El gobierno porteño, entre la cautela y el optimismo ante el inminente fallo de la Corte
Si bien el larretismo bajó dos cambios en su pelea retórica con La Rosada, se mantiene firme en su defensa de las clases presenciales en el contexto de la pandemia. Y también, en la judicialización de su postura. Cerca de Horacio Rodríguez Larreta son cautelosos sobre el sentido que tendrá el fallo de la Corte nacional. En parte, porque los supremos se manejaron con mucho hermetismo. Pero el primer anillo del alcalde porteño a su vez presume que la Corte avalará la autonomía de la Ciudad por cuatro votos a cero, dando por descontado que Elena Highton de Nolasco se abstendrá.
En caso de contar con ese respaldo judicial, el gobierno porteño no dará marcha atrás con el punto concedido a La Rosada: la modalidad mixta para los alumnos de colegios secundarios. Ese esquema se mantendrá. La disputa ahora es por la presencialidad en los jardines y la primaria. Rodríguez Larreta además espera el aval de la Corte para cubrirse jurídicamente: el pronunciamiento de la Cámara de Apelaciones de la Ciudad en su favor, dictado el 18 de abril pasado a partir de la presentación de dos ONGs, se refería al primer DNU de Alberto Fernández que prohibía la educación presencial en el AMBA. Desde este lunes, rige otro decreto. Y el gobierno porteño sostuvo su postura de escuelas abiertas en jardín y primaria.
El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, metió el dedo en esa llaga este lunes por la mañana. Trotta aseguró que “no existe ningún tipo de medida judicial” para que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no cumpla con el Decreto de Necesidad y Urgencia del Poder Ejecutivo. Según el ministro de Alberto Fernández, el DNU vigente es “una nueva norma”.
“Un DNU que es diferente al anterior, cumpliendo una nueva norma de la que no existe ningún tipo de medida judicial para impedir su cumplimiento”, le dijo Trotta a El Destape Radio.
Un abogado cercano al alcalde porteño incluso opinó que la Ciudad debería emitir un decreto interpretativo, hasta que llegue el pronunciamiento de la Corte. Pero al margen del debate leguleyo, el larretismo confía en que los supremos apoyarán el reclamo de la Capital.
“Sale unánime cuatro a cero, con eje en la autonomía. Y quizás reforzarán la idea de que se necesitan mucho más fundamentos para avalar limitaciones a atribuciones no delegadas. Pero hay que esperar el fallo”, se ilusiona un operador judicial de la Ciudad. Ese optimismo contrasta con la mesura del procurador porteño, Garbiel Astarloa. El jefe de los fiscales de la Capital, quien condujo la gran parte de la estrategia de reclamo ante la Corte, prefiere no apostar ni dar por hecho que los supremos le harán un desaire a La Rosada.
Este lunes abundaron los rumores y versiones sobre los votos de los cuatro de los jueces de la Corte. Los supremos son cinco, pero Elena Highton de Nolasco se abstendrá. La jueza consideró, cuando Rodríguez Larreta presentó el recurso, que la Corte no debía involucrarse directamente en este diferendo entre la Nación y la Ciudad.
Según se filtró a la prensa, Horacio Rosatti y Juan Carlos Maqueda coincidieron en sus argumentos para fallar. ¿En qué sentido votarán? No está claro, pero existen indicios respecto a que lo harían en favor de la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires para definir su política educativa incluso en durante la pandemia.
Rosatti y Maqueda fueron convencionales constituyentes en Santa Fe, donde en 1994 se sancionó la reforma constitucional. El texto aprobado en el 94 dice que “la Ciudad de Buenos Aires tendrá un régimen de gobierno autónomo, con facultades propias de legislación y jurisdicción”. Sobre Ricardo Lorenzetti y el presidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz, no hay certezas. Pero en la Ciudad se entusiasman con un cuatro a cero en contra de La Rosada. Con ánimo pesimista, Alberto Fernández intuye un resultado parecido.
AF
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