Solá: “Fuimos consultados extraoficialmente por EE.UU. y les dijimos que no hay cambios en la situación con Venezuela”
El canciller Felipe Solá sostiene que la salida del Grupo de Lima anunciada ayer “no es un guiño” al gobierno de Venezuela y tampoco “busca fortalecer a ningún sector” del Frente de Todos. Justifica el anuncio en una decisión tomada hace tiempo, lo llama “una formalidad”. Es verdad: el gobierno argentino no se sentía cómodo en ese grupo al que adhirió la gestión de Mauricio Macri. La presencia argentina allí generaba tensiones al interior de la coalición de gobierno sobre las ya visibles contradicciones respecto del régimen de Nicolás Maduro. Solá reivindica sí la participación argentina en el llamado Grupo de Contacto, que integra la Unión Europea. Pero allí también hay diferencias respecto del reciente proceso electoral en Caracas, menos comprometedoras, al parecer.
El canciller relativiza el impacto de esta decisión en las relaciones con el gobierno de los Estados Unidos, actor clave para el avance de las negociaciones del Fondo Monetario Internacional por la deuda de US$ 45.000 millones tomada durante la gestión de Macri. La cuestión Venezuela era central en la política del gobierno de Donald Trump para la región, cuando ese préstamo fue otorgado, y todo indica que seguirá siéndolo para el gobierno de Joe Biden. A veces la política es muy simple: más allá de necesidades propias de la política doméstica, para Washington, la posición en torno a Caracas ordena la región. “Fuimos consultados por el gobierno de los Estados Unidos, extraoficialmente, en Washington, por la decisión y les dijimos que no hay cambios en la situación con Venezuela” dijo el canciller en un diálogo con elDiarioAr.
¿Qué significa esta decisión?
La Argentina hace tiempo que no se siente parte del Grupo de Lima, diría que hace más de un año, no va a las reuniones programadas. No firmó ninguno de los comunicados que el grupo sacó desde que el Gobierno asumió el 10 de diciembre de 2019. La salida es una formalidad. El Grupo de Lima sabe desde hace tiempo que no estamos con ellos. Elegimos estar en el Grupo de Contacto, que integra la Unión Europea, donde nos invitaron.
¿La Argentina va a permanecer en el Grupo de Contacto?
Junto con Uruguay, Perú, Panamá, Chile y Europa estamos en el Grupo de Contacto. Hemos coincidido en la mayor parte de la cosas, menos en una…
En las últimas elecciones legislativas…
Tiene que ver con las últimas elecciones. El Grupo de Contacto dijo que no tenía tiempo suficiente para organizarse para las elecciones legislativas y pidió un aplazamiento. Nosotros dijimos que la Constitución venezolana fija una fecha para la asunción de autoridades. Estuvimos en desacuerdo.
La diferencia en torno a la legitimidad del proceso electoral no resulta menor. Es tan profunda o más que la que existe con el Grupo de Lima respecto de las sanciones…
Parte de la oposición, que lidera Henrique Capriles, que podía presentarse pero no ser candidato, dijo que lo hacía si había veedores internacionales, que no tienen nada que ver con los de los partidos, que van porque quieren. Eso era fundamental para legitimar las elecciones, pero Europa se negó a la veeduría. No obstante lo cual seguimos en el Grupo de Contacto. Hubo otra cuestión: Europa sancionó a 19 venezolanos , sanciones personales; Venezuela reaccionó declarando persona no grata a la representante. Y después apareció una propuesta de Chile de repudio, a lo que nosotros pedimos aclarar antes por qué ocurrió eso. Y no firmamos.
El comunicado de la Cancillería pone el acento en que las sanciones económicas agravan la situación de los derechos humanos…
Es la cuestión que más se invoca en el mundo respecto de varios países entre ellos Venezuela. Hemos tomado como base las opiniones de la Alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet. Entonces fuimos muy criticados por un sector en la Argentina porque en Ginebra votamos en contra de Venezuela en la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra. Y el martes pasado hemos votado contra Nicaragua en base de un informe de Bachelet, en el sentido de que no siguió las recomendaciones que se le hicieron respecto de la situación de los derechos humanos en ese país. Nosotros mantenemos la misma vara, no hacemos distinciones.
