Más de 200 evacuados, casi 2.000 hectáreas quemadas y un panorama riesgoso: lo que el fuego deja en Epuyén
Casi 2 mil hectáreas afectadas, decenas de casas destruidas, 200 personas evacuadas es el saldo a primera hora de este jueves del incendio descontrolado en la zona de Epuyén, Chubut.
Anoche, el área más dañada era el paraje La Rinconada, en cercanías del lago Epuyén y del casco urbano de la localidad del mismo nombre.
Hasta el momento el Servicio Provincial de Manejo del Fuego de Chubut –organismo que concentra la información oficial– no pudo confirmar la cantidad de casas afectadas parcial o totalmente por las llamas. Es que el intenso viento, que llegó a superar los 50 kilómetros por hora y las dificultades en el acceso a algunas áreas obligó a concentrar la tarea en la evacuación de casi 200 personas. Tampoco se pudo determinar el origen del fuego, aunque los especialistas y los pobladores que conversaron con elDiarioAR coincidieron en que fue la acción del hombre –accidental o intencionalmente– la que desató el incendio.
Esta mañana, el Gobernador de Chubut, Ignacio Torres, viajó hasta Epuyén. Allí informó que el casco urbano “ya no corre riesgo” debido a que el cambio en la dirección del viento y las condiciones climáticas en general están llevando “la cabeza del fuego hacia la zona de (la localidad de) Cholila”.
Torres confirmó que son “aproximadamente 50” las viviendas afectadas, cuyos vecinos “lo perdieron todo”, y más de 200 las personas evacuadas que aguardan el regreso a sus casas.
“El fuego sigue activo”, dijo durante una conferencia de prensa en Epuyén, hasta donde se trasladó esta mañana. Explicó que “hubo un viraje (del fuego) hacia otra zona que no está poblada. Podemos llevar tranquilidad, ya no corren riesgo los vecinos de Epuyén”.
El fuego se mantiene activo, consumió unas 2 mil hectáreas, y el pronóstico del tiempo no prevé la caída de precipitaciones. En cambio, anticipa por lo menos cinco días con temperaturas que superarán los 25 grados y vientos de más de 45 kilómetros por hora. Un panorama que los combatientes de incendios consideran muy riesgoso.
Decenas de vehículos de distintos cuarteles de Bomberos Voluntarios, Defensa Civil, Policía y particulares que trasladaban barriles con agua, dificultaban anoche el tránsito por el camino de tierra que lleva desde la ruta 40 hacia La Rinconada. A un lado y otro de la traza, pobladores mojaban sus chacras y lotes.
Antonio Chacón tiene botas de goma altas, un mameluco blanco ennegrecido por la ceniza y a sus espaldas un tanque fumigador que utiliza para regar. El fuego pasó a menos de diez metros de su casa, ubicada a unos 300 metros de la Escuela 9, que se quemó parcialmente. “Fue una tarea terrible, porque el viento era muy fuerte, era increíble cómo se prendías las plantas y el fuego corría rápido. Esto es una desgracia, un montón de vecinos perdieron sus casas”, dice a este medio durante un alto de su tarea.
Antonio defendió su casa “con mucha garra, amor y gracias a los amigos y la familia, porque más allá de que tengo bomba para estos eventos, después vinieron otras personas a solidarizarse y ayudar”.
Unos metros más por el camino que une el lago con el pueblo de Epuyén, José Torres se acomoda en la tranquera de su lote y mira las llamas rojas que queman la ladera del cerro lindero. El fuego “saltó” su casa, pasó a cinco metros de la construcción. “A la mayoría de los vecinos se les prendieron las casas, aquí a 50 metros a dos vecinos se les prendieron fuego. Fue una locura total, unas llamas de 30 metros de altura”, explica.
“Salí a la una del trabajo y pasé a buscar a mis chicos que estaban llorando acá. Esto fue un milagro”, agrega.
Pasadas las 23 de este miércoles, José explica que, si bien mantiene una guardia para evitar sobresaltos, “la gente de Bosques nos dijo que estuviéramos tranquilos porque ya se había consumido todo, que no hay peligro que se vuelva a prender porque ya arrasó con todo, no tiene más para prender”.
