremos plantear propuestas económicas y productivas que creemos son centrales para que haya crecimiento de abajo hacia arriba y modificar la estructura productiva de nuestro país, que está altamente concentrada y extranjerizada”, adelantó Onorato. Hace tiempo la UTEP quiere formar un espacio político propio para tener votos propios dentro del FdT.
La CGT y las 62 Organizaciones
Los actos separados del kirchnerismo y de los movimientos sociales también demuestran la tensión con la CGT. Moyano estuvo a punto de romper el triunvirato de la central obrera que integra con el albertista Héctor Daer y el massista Carlos Acuña. El camionero finalmente se quedó por pedido de sus aliados cristinistas y a condición de que se cambien modos de funcionamiento interno.
Por su parte, y pese a que hay una relación de aliados, la UTEP también disputa con la CGT su formalización como gremio de la economía popular. La central resiste la decisión porque el universo de los informales es abultadamente mayor al de los empleados en blanco: unas diez millones de personas contra seis millones. “No vamos detrás ni del kirchnerismo ni de la CGT, no vamos atrás de nadie –cuestionó una voz importante en el Evita–. Es esa unidad de que, o te sometes o te liquido”.
Intentamos y apostamos a tener un acto en conjunto que no se pudo lograr
En el marco también del destrato que sufrieron por la designación de Kelly Olmos como ministra de Trabajo –decisión unilateral que tomó el Presidente–, la CGT con Daer y Acuña a la cabeza tendrá su propio acto este lunes en el estadio de Obras Sanitarias. Ni siquiera cursaron una invitación formal a Fernández.
Los Gordos, los Independientes y los barrionuevistas aprovecharán la oportunidad para presentar formalmente el Movimiento Nacional Sindical Peronista, un espacio netamente político que también buscará tener su lugar en la disputa electoral del año próximo.
Más rezagados quedará el tradicional espacio de las 62 Organizaciones Peronistas que conduce el taxista José Ibarra. Hará su propio acto por el Día de la Lealtad en el Club Atenas de La Plata, durante la tarde.
La foto del 17 de Octubre mostrará entonces el fragmentado paisaje oficialista, a menos de un año de las elecciones presidenciales. En un intento de sortear la interna, la portavoz Gabriela Cerruti dijo en su última conferencia de prensa que el Presidente “alienta toda la participación en los diferentes actos y eventos que se hagan por el 17 de octubre”. Y, como si hiciera falta, aclaró que Fernández “es peronista”.
MC
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