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Hasta hace unas semanas aquí funcionaba una sala de reuniones. Ahora, y muy de a poco, Enrique Sacco, Quique para todos, va montando su oficina. Hay un gran televisor todavía embalado, sillas nuevas y ningún portarretrato. Si no fuera porque él está sentado detrás del único escritorio, ésta todavía podría ser la oficina de cualquier persona. Pero afuera está la secretaria y ahora entra un productor que le dice que han desocupado el estudio para hacer las fotos. Un alto en la grabación de un programa de hockey, aire acondicionado al tope, luces artificiales, Sacco entra y saluda como si fuera el living de su casa.

Estamos en La Corte, la productora que hasta 2015 transmitió los actos presidenciales y hasta 2017, Fútbol para Todos. Desde estos estudios se emiten los programas de televisión de TNT Sports, una unidad de negocios de Warner Media, antes conocida como Turner, creada en octubre del año pasado para Latinoamérica. Sacco es el Head de la empresa desde hace cuatro meses. Todo lo que tenga que ver con el deporte de TNT en la Argentina es su responsabilidad: la programación del canal, los contenidos en radio y en digital, y lograr suscriptores. Además de pelear por los derechos de transmisión del fútbol local. Aquí a los periodistas que están frente a cámara los llaman “talents”.

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Sacco se para en medio del estudio y posa para el fotógrafo. Ahí está el hombre que quería ser futbolista. Pero los planes cambiaron. Dejó Bolívar, localidad bonaerense, y se mudó a la Ciudad para estudiar periodismo en el Círculo de Periodistas Deportivos. También se anotó en la carrera de Letras, en la Universidad de Buenos Aires. En el pueblo quedó su madre, sola. El hermano de Sacco murió cuando él tenía apenas dos años y su padre, cuando era apenas un adolescente. 

Fue la cara de ESPN muchos años: Sports Center, Hablemos de Fútbol e ESPN FC. Y la voz de la señal en radio. Su primer trabajo fue en La Oral Deportiva, por Radio Rivadavia. José María Muñoz se tomó nueve meses para confirmarlo en el puesto. El consejo para su debut al aire fue durante un velorio. La esposa de Muñoz había muerto y Sacco se acercó a saludar a la casa velatoria. Los dos sentados frente al ataúd, después de las condolencias, el relator le dijo: “Tranquilo, hacé salidas cortas y saldrá todo muy bien”.  

Unos meses después, hizo una guardia una madrugada de frío a la intemperie. Logró la primicia del día: César Luis Menotti dejaría de dirigir a River y lo reemplazaría Mostaza Merlo. Era 1989 y el dato lo consolidó en el programa. Condujo La Oral Deportiva trece años, ganó ocho Martín Fierro al mejor programa deportivo en radio. 

“Nunca renuncié a la esperanza”

Cuando pasó lo de Débora yo quería desaparecer. No quería seguir viviendo. Mi proceso estaba en la memoria de Débora, ir en busca de la verdad y de justicia. Es una transformación. Nunca renuncié a la esperanza. Algunos días son dolorosos y angustiantes, otros son mejores. Un día te das cuenta de que podés sonreír. Otro día te reís. Y un día te aflojas, te sacas el peso de encima y estás abierto al amor”, dice Quique Sacco en su oficina. Estuvo en pareja durante siete años con la periodista Débora Pérez Volpin. En febrero de 2018, hace poco más de dos años, Débora murió durante una endoscopia, estudio de rutina que estaba programado. 

Sacco cuenta su historia personal y su relación con la periodista en un libro de reciente publicación, La vida te compensa (Planeta). En un juicio que llevó 18 meses, quedó demostrado que Pérez Volpin murió por negligencia e impericia. La Justicia dictó tres años de prisión en suspenso y siete de inhabilitación para Diego Ariel Bialolenkier, el endoscopista, y la absolución de la anestesista, fallo que fue apelado. “Valoro el trabajo de la Justicia -sigue Sacco-, aunque no hayamos logrado la sentencia que esperábamos. Pero nosotros pudimos avanzar cuando hay familias que no pueden, a veces por amenazas, o que se fueron quedando en el camino o se perdieron en la burocracia”. Hay un juicio en curso contra la empresa prestadora por encubrimiento y falso testimonio, pero no fue iniciado por la familia de Pérez Volpin. Aun no hay definiciones en esa instancia.

Peréz Volpin había dejado el periodismo para hacer política junto a Martín Lousteau. Un año antes de su fallecimiento había sido elegida legisladora porteña por el Frente Evolución. Sacco la acompañó en su decisión y en la campaña. En 2019, hace dos años, Sacco fue invitado al programa de Mirtha Legrand. Compartió la mesa con María Eugenia Vidal, entonces gobernadora de la Provincia. Fue un flechazo. La pareja se oficializó antes amigos en diciembre de ese año. Siguen juntos, no conviven. Vidal ahora es candidata a diputada nacional porteña por JxC.

“Ni a Débora ni a María Eugenia la veo desde el lugar de las políticas”

Tenés la particularidad de haber acompañado a dos mujeres en campaña.

Poco tradicional, ¿no? Débora siempre tuvo vocación política y cuando decidió dedicarse, yo la acompañé desde el lugar de pareja, del hombre de su vida. Veo, ahora también con María Eugenia, que la política tiene el encanto de hacer lo que te entusiasma pero también es muy dura. Cosas que decís “cómo puede ser que esto esté pasando”.  Y ahí aparece la persona. Ni a Débora ni a María Eugenia la veo desde el lugar de las políticas. Siempre las miré como mujeres, mujeres que son mi vida. En el caso de Débora yo estaba para escucharla al final del día, bajarla a tierra, acompañar. O quizás ni hablábamos de eso. Y hoy me pasa lo mismo con María Eugenia. Tratamos de charlar otras cosas, aunque sí repasamos cómo le va, qué piensa. Creo que supe adaptarme respetando el lugar de ellas. Siendo par. Yo no competía con Débora, ni compito con María Eugenia.

¿María Eugenia forma parte de tus decisiones?

Hablamos mucho, claro. Nos acompañamos.

Sobre la presidencia de Independiente, Hugo Moyano va por la reelección y Cristian Ritondo iría en otra lista. En abril ibas a comunicar si aceptabas postularte… 

Sí, elaboramos un proyecto que es muy bueno, un proyecto por la unidad. Porque la unidad sirve para ganar una elección y llegar a la conducción de un club, pero también para gestionar. 

¿Y qué pasó? 

Lo hablé con mi familia en marzo. Y mi familia no quiso. 

¿Tu familia es…?

Mi familia hoy es María Eugenia. Y sus hijos, los hijos de Débora, la madre de Débora, mi madre…

¿Y por qué no quisieron?

En Independiente estaría expuesto permanentemente. El fútbol es así, aunque haya una buena gestión te exponen los resultados. Dejás de ser una persona cotidiana, para ser una persona pública. Entonces prefiero este trabajo, que también tiene presiones, pero es con mi gente y a la gente a la que le reporto los resultados. 

Turner todavía pelea los derechos de televisación de la Liga Profesional. ¿Tu relación de pareja implica un conflicto de intereses respecto de la negociación con el Gobierno?

Pobre de aquel que lo interprete de esa manera. María Eugenia tiene su vida y yo tengo la mía. Yo tengo una trayectoria que la antecede y ella también. Creo que esa postura menosprecia nuestra capacidad de trabajo. Llegamos por mérito y esfuerzo. Y No mezclamos. Y yo jamás mezclaría mi trabajo con cuