Con indagatorias a Nicolás Carrizo y Brenda Uliarte, continúa el juicio por el atentado a Cristina Kirchner
El juicio por el intento de asesinato de la exvicepresidenta Cristina Kirchner continúa este miércoles en los tribunales federales de Comodoro Py, donde están imputados Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo.
Tras la jornada inicial de la semana pasada, cuando declaró Sabag y admitió su intención de matar a la expresidenta, ahora es el turno de Uliarte y Carrizo frente al Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 6.
Con distintos roles, los tres están acusados por el intento de magnicidio ocurrido el 1 de septiembre de 2022, cuando Cristina Kirchner era vicepresidenta de Alberto Fernández.
Uliarte, entre dudas, confusiones y arrepentimiento
En el inicio de la jornada, Brenda Uliarte manifestó su intención de declarar y optó por que el tribunal le realice preguntas. Pero la acusada solo respondió con dificultad algunas preguntas básicas. Esa parte de la audiencia no pudo verse por el canal de YouTube del TOCF N°6 porque no funcionaba.
De acuerdo a lo que relata el sitio Infobae, la joven dijo que tenía 24 años, aunque ya cumplió 25 días atrás, dudó al responder sobre la fecha y el lugar de su nacimiento, afirmó que trabajaba de kiosquera y cuando la jueza le preguntó “¿en Capital?, contestó ”se podría decir que sí“. Además, Uliarte aseguró tener estudios secundarios y el CBC para la carrera de Medicina, aunque no recordaba si había aprobado alguna materia. Sobre con quién vivía al momento del hecho, el 1 de septiembre de 2022, respondió mirando hacia Sabag Montiel: ”Con un convicto y un manipulador“.
La fiscal Gabriela Baigún quiso saber si no trabajaba también vendiendo “contenido erótico”. “Sí, también”, afirmó. “¿Ganó dinero con eso?”, le consultó. “Sí, he ganado”. “¿Va a declarar?, le preguntó la jueza. ”Sí, voy a declarar“, dijo Uliarte, aunque aclaró que solo iba a responder preguntas. Entonces, la jueza Sabrina Namer le consultó sobre su rol en el intento de magnicidio, dijo que era ”partícipe y encubridora“, aunque de inmediato agregó: ”No soy“. Se quedó en silencio, se tomó la cabeza y el Tribunal decidió conversar en privado con la fiscalía y los abogados de las partes.
Acto seguido, Namer le explicó a Uliarte que su declaración se trataba “de un acto de defensa. El tribunal le está tomando declaración porque usted decidió declarar. Esto que diga acá es muy importante porque hace a su defensa. Es importante que sea clara, que se acerque al micrófono, que conteste lo que se le pregunta, pero lo que es importante es que usted, que pidió declarar, trate de ser lo más clara posible. De lo que usted diga pueden desprenderse consecuencias. ¿Le queda claro que es importante este acto y que es para mejorar su situación?”, le preguntó. “Sí, no más preguntas”, respondió la acusada, lo que generó la reacción de la magistrada: -“¿Cómo no más preguntas?”. “No, no declaro, anulo”, sostuvo la acusada, pero la magistrada quiso saber los motivos de su repentino cambio de idea. “No me siento en condiciones de declarar”, argumentó y dio por finalizado su testimonio.
Más temprano, el abogado defensor de Uliarte, Alejandro Cipolla, les había dicho a los periodistas presentes en Comodoro Py que su clienta no iba a declarar porque no estaba “en condiciones” ya que “supuestamente” había “tomado pastillas que alteraban su lucidez”. Y aunque la joven lo contradijo instantes después, al final cambió de idea y no declaró.
Carrizo: “Estoy preso por una joda”
En sus primeras palabras de su testimonio, el jefe de “Los Copitos” se desligó del atentado contra Cristina Fernández de Kirchner y, en medio de lágrimas, aseguró estar detenido “por una joda”, al tiempo que dijo haberse enterado del atentado de 1 de septiembre de 2022 “por televisión”. “Me metí en este quilombo por una joda y no puedo creer que esté preso”, dijo. Según Carrizo, está preso “por error. ”Nunca tuve un arma en mi mano“, declaró.