Cada decisión que tome la Argentina respecto a Venezuela va a ser sometida a interpretación. En clave interna, fortalece la posición de los sectores del oficialismo que apoyan al régimen de Maduro, los que como usted recuerda han estado criticando. En clave externa, implica un desalineamiento con una de las políticas centrales de EE.UU. en relación con la región…
Estoy en desacuerdo en general con las versiones que se dan sobre nuestras decisiones. La salida del Grupo de Lima es una decisión formal, que hace rato podíamos haber tomado. No queremos fortalecer a nadie y ni siquiera es un guiño de ojo a Venezuela, que sabe cuál es nuestra opinión. En la mayoría de los casos hemos recibido burlas y ofensas a cargo de Diosdado Cabello. No cambiamos nuestra posición. Por otra parte, no queremos hacer de Venezuela el único tema de importancia para la unión o desunión delos países en Latinoamérica. Es una excusa muy usada por el gobierno de (Donald) Trump en su política exterior. No estamos de acuerdo con las sanciones económicas porque postergan siempre a los pueblos.
Nosotros tenemos la chance de conversar con el gobierno de Maduro. No ha resultado en avances. Hubiéramos deseado otra actitud respecto de las elecciones de diciembre pasado".
El comunicado de la Cancillería dice que las sanciones no han servido para nada y hace un llamado al diálogo. El diálogo con Maduro, como bien puede dar fe el papa Francisco, tampoco ha servido…
Sí. Se puede decir que tan difícil como modificar posiciones extremas respecto a las sanciones resulta modificar posiciones del gobierno de Maduro. Nosotros tenemos la chance de conversar con el gobierno de Maduro. No ha resultado en avances. Hubiéramos deseado otra actitud respecto de las elecciones de diciembre pasado. Pero insistimos: eso no tiene nada que ver con el sufrimiento del pueblo venezolano y la incapacidad demostrada por el Grupo de Lima para cambiar esto.
Canciller, ¿formalmente, para la Argentina, es legítimo el resultado de las elecciones para la Asamblea Nacional de diciembre?
Más que legítimo diría que es una realidad. Y que la única verdad es la realidad. El poder del Estado en Venezuela lo tiene claramente Maduro y no puede haber una salida para un futuro distinto si no es a través de una negociación política a través del gobierno de Maduro y la oposición, con un tercero, que podría ser el Grupo de Contacto. La política es lo que importa en estos casos, no las posiciones dogmáticas.
Para nosotros la instalación de una oficina de derechos humanos de la ONU en serio, para monitorear la situación, con muchos profesionales que se hagan respetar es fundamental para aclarar la situación".
Hace unos 20 días, en Ginebra, Bachelet advirtió que se está reduciendo el espacio democrático en Venezuela. En el mismo ámbito, el embajador argentino Villegas Beltrán reclamó al gobierno de Maduro que ponga fin a los ataques a organizaciones de derechos humanos y a periodistas y permita la instalación de oficinas de la ONU para monitorear la situación. ¿Ha dado Maduro alguna respuesta a ese reclamo?
No estoy en condiciones de decir que no hayan avanzado. Pero cuando el embajador dijo esto contaba con nuestro aval, obviamente. Para nosotros la instalación de una oficina de derechos humanos de la ONU en serio, para monitorear la situación, con muchos profesionales que se hagan respetar es fundamental para aclarar la situación. Le corresponde al gobierno de Maduro lograr que la comunidad internacional lo legitime desde el punto de vista de su apertura y transparencia en materia de derechos humanos.
¿Cómo puede afectar esta decisión a la necesidad de apoyo del Tesoro de EE.UU. a las negociaciones por un acuerdo de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional?
No vemos que pueda afectar. Son carriles independientes. Fuimos consultados por el gobierno de los Estados Unidos, extraoficialmente en Washington, por la decisión y les dijimos que no hay cambios en la situación con Venezuela.
WC
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