Peronismo celeste: el vía crucis de operar contra el propio gobierno
“Si muchos curas casi no dicen nada ¿quién le va a pedir a los compañeros que jueguen a fondo?”. El dirigente, muy peronista, sintetiza su queja en una frase: el PJ celeste, el que se opone a la ley de despenalización del aborto, se siente sin cobertura, asume que la jerarquía católica no operó con la intensidad que el tema requiere y enfrenta una encrucijada política: cómo, y con qué virulencia, pueden accionar contra un proyecto del gobierno del que forman parte sin dañarlo.
La contrariedad se expresa en un dato puntual: la visibilidad. Locuaz y muy católico, José Mayans, formoseño que preside el bloque de senadores del Frente de Todos (FdT), alzó la voz contra el proyecto que anunció y envió Alberto Fernández, pero lo hizo casi en solitario porque la mayoría de los peronistas, aunque activa en privado, redujo su exposición pública.
No es fácil oponerse a un proyecto que envió el Presidente. Y todavía no llamaron Alberto ni Cristina. Si lo hacen habrá que ver qué pasa.
Hay dos argumentos. Unos hablan de un repliegue táctico para evitar entrar en el radar y ser objeto de críticas o campañas de los sectores verdes. Otros lo atribuyen al dilema sobre cómo combatir a su propio presidente que parece abrazar el proyecto de despenalización del aborto como un punto de quiebre desde donde reconstruir fortaleza y revitalizar, triunfo legislativo mediante, su gobierno.
Existe, en lo formal, libertad de acción en los bloques del FdT para que cada legislador vote de acuerdo a su “conciencia” pero en la práctica el grueso del dispositivo oficial juega a favor de la aprobación, lo que ya generó corrimiento de dudosos a positivos, y de negativos a neutros. En el Senado, donde el resultado luce más justo, cerca de Cristina Kirchner anticipan que empujarán para sumar votos o, de mínima, para lograr abstenciones y ausencias.
“No es fácil oponerse a un proyecto que envió el Presidente” le dijo a elDiarioAR un gobernador que opera en voz baja sobre los legisladores, pero lo hace más para evitar que le den vuelta votos que para sumar manos en contra del proyecto. “Y todavía no llamaron Alberto ni Cristina. Si llaman, habrá que ver qué pasa”, avisó.
Se volvió una militancia silenciosa. Jefes de territorio, como el tucumano Juan Manzur, que en 2018 encabezó una peregrinación, esta vez están menos expuestos. “Muchos estamos activos, pero los medios son todos verdes”, apuntó José Luis Gioja. Un dirigente de Peronistas por la Vida, agrupación que encaró varias campañas, advierte que en el debate público está mejor visto ser verde.
Ese grupo irrumpió en la escena con unos afiches vintage, remake del primer peronismo, y se concentró días atrás en Luján, donde participó el padre Pepe di Paola, de los llamados curas villeros. Florencia Álvarez Travieso es la ordenadora de ese espacio del que participan, entre otros, el sindicalista Julio Piumato, el exdiputado y actual funcionario bonaerense Mariano Pinedo y, entre otros, Heriberto Deibe, el ex viceministro de Trabajo en tiempos de Cristina Kirchner.
Con Fernández, su corbata verde y el envío del proyecto, el gobierno parece uniformado detrás de la sanción. Vilma Ibarra, alter ego del presidente en esta cruzada, se reúne a diario a referentes verdes. No hubo voces disonantes y en el oficialismo los más reacios están replegados. Ocurre, por caso, con Juan Grabois. En las organizaciones llamadas “Los Cayetanos”, como el Movimiento Evita, Barrios de Pie y la CCC, admiten contradicciones internas pero hay una postura general de apoyo a la iniciativa.
“En los sectores más humildes nos encontramos con una mirada distinta, porque sus hijos son su realización, pero también vemos que es una necesidad”, apuntó Daniel Menéndez, coordinador de Barrios de Pie, y funcionario de Desarrollo Social, para describir la situación en las organizaciones sociales. Lo mismo ocurre con el Evita, uno de cuyos referentes, Fernando “Chino” Navarro, usó un argumento similar en una charla con Alberto Fernández y planteó que no consideraba lo más oportuno que se trate en diciembre. Así y todo, formalmente la agrupación apoyó el proyecto y delegó en sus dirigentes mujeres la posición pública.
“El Evita está muy ligado a la religiosidad popular, a la fe y a la lucha, tenemos contradicciones internas, pero apoyamos los derechos de la mujer, salir de la clandestinidad y resolver una de las tantas desigualdades que hay”, apuntó a elDiarioAR un referente del espacio que comanda Emilio Pérsico.
Mayans, portavoz peronista contra el proyecto, sondeó a la vice para saber cuál sería su posición y, según contó, le respondió que respetaría que cada uno vote de acuerdo a su conciencia. El senador no habló con Fernández porque consideró que cometió un error al enviar el proyecto en un momento que considera difícil. Es un argumento recurrente de los celestes: lo inoportuno de enviar la iniciativa.
En Diputados, hay votos negativos al proyecto oficial entre los que figuran el presidente del PJ, José Luis Gioja, entre otros, Eduardo Valdés, el ex embajador en el Vaticano con triple terminal: Olivos, Cristina y el Papa Francisco.
“Creemos en la la sana intención de que en el oficialismo haya absoluta libertad de conciencia”, dijo Gioja.
El viernes pasado, el sanjuanino que preside el PJ nacional participó junto a otros legisladores, como el lavagnista Alejandro “Topo” Rodríguez y los PRO Luis Juez y Cármen Polledo, de un encuentro con la Conferencia Episcopal donde hablaron los monseñores Mario Poli y Oscar Ojeda, y se definió un plan de acción para charlar con los diputados “dudosos”. Asumían que en la C{amara baja la votación está perdida pero “el objetivo es tener un buen resultado para ir con más fuerza al Senado”, explicó un legislador a elDiarioAR.
Otro que se subió al ring, entre el peronismo y el Papa, fue Guillermo Moreno. “Es inoportuno, es negativo en el análisis de conveniencias ¿por qué debilitar al Papa Francisco, en su propio territorio, en momentos en que está reformando la Iglesia? Le hacen un favor a los enemigos del Papa”, le dijo ex funcionario a elDiarioAR.
- ¿Es malicia o impericia?
- Impericia, como todo lo que hace el gobierno.
La resistencia, en otros casos, se expresa en sutilezas. Andrés “Cuervo” Larroque, número dos de La Cámpora y ministro de Desarrollo Social bonaerense, tuvo un gesto menor, pero simbólico: no acompañó una campaña en redes de la agrupación que comanda Máximo Kirchner a favor de la despenalización. Más que religioso, es muy espiritual, lo definen a su lado. En 2018, en su discurso, Larroque dijo que analizó las posibilidades de votar en contra o abstenerse pero que, finalmente, decidió acompañar para tener una “una mirada superadora en términos justicialistas”. Fue, además, una determinación política, de obediencia partidaria.
PI / SL
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