Con respecto a su vínculo con Sabag Montiel y Uliarte, relató que los conoció “una noche en la que estábamos de fiesta con un grupo. Al otro día volvieron y me dijeron que se habían olvidado una campera. La busqué en la casa de Checho (el lugar donde trabajaban con el algodón de azúcar), porque él los dejó pasar, y en un momento entraron a la pieza de Checho. Ahí fue cuando hablé por primera vez con Sabag Montiel, mientras esperábamos a los dos. Me dijo que trabajaba con los coches, que los tenía rotos y quería arreglarlos. Ese fue el día que me presenté, porque el día anterior fue un hola y chau”, explicó Carrizo. Y siguió con su relato: “Un día empezaron a vender copitos y volvieron sin nada. Ahí se me ocurrió que nos fuéramos a la Costa a vender. Algo que les copó a todos. Ahí hice un grupo de trabajo, estaban Sabag, Uliarte y todos los chicos que trabajan conmigo. Unos días después ellos dos fueron a Tigre y ahí se cruzaron con un canal de televisión y hablaron por primera vez. Ese día, Sabag en el grupo de WhatsApp, mostró un link donde habían salido”, contó.
Asimismo, Carrizo dijo que al ver que empezaron a salir varias veces en medios de comunicación y a dar entrevistas de forma recurrente, Sabag y Uliarte le dijeron que lo hacían “para publicitarse”. Y agregó: “Yo les avisé a ellos por chat que nos íbamos a quedar sin trabajo por unos días por el tema del alquiler del lugar para trabajar, y no sé si Uliarte o Sabag me respondieron que no había problemas. Conseguimos lugar y el 1° de septiembre me había acostado tarde, me levanto, miro un resumen de fútbol y cuando llegó la noche, estaba con el celular y un amigo me dice que intentaron asesinar a la vicepresidenta. En ese momento no le presté atención. Y me dice, fue un tal Sabag Montiel. Prendí la televisión y lo vi entre la multitud intentado gatillar cerca de la cabeza de Cristina Kirchner”, detalló y aclaró que enseguida llamó “a Brenda para preguntarle qué había pasado” y que “ella dijo que no sabía nada”, que hacía “dos días” que no veía a Sabag.
“En un momento le dijimos a Brenda que la acompañábamos a la televisión para hablar, porque ella estaba mal. Fue al día siguiente del atentado que dimos la entrevista. El 4 de septiembre estaba llevando una garrafa para trabajar. Prendo la televisión a la noche con unos amigos y vimos a unos inquilinos que supuestamente le alquilaban la casa a Sabag Montiel. Ahí la llamé y me contó que en realidad ella sabía todo desde el principio, pero que por miedo no quiso decir nada. Ahí me enojé, porque siempre me mintió. Yo ni los conocía y les di trabajo. Tuve una buena intención con ellos, y al resto de los chicos también y les allanaron la casa. Después me enteré de que la habían detenido”, declaró Carrizo.
Ahí, dijo, junto al resto de sus amigos decidieron ir a la policía para explicar lo que había pasado. “Declaré ante el fiscal (Carlos) Rívolo, conté todo y entregué mi celular. Fuimos a la casa de uno de los chicos. Vuelvo a mi casa y le conté todo a mi hermano. Unos días después empezó a venir una cámara a casa. Se había filtrado un estado que yo había subido contra Alberto Fernández. A las horas me detuvieron. Después de eso, me llevaron a Ezeiza y ahí después de unos días vi a mi abogado”, aclaró.
“Cuando pasó lo del atentado, yo empecé a abrir mi celular y aparecían muchos memes, cosas para el chiste. Yo me sumé a eso. Estabámos tomando un fernet, algo cotidiano en la casa de Sergio. Estaba entonado y empecé a mandar mensajes, primero a la hija de la pareja de mi papá, le dije que éramos una organización. Quería que se comieran el verso. Y al hijo de la pareja de mi papá también le mandé, le dije que ‘la íbamos a matar’, que ‘estaba todo organizado’. A otro amigo también le mandé. Era una joda. Nunca me lo tomé en serio. A mi prima, que también era kirchnerista, le mandé. Era para caerle mal y hacer que ella explotara. Me metí en este quilombo por una joda y no puedo creer que esté preso. Pensaba que se iba a solucionar. Nunca me dieron domiciliaria. Nunca tuve un arma en mi mano. Nunca disparé”, dijo Carrizo en su testimonio, durante el cual se quebró más de una vez y la jueza Namer tuvo que hacer pausas para que el acusado se recompusiera.
