El Senado bonaerense aprobó la supensión de las PASO y se descuenta que Diputados la convertirá en ley

El Senado de la provincia de Buenos Aires aprobó por amplia mayoría la suspensión de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). La iniciativa, impulsada por el oficialismo provincial y respaldada por los principales bloques opositores, fue avalada con más de dos tercios de los votos y ahora deberá ser refrendada por la Cámara de Diputados, algo que se descuenta porque hay un consenso generalizado al respecto.
De concretarse la suspensión, los bonaerenses votarán el 7 de septiembre para cargos legislativos, provinciales y municipales, y el 26 de octubre para los comicios nacionales, en línea con la decisión del gobernador Axel Kicillof, quien había defendido esta propuesta el pasado 5 de marzo durante la Asamblea Legislativa y la ratificó la semana pasada, contra la pretensión de Cristina Fernández de Kirchner, que mandó a sus voceros a presionar al mandatario, con quien está enfrentada, a avisarle que si no hacía coincidir las fechas de ambos comicios ella podría ser candidata a legisladora provincial. Una amenaza ante cualquier movimiento que realice Kicillof en el marco de su propio proyecto político.
El respaldo opositor a la medida se sustentó en el argumento de la reducción del gasto público, al evitar los costos asociados a una jornada electoral adicional. Desde el kirchnerismo, la senadora Teresa García fue la voz que explicó la posición del sector: aunque cuestionó el desdoblamiento y defendió la idea de elecciones concurrentes, reconoció la “inteligencia política” de Fernández de Kirchner al ordenar el acompañamiento del proyecto del Ejecutivo provincial.
“El presidente Javier Milei desordenó el esquema electoral”, lanzó García durante su intervención en la sesión. En su crítica, señaló que la ruptura de la simultaneidad entre elecciones nacionales y provinciales generó incertidumbre y que, en este contexto de crisis, lo mejor habría sido “una única elección que concentrara los esfuerzos económicos y políticos”.
El argumento de Kicillof para decidir que la votación de cargos locales se haga un mes y medio antes que las nacionales es exactamente al revés: que si se votara el mismo día sería un proceso caótico, ya que los electores deberán elegir con boleta única los cargos nacionales y con la boleta partidaria (la de siempre), los provinciales y municipales. De todos modos, Teresa García aclaró que la prioridad es evitar más debates estériles frente a una ciudadanía golpeada por la situación económica.

Los libertarios también dieron su aval al proyecto y tiene lógica: en el ámbito nacional, el gobierno de Javier Milei impulsó directamente la eliminación de la PASO del Código Nacional Electoral. Al final esa pretensión de máxima no prosperó y en el Congreso la mayoría coincidió en una salida intermedia, es decir la suspensión por este año electoral.
La aprobación fue posible gracias al quórum alcanzado con la presencia de 44 legisladores en el recinto y dos conectados de manera virtual. En paralelo, Fernández de Kirchner se pronunció públicamente y confirmó el retiro de su proyecto de elecciones concurrentes, el mecanismo que buscaba combinar el ahorro económico con una elección unificada en todo el territorio nacional y provincial. En un extenso mensaje en X, la expresidenta explicó su desacuerdo con el desdoblamiento, pero instruyó a sus legisladores a acompañar la propuesta del gobernador: “No más estas discusiones cuando a la gente le están pasando otras cosas”, escribió, en el afán de marcar el cierre de una disputa interna, que en rigor de verdad continúa, aún sin señales de que ambos bandos, el kirchnerismo y el axelismo, acuerden una oferta electoral de unidad.
JJD
0