De acuerdo al informe del Servicio Provincial de Manejo del Fuego de Chubut, el incendio afecta una superficie de bosque implantado, bosque nativo, matorrales y pastizales, en el que se intercalan viviendas.
Un total de 115 personas “de línea” –combatientes directos– y otras 180 de apoyo participaron el miércoles de las tareas de contención, prevención y organización. Fueron parte brigadistas de las localidades de Epuyén, Golondrinas, Cholila, Lago Puelo, y El Maitén, a del apoyo de la Brigada Nacional Sur del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) y bomberos voluntarios de Esquel, Ñorquinco, y del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales de Bariloche, entre otras ciudades cercanas.
Cuarenta camionetas, quince autobombas, cuatro camiones cisternas, topadoras, motoniveladoras, tres aviones hidrantes y un helicóptero con helibalde fueron dispuestos para los trabajos de control del fuego.
Las condiciones de viento intenso “limitaron el uso de los medios aéreos”, se informó oficialmente. Para este jueves el pronóstico es muy negativo: se espera una temperatura máxima de 25 grados y vientos del oeste con ráfagas de hasta 45 kilómetros por hora. “Estas condiciones complican las tareas de control y priorizan las labores en zonas de interfase para proteger viviendas”, se indicó desde el organismo a cargo de la información oficial.
Ramiro Matamala, jefe de Bomberos Voluntarios de Esquel -a 125 kilómetros de Epuyén- fue convocado desde la primera hora de la tarde para participar de los trabajos de ataque de las llamas y prevención. Se trasladaron otro Bomberos de esa ciudad, en dos unidades. Pasados los primeros minutos de este jueves, dice a ElDiarioAr que el incendio “no está controlado, tenemos muchos puntos calientes y focos”. Matamala participó de una reunión interinstitucional en la que se acordó sectorizar la zona para definir las formas de abordaje. “Siempre el primer día vamos atacando donde saltan focos y el segundo ya se sectoriza para trabajar en conjunto y más ordenado”, señala.
A sus espaldas una lengua de fuego se acerca a la casa de un vecino, que recibe a los bomberos y brigadistas, les ofrece un descanso, un mate. El jefe del cuartel de Esquel dice que la vivienda “puede estar en peligro, depende de las condiciones del viento y climáticas. Tenemos miedo que ese segundo punto -señala con la mano- baje y nos quiera encerrar en la parte de abajo”.
Entre el humo, Matamala recuerda que estos incendios que se repiten verano tras verano en la Patagonia “en un 95 por ciento son por la mano del hombre, a veces son intencionales y a veces accidentales”.
El origen del fuego
Al igual que hace un año cuando responsabilizó a una comunidad mapuche por el incendio en la zona del Parque Nacional Los Alerces, el Gobernador planteó dudas sobre el origen del siniestro: “Nos llama la atención. Hay un patrón nos dice que es muy extraño, no es común que surjan dos focos en simultáneo (el otro se dio en la zona de Trevelin) y de tan difícil acceso. El año pasado se descubrió que el método era una vela arriba de un rollo de papel higiénico con combustible. Esto está judicializado”, señaló. Pidió que “paguen las consecuencias los que creen que se puede hacer cualquier cosa”. Sobre el caso de Los Alerces, hasta el momento la Justicia no determinó la responsabilidad de la comunidad acusada por el Gobernador.
Torres resaltó el trabajo de brigadistas, bomberos, y personal de diversas dependencias públicas, así como de los vecinos que aportaron su ayuda al combate de las llamas y participaron de la evacuación.
Luego de recorrer el hospital, el gimnasio y sobrevolar zona en helicóptero, informó no hay heridos de gravedad.
Hasta el momento el Presidente Javier Milei no se comunicó con el Gobernador, y sí lo hicieron, entre otros funcionarios, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich. En este sentido, anticipó que se pedirá al Congreso la declaración de emergencia y que solicitará un aporte del Tesoro para dar respuesta a los vecinos que perdieron sus viviendas.
SR/MG
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