Qué pasó en la primera audiencia
En la primera audiencia, se cruzaron la fiscal del juicio, Gabriela Baigún, y la defensora de Sabag Montiel, Fernanda López Puleio, ya que la primera pidió ampliar la calificación para incluir “violencia de género” como agravante.
Por el lado de Uliarte, sus abogados pidieron la suspensión del juicio, al señalar que no habían podido reunirse con la imputada en privado, ya que denunció que eran grabados por el Servicio Penitenciario Federal (SPF).
La jueza y presidenta del Tribunal Oral Federal 6, Sabrina Namer, rechazó el pedido y consideró que era un planteo que ya había sido descartado.
En tanto, la defensa de Carrizo cuestionó la composición del tribunal y evaluó que era juicio que debía ser por jurados.
En este juicio se intentarán esclarecer los hechos ocurridos en la puerta de la casa de Cristina Kirchner y para ello el TOF 6 convocó a casi 300 testigos.
Entre los citados a declarar se encuentran la propia Cristina Kirchner, quien también es querellante en la causa, y miembros de su equipo de seguridad que estuvieron presentes durante el intento de magnicidio. La lista también abarca a expertos forenses, analistas de inteligencia y testigos presenciales que pueden aportar detalles cruciales sobre los eventos y las motivaciones detrás del ataque.
Qué dijo Sabag
Fernando Sabag Montiel, el hombre que gatilló un arma sobre la cabeza de la expresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner el 1 de septiembre de 2022, declaró este miércoles, en el inicio del juicio por el atentado, y reconoció que su intención fue matarla.
Argumentó que lo quiso hacer porque, a su criterio, la ex vicepresidenta del Frente de Todos es “corrupta, roba y hace daño a la sociedad” y aseguró que “cualquier persona siente lo mismo”. “Yo el día del atentado apunté a la cara”, aseguró. “Gatillé una vez, no dos, y no le volví a dar recarga al arma porque fui interceptado”, completó.
Sabag Montiel, principal acusado del intento de magnicidio, aseguró además que es apolítico, que no es libertario ni antikirchnerista y que el atentado no tuvo connotación política. “Yo soy apolítico antes que nada, el incentivo por las cuales cometí el atentado no es por tener una posición en las antípodas del kirchnerismo o estar en un sector contrario. Mantengo mi calidad de apolítico, es por un tinte personal. El atentado fue con un fin personal y no para beneficiar a ningún sector político”.
Cuando le pidieron que se explayara, señaló: “Son cuestiones de incomodidad con lo establecido. No habría que redundar mucho. La doctora Kirchner es corrupta, roba y hace daño a la sociedad”.
Consultados sobre qué efecto creía que podía generar el crimen, anticipó “una desestabilización, una temida guerra civil, un enojo grande de la sociedad”. “A veces es mejor que no haya pasado de que haya pasado (sic)”, completó.
Sabag aseguró que gatillar en la cabeza de la expresidenta fue un acto “en contra de su voluntad”. “En el momento en que lo hago sentí que no lo quería hacer pero lo tenía que hacer”, dijo frente al tribunal. Fue consultado sobre si se siente arrepentido de lo que hizo. “Me sentiría más arrepentido si hubiera pasado. Con cargar a mis costas que me hubiera manchado las manos (sic)”.
Sabag mencionó entre sus motivaciones que el gobierno de Fernández de Kirchner lo “empobreció”, sin embargo era dueño bienes y autos. “Mis autos estaban rotos y no los podía reparar”, replicó. “Mientras más quería comprar las cosas más caras se volvían”.
Sabag Montiel, que se presentó al juicio con un cartel que decía “me tienen secuestrado”, desligó además a su entonces pareja Brenda Uliarte, otra de las acusadas, y a Nicolás Carrizo, integrante junto a Uliarte de la llamada “Banda de los Copitos” porque vendían esa golosina. “Con Brenda nunca compartimos la decisión de perpetrar el atentado (...) Yo la quería matar y ella quería que muera. Pero yo nunca le planteé o le ordené que lo haga, ni le di el arma diciéndole ‘hacelo vos’. Ella quería ser una espectadora del momento más que una partícipe”.
