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Astronomía

La Luna se tiñó de rojo: así fue el impactante eclipse que no se va a volver a ver hasta 2048

Combo de fotografías donde se observa la luna llena este viernes, durante eclipse lunar, un fenómeno astronómico conocido como "luna roja", en Caracas, Venezuela.

elDiarioAR

14 de marzo de 2025 08:45 h

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El eclipse lunar total de la madrugada del viernes dejó imágenes impactantes en el cielo y marcó un evento astronómico que no volverá a repetirse hasta 2048. Durante varias horas, la Luna se tornó de un tono rojizo intenso, en un fenómeno conocido como Luna de Sangre, causado por la refracción de la luz solar en la atmósfera terrestre.

El eclipse fue visible en gran parte de América y alcanzó su punto máximo alrededor de las 3 de la mañana. A medida que la Tierra bloqueó la luz solar directa, la única iluminación que llegó a la Luna fue la filtrada por la atmósfera, dando lugar a su característico color rojo.

Un evento astronómico único

Los eclipses lunares ocurren con cierta frecuencia, pero no todos son totales. En la mayoría de los casos, la alineación entre la Tierra, la Luna y el Sol genera eclipses parciales. Este fue uno de los pocos eclipses totales de las últimas décadas, lo que explica el gran interés que despertó entre astrónomos y entusiastas del espacio.

Además, el evento coincidió con el Día de Pi (3,14), una fecha emblemática para las matemáticas y la astronomía, ya que esta constante es fundamental para cálculos relacionados con la predicción de fenómenos celestes.

Lo que dejó la Luna de Sangre y el próximo eclipse total

La NASA y otras agencias espaciales aprovecharon el eclipse para realizar observaciones científicas y recolectar datos sobre su impacto en la superficie lunar. Estas investigaciones serán clave para futuras misiones tripuladas a la Luna.

Para quienes se lo perdieron, habrá que esperar más de dos décadas para presenciar otro eclipse lunar total de características similares. Mientras tanto, el próximo gran evento astronómico será un eclipse solar total en 2026, que podrá verse con mayor claridad desde Europa.

Por qué una Luna roja

Durante el eclipse de este viernes la Luna se tiñó de un naranja rojizo por las mismas razones que explican por qué el cielo de la Tierra se ve azul o los atardeceres en la Tierra naranjas, según la información de la Nasa, que señaló que la luz solar se ve blanca pero en realidad contiene un arcoíris de componentes y los diferentes colores de la luz tienen diferentes propiedades físicas.

Las explicaciones de la Nasa revelan que durante un eclipse lunar, la Luna se ve roja o naranja porque toda la luz solar que no está bloqueada por la Tierra se filtra por una gruesa porción de la atmósfera terrestre en su camino hacia la superficie lunar; “es como si todos los amaneceres y atardeceres del mundo se proyectaran sobre la Luna”, precisó la agencia estadounidense.

El carrusel de eventos astronómicos del mes de marzo sigue con un eclipse parcial de Sol el próximo 29 de marzo y continuará además a lo largo del año, ya que el próximo 7 de septiembre se repetirá un eclipse total de Luna, que volverá a ser visible en gran parte del mundo, y el 21 de septiembre habrá uno parcial de Sol.

El Observatorio Astronómico Nacional español señaló que es común observar un eclipse parcial de Sol desde un mismo lugar aproximadamente cada dos años, pero no tanto los eclipses totales (cuando la Luna bloquea por completo la visión de la estrella) o los anulares (la Luna se encuentra en un punto de su órbita muy alejado de la Tierra y su sombra no cubre todo el Sol sino que deja ver un anillo brillante a su alrededor).

Carrusel de eclipses de Sol

En España por ejemplo, el último eclipse anular visible sucedió en 2005 y el último eclipse total se remonta a 1959 (y sólo desde Canarias); en la península no se vio un eclipse total de Sol desde el año 1912, según los datos del Observatorio, que subrayó que esta “sequía” de eclipses va terminar, porque durante los próximos tres años se van a encadenar hasta tres eclipses visibles desde algún punto de la geografía española.

El “carrusel” de eclipses solares continuará durante los tres próximos años, cuando se registrarán dos totales (el 12 de agosto de 2026 y el 2 de agosto de 2027) y uno anular (el 26 de enero de 2028) que serán visibles en gran parte del mundo.

Al suceder -los dos eclipses totales- en verano, las probabilidades de tener un cielo despejado son altas, ha adelantado el Observatorio Astronómico Nacional, pero a diferencia de los de Luna, para contemplar los de Sol sí es necesario adoptar precauciones especiales y nunca mirar directamente a simple vista ni con gafas de sol ya que entraña muchos riesgos para la vista.

Los eclipses de Sol son especialmente interesantes para la ciencia, ya que son ocasiones excepcionales durante las cuales los investigadores pueden observar una parte de la atmósfera solar -conocida como la corona-, que es demasiado tenue para poder ser examinada, excepto cuando la luz brillante del Sol queda bloqueada por uno de estos eventos.

Para salvar ese obstáculo desde la Tierra, los científicos utilizan los “coronógrafos” para bloquear de forma artificial la luz del Sol, simulando un eclipse total, pero la Nasa ha detallado que incluso con esos instrumentos resulta muy difícil estudiar la parte de la corona más cerca a la estrella, donde ocurren muchos de los procesos más importantes y que afectan de una manera determinante a los humanos y a las tecnologías terrestres. 

Con información de agencias.

IG

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