LA CAUSA AMIA
Tras el episodio de Nicaragua, Argentina planteará ante Interpol el conflicto con los países que no cumplen con las alertas contra los iraníes
Desde agosto de 1994, la Justicia argentina ordenó capturas internacionales de ciudadanos iraníes por la supuesta autoría intelectual del atentado terrorista contra la mutual judía AMIA, y desde entonces, indagar a los acusados y determinar si hay pruebas en su contra para sobreseerlos, procesarlos o continuar investigados es una situación que parece fuera de la realidad, según reconocen abogados, exfuncionarios, funcionarios y magistrados consultados por elDiarioAR.
Ese fracaso o imposibilidad fáctica para resolver el caso AMIA volvió a materializarse la semana pasada en la presencia del vicepresidente de Asuntos Económicos de la República Islámica de Irán, Mohsen Rezai, en la ceremonia de asunción del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. “En febrero, estaré en la reunión del comité ejecutivo de Interpol, en Lyon, y vamos a hablar de estas cuestiones, como las que sucedieron la semana pasada en Nicaragua y Cuba, porque le quitan credibilidad a la organización. Debemos generar voluntades o medidas de la organización contra los que están incumpliendo en este y otros casos”, aseguró a este medio el comisario general Juan Carlos Hernández, jefe de la Policía Federal Argentina (PFA). Desde septiembre de 2021, Hernández es delegado por América en el comité ejecutivo de Interpol..
Interpol es una organización internacional que no tiene facultades propias de detención de las personas, en ningún país.
Si bien, Rezai es uno de los acusados por el atentado terrorista de 1994, que se cobró la vida de 85 personas, y tiene un pedido de captura internacional ordenado por la Justicia argentina, con circular o alerta roja de Interpol, Managua no detuvo a Rezai para extraditarlo a Argentina. A pesar, también, de que Nicaragua es uno de los países miembros de la organización Interpol. Lo mismo sucedió en Rusia, Bolivia y Cuba. Irán siempre negó la autoría intelectual del atentado.
En estos cuatro países, algunos de los iraníes acusados por la voladura de la AMIA realizaron visitas oficiales sin que los países cumplieran con las órdenes de detención internacional de la Justicia argentina. En 2011, el entonces presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió disculpas por haber recibido en su país al entonces ministro de Defensa de Irán, Ahmad Vahidi, a quien debió expulsar porque también está acusado por el atentado y con orden de captura internacional. En 2018, la visita a Rusia del excanciller de Irán Ali Akbar Velayati activó un pedido de extradición a las autoridades de ese país por parte de la Justicia argentina que tampoco tuvo resultados positivos. Entonces, ¿cuál es la salida para la causa AMIA? ¿De qué sirven las alertas rojas de Interpol?
“Interpol es una organización internacional que no tiene facultades propias de detención de las personas, en ningún país. Lo que hace es comunicar a los 195 países miembros de la red cuando la Justicia de determinado país pide la captura internacional de una persona”, explicó Hernández a elDiarioAR.
La Cancillería argentina envió al día siguiente una nota no verbal de queja a la Embajada de Nicaragua en Buenos Aires, según el documento al que accedió elDiarioAR. El embajador argentino en Managua, Daniel Capitanich, había estado presente en el acto de asunción de Ortega. La oposición y familiares de víctimas del atentado criticaron que el gobierno de Alberto Fernández no haya reaccionado en el momento de la ceremonia, en la que Rezai fue incluso un invitado destacado. El canciller Santiago Cafiero incluso fue denunciado ante la Justicia.
“Países como Nicaragua deben cumplir con las órdenes de detención de Interpol para pertenecer a la organización”, afirmó el comisario general Hernández. También sostuvo que según el procedimiento de Interpol, en situaciones como las de la semana última, “Argentina no tiene que indicarle nada a Nicaragua o cualquier otro país de la red. El país en cuestión tiene que hacer cumplir la orden de detención de la Justicia argentina al revisar el ingreso del acusado. Para eso, debe intervenir la Justicia local y si ésta considera correcta la detención, se abre un proceso de extradición a la Argentina”.
“Cuando nos enteramos (de que Rezai estaba en Nicaragua), la delegación argentina (de Interpol) envió un radiograma a la oficina de Interpol en Managua, solicitando que se informen las particularidades de este caso: si efectivamente ingresó al país; si tenía inmunidad diplomática; y qué medidas se tomaron sobre la restricción de la circular roja”.
“Hasta este momento no dieron ninguna contestación”, respondió Hernández. “Se lo hicimos saber a la fiscalía AMIA y repetimos el procedimiento con la delegación de La Habana, tras anoticiarnos por medios de comunicación de la visita de la misma persona en Cuba. Tampoco contestaron hasta el momento”, explicó el jefe de la Federal. “Argentina es uno de los países que cumple a rajatabla todos los mandatos de Interpol. Estamos haciendo extradiciones semanales”, indicó Hernández.
Sobre sanciones y feria
“Es posible que Interpol haga recomendaciones tras un planteo de este tipo, pero la realidad es que las circulares rojas no son órdenes de detención, son avisos que Interpol hace a los países miembros sobre los pedidos de captura a requerimiento de determinado país”, aseguró una fuente vinculada a la organización internacional. “A partir de ahí entran en juego las legislaciones de cada país y las relaciones diplomáticas entre país requirente y país donde se encuentra un prófugo”, agregó.