Dijo que “le tenía afecto por su situación de vulnerabilidad”. “La quería ayudar porque sufría amenazas. Amor, no sé. Sería cariño, compañerismo. Amor.. tendríamos que haber estado más tiempo y el atentado fue una interrupción. Ella empezó a mentir, es muy mentirosa”.
En relación a Carrizo, dijo que le plantaron un arma. “Mi relación con Carrizo fue breve, fugaz y corta. Lo conocí en una fiesta y solo tuvimos 4 o 5 meses de vínculo y solo por una cuestión laboral”.
Sabag Montiel, Uliarte y Carrizo son los principales acusados. Sabag Montiel está acusado como autor material de los hechos; Uliarte, como coautora; y Carrizo, como supuesto coordinador del atentado.
En el celular de este último fueron halladas comunicaciones vinculadas con la agresión en las que los acusados hablaban de su 'modus operandi'.
Supuestamente, Sabag, Uliarte y Carrizo simularon ser vendedores de “copitos” para urdir la trama.
Los jueces Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari son los encargados de dar el veredicto del caso.
El caso
Sabag Montiel, un ciudadano brasileño que tenía 35 años en el momento del atentado, se acercó a la vicepresidenta del Gobierno de Alberto Fernández mientras ésta saludaba a un grupo de seguidores que la apoyaban desde hacía varios días frente a su domicilio, en respuesta a un alegato de la Fiscalía contra la exmandataria por presunta corrupción durante sus dos períodos presidenciales.
Según pudo verse en las imágenes captadas por las cámaras de televisión, Sabag Montiel trató de disparar una Bersa Thunder 32 contra Fernández, sin que el proyectil saliese del cañón del arma.
Acto seguido, Fernández fue puesta a resguardo por miembros de su custodia mientras sus simpatizantes capturaron a Sabag Montiel y lo entregaron a la Policía.
Horas después de que se produjese el intento de magnicidio, el presidente Alberto Fernández convocó a los argentinos a manifestarse contra la violencia y tildó el atentado contra Cristina Fernández de “ataque a la democracia”.
Casi 300 testigos llamados a declarar
En un esfuerzo por esclarecer los hechos del 1º de septiembre de 2022, el Tribunal Oral Federal 6 convocó a casi 300 testigos. Este extenso listado incluye a figuras políticas, personal de seguridad, personas del entorno de los acusados y expertos en diversas áreas.
Entre los citados a declarar se encuentran la propia Cristina Kirchner, quien también es querellante en la causa, y miembros de su equipo de seguridad que estuvieron presentes durante el intento de magnicidio. La lista también abarca a expertos forenses, analistas de inteligencia y testigos presenciales que pueden aportar detalles cruciales sobre los eventos y las motivaciones detrás del ataque.
El papel de los acusados y la “Banda de los Copitos”
Los principales acusados enfrentan cargos graves que incluyen tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego. Sabag Montiel, quien intentó disparar a quemarropa contra Kirchner, es considerado el autor material del ataque. Uliarte, su novia, y Carrizo, líder del grupo de vendedores de copos de azúcar conocidos como la “Banda de los Copitos”, son acusados de ser cómplices activos en la planificación y ejecución del atentado.
La “Banda de los Copitos” utilizaba su negocio de venta de copos de azúcar como una pantalla mientras vigilaban la residencia de Kirchner, integrándose en las concentraciones de apoyo a la vicepresidenta. Este grupo es objeto de minucioso escrutinio durante el juicio, con testigos clave proporcionando información sobre sus actividades y conexiones.
Un juicio extenso y detallado
Debido a la cantidad de testigos y la complejidad del caso, se espera que el juicio se extienda entre seis meses y un año. Las audiencias se llevarán a cabo cada miércoles en los tribunales de Retiro, bajo la supervisión de los jueces Sabrina Namer, Adrián Grunberg e Ignacio Fornari.
La fiscal Gabriela Baigún liderará la acusación, respaldada por los abogados de Cristina Kirchner, José Manuel Ubeira y Marcos Aldazábal. Las defensas de los acusados argumentan diversas estrategias, desde la incapacidad mental de Sabag Montiel para enfrentar el juicio hasta la alegada falta de conocimiento de Carrizo sobre el plan de asesinato.
Con información de agencias.
IG
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