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Con una maniobra, Techint quiere que su filial argentina se desprenda de las acciones de Ternium México y busca impedir el veto de la Anses

Paolo Rocca, CEO del Grupo Techint, el 10 de diciembre de 2020

Diego Genoud

5 de enero de 2022 10:26 h

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El Grupo Techint decidió iniciar 2022 con un movimiento global que incluye la triangulación de acciones entre sus distintas filiales y pretende consumarse como un nuevo golpe en busca de maximizar sus ganancias. La particularidad es que la operación en marcha involucra al Estado argentino y precisa el aval de los tres directores que la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) tiene en el holding. 

Según informó hace unos días en la Bolsa, Ternium Argentina recibió una oferta de Ternium Internacional para vender el 28,73% de las acciones que tiene en Ternium México por u$s 1000 millones. Como parte de una verdadera madeja de empresas, Techint tiene su sede fiscal en Luxemburgo pero el comprador del paquete mexicano de la filial argentina sería su controlante, Ternium Internacional, con sede en España.  “Actualmente, Ternium posee directamente un 71,27% y un 62,49% de Ternium México y Ternium Argentina, respectivamente, y consolida integralmente los activos, pasivos y resultados de las operaciones de ambas compañías”, informó el holding de productores de aceros planos del Grupo Techint en notas enviadas a las distintas bolsas en las que cotiza. 

Como justificación oficial, el Grupo dice estar empeñado en “simplificar su estructura operativa” y fija como fecha límite para la operación el primer trimestre de 2022, el momento en que vence la oferta de Ternium Internacional España. La controlante también pretende comprarle a su filial argentina el 100% de otra sociedad controlada, Prosid Investments, y pagarla por “el valor de mercado de sus activos”. 

En el mismo documento, la multinacional siderúrgica menciona un dato ineludible, que abre la puerta a otro capítulo de la historia y da cuenta de lo que -para los entendidos- es su verdadera prioridad: informó que el principal accionista de su filial argentina, al margen de Ternium -que tiene el 62,5% del paquete-, es la Anses, que cuenta con una participación del 26,43% desde que Cristina Fernández de Kirchner estatizó las AFJP. Como la venta debe contar con el 95% del respaldo en el directorio, para lograr su objetivo, el holding depende del voto de los tres directores estatales, el ministro de Producción de Axel Kicillof, Augusto Costa, el representante de Matías Kulfas, Marcelo Kloster, y el secretario general de la Anses, Santiago Fraschina.

Desde hace varios años, el gigante siderúrgico que dirige Paolo Rocca quiere recuperar las acciones que en 2009 pasaron a manos de la Anses. Desde entonces, Techint hizo varias ofertas para recomprar la parte del paquete accionario que pertenece al Estado: la última que se conoció fue en 2021, cuando la empresa inició sondeos informales en lo más alto de la alianza de gobierno. Sin embargo, por distintas razones y con diferente énfasis, la postura estatal -primero bajó el kirchnerismo, después durante el macrismo y ahora con el Frente de Todos- fue siempre la de rechazar la propuesta.

Fuentes cercanas al holding sostienen que la operación que ahora se presenta bajo la fachada de “simplificar la estructura operativa” implica descapitalizar a la compañía en Argentina y es, en realidad, un paso decisivo para licuar el poder del Estado dentro de Techint y avanzar con la obsesión de Rocca: impedir el veto estatal sobre sus decisiones de negocios. 

El encargado de dar la oferta a difusión no fue el presidente ejecutivo de Ternium Argentina, Martin Berardi, sino el CEO de Ternium, Máximo Vedoya, un ingeniero industrial argentino que reemplazó en 2017 al histórico Daniel Novegil, tiene su base de operaciones en México desde hace 10 años y es el presidente de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).

Además, la operación fue notificada a los directores de la Anses a fines de diciembre, al día siguiente de ser informada en la Bolsa, y ya es materia de interpretación tanto en el mercado como en el gobierno. De acuerdo al a información que difundió Techint, la venta de las acciones de Ternium México que tiene Ternium Argentina no redundaría en el ingreso de los u$s 1000 millones en efectivo que generaría la transacción sino en el reparto de dividendos por un monto equivalente a u$s 900 millones y en un plan de inversiones -del que no se conocen precisiones- en sus plantas de San Nicolás y Canning.

En la última reunión de directorio, Techint deslizó  la posibilidad de lanzar un plan de inversiones de 1000 millones de dólares a 6 años para aumentar su capacidad productiva, si los directores de la Anses aprobaban la venta de las acciones de Ternium México. Fuentes cercanas al gobierno dicen que el monto es menor y oscila entre los 300 y los 600 millones.

Sin embargo, en los altos mandos del Frente de Todos hay quienes advierten también la contracara del anuncio. Ternium México representa desde hace tiempo una parte fundamental de los ingresos de la empresa en la que la Anses es accionista. En 2020, según publicó El Cronista, Ternium Argentina ganó $18.865,7 millones, 70% por encima de su beneficio neto de 2019, y las inversiones en Ternium México representaron $5601,5 millones, casi un tercio de las ganancias totales. De acuerdo a estimaciones extraoficiales, en 2021, la mitad de la rentabilidad de Techint Argentina la generó México.

La operación a tres bandas que ahora se anuncia no implica la venta de las acciones de la Anses en el holding -el gran objetivo de Rocca-, pero de todas maneras, marcaría un quiebre profundo: las ganancias y dividendos originados en México irán directamente a España y dejarán de pasar por Argentina, donde el Estado tiene el 26% de las acciones. La filial local perdería así un activo que genera utilidades de manera constante a cambio de un plan único de inversiones que sólo conocen algunas dependencias del gobierno pero no fue informado de manera oficial. En palabras de un funcionario que mira con reservas la operación, “se trata de un hecho consumado contra una promesa de inversión a 6 años”. Si el Estado considera inconveniente la operación para la actividad local y vota en contra, la operación que plantea el holding quedará trunca.

Según pudo saber elDiarioAR a partir de una ronda de consultas con funcionarios y fuentes del mercado, en el gobierno hay dos miradas que pueden ser consideradas contrapuestas o complementarias. Una más propensa a convalidar los planes de Techint, encarnada por el ministro de Producción Matías Kulfas y otra que expresa dudas y desconfianza ante los planes de Rocca, representada por los sectores alineados con la vicepresidenta. 

Con un poder de lobby descomunal, el gigante siderúrgico apuesta a convencer al gobierno con el reparto de dividendos -que incluye honorarios para los directores- y los anuncios de inversiones. Pero los críticos de la jugada sostienen que, en la práctica, la operación global no redundaría en un plan de ampliación de la capacidad productiva sino que sería una forma de descapitalizar a Ternium Argentina. 

“Lo que le va a quedar a la Anses no va a valer nada si vos le sacas México a cambio de un suculento dividendo que está hoy en la caja de la empresa. Lo pagan con el beneficio de la pandemia, que subió el acero un 90 % en dólares en el mundo”, le dijo a elDiarioAR un funcionario que está al tanto de los detalles del proyecto. 

Hace dos semanas, en La Rural de Palermo, Rocca compartió el cierre del Seminario Propymes con el jefe de Gabinete Juan Manzur y pronunció una frase que se convirtió en noticia. “No es el momento de dejar la Argentina”, dijo. Pero, más allá del reparto de dividendos y las promesas de inversión, enviar las acciones rentables de México que tiene la Argentina a España es una forma de reducir la importancia de la filial local para la operación global de la compañía con sede en Luxemburgo. 

Por último, fuentes cercanas a Techint afirman que el intento del holding es concentrar sus operaciones en la planta de Siderar en San Nicolás y reducir la actividad en Canning, donde funciona la vieja planta de la galvanizadora Comesi y la conflictividad laboral suele ser más alta de la que pretende el Grupo.  

Consultados en Techint, solo remitieron a elDiarioAR el comunicado que se presentó en los mercados bursátiles y aseguraron que no pueden dar precisiones de la operación que está en marcha. Desde el ministerio de Producción de Kulfas directamente no respondieron las preguntas.  

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