Sobre la posibilidad de una consecuencia para países como Nicaragua o Cuba, la fuente sostuvo: “No hay antecedentes recientes de sanciones a delegaciones de países. Cuando los países entran en conflictos por estas cuestiones, Interpol toma distancia y prefiere que se arreglen entre los países. Interpol solo se ocupa de la publicación de las circulares rojas”.
“La ejecución de las detenciones deben ser gestionadas de país a país y por vía diplomática. Interpol, como organización internacional no produce detenciones, quienes detienen son las fuerzas que cada Estado dispone para que ejecuten esas órdenes. Depende del poder Ejecutivo y Judicial de cada país”, respondió la misma fuente ligada a la organización.
El episodio de Rezai ocurrió además en plena feria judicial. elDiarioAR intentó comunicarse con la fiscalía AMIA pero hasta el momento no logró una respuesta. El juzgado de la causa AMIA está vacante desde 2020 y distintos jueces lo han ido subrogando.
Actualmente, el expediente se encuentra a cargo de Daniel Rafecas, quien estaba de licencia durante el hecho. Este medio no pudo corroborar hasta el momento, si tras el episodio de Nicaragua, la Justicia argentina libró nuevos oficios o pedidos de detención contra Rezai y si de haberlo hecho, hubiesen llegado a tiempo. El funcionario iraní partió a Cuba desde Managua para reunirse con el presidente Miguel Díaz-Canel el miércoles 13, según la fotografía difundida por las autoridades cubanas.
Callejón sin salida
Alejandro Rúa fue abogado del fallecido canciller Héctor Timerman y de Cristina Fernández de Kirchner. Además, fue director de la Unidad AMIA del Ministerio de Justicia. “El problema tiene tres patas: las exigencias de la legalidad argentina, las exigencias de la legalidad iraní; y el real funcionamiento de una alerta roja”, sostuvo en diálogo con elDiarioAR.
Países como Nicaragua deben cumplir con las órdenes de detención de Interpol para pertenecer a la organización.
“En agosto de 1994, ya había pedidos de capturas de iraníes. Irán tiene su propia normativa y no extradita a nacionales por ningún motivo, como no lo hacen muchos otros países. Aunque no tengan pasaporte diplomático, tampoco fueron detenidos en distintas circunstancias y en la mitad del mundo”, afirmó Rúa. El fallecido fiscal Alberto “Nisman no paraba de acreditar en el expediente cada vez que uno de los acusados se movía por la mitad del mundo y no era detenido”, aseguró Rúa.
“Las dos veces que detuvieron a alguno de ellos, los liberaron. En Inglaterra, fue el caso de Hadi Soleinampur, exembajador de Irán en Buenos Aires. También sucedió en Bélgica con otros dos acusados”, sostuvo Rúa.
“Creo que un juicio en ausencia es lo único que veo que se puede hacer. Pero para eso hay que hacer una serie de modificaciones importantes de la legislación argentina. El juicio en ausencia no es algo que me gustaría que suceda, pero no le veo otra salida”, explica Tomás Farini Duggan, abogado de familiares de víctimas de AMIA y querellante en el juicio por el Memorándum con Irán, dejado sin efecto por el Tribunal Oral Federal número 8 en 2020.
“El juicio en ausencia no es posible en Argentina. El propio juez y autoridades del Ministerio Público Fiscal dejaron acreditados en el expediente del atentado los ‘reparos constitucionales’ al juicio en ausencia y por eso reclamaban la extradición. El único sentido hoy en la causa AMIA es poder indagar a los acusados y que el juez los tenga presentes en el acto de indagatoria”, opinó Rúa.
“Esta situación es un problema que no tiene solución si no acordás con Irán un instrumento para solucionarlo”, agregó el abogado de Timerman en la causa por el memorándum con Irán.
“El problema es tanto la posición de Irán como la de Argentina. En el caso de Nicaragua, hubo una omisión o retardo de un acto propio de la función pública de los funcionarios del Gobierno. Para empezar, le hubieran exigido al gobierno de Nicaragua la detención del acusado en el momento en el que llegaba al país. Creemos que el Gobierno sabía que iba a estar ahí y por eso no enviaron una delegación argentina”, dijo el abogado Farini Duggan, quien impulsa que se realice el juicio contra Fernández de Kirchner y el resto de los acusados por el acuerdo con Irán de 2013.
Rúa recordó cómo nació la idea de acuerdo bilateral que terminó en escándalo y proceso judicial contra la ahora vicepresidenta. “Néstor y Cristina Kirchner reclamaron a Irán ante la ONU que responda los exhortos de la Justicia argentina, que la comunidad internacional le exija a Irán una respuesta. Pero Irán respondía que no tenía ningún acuerdo o compromiso con Argentina que lo obligara a entregar a los iraníes acusados. Timerman le preguntó entonces a Jurídicos de Cancillería si era cierto el argumento de los iraníes y la Cancillería respondió que así era. Fue así que se decidió procurar un instrumento que los obligue a responder”.
“Si los iraníes no quieren cooperar no hay memorándum que baste. Si los iraníes quieren cooperar, las indagatorias se pueden tomar de manera remota y virtual”, respondió Farini Duggan ante la consulta de este medio sobre la posibilidad de un nuevo intento diplomático.
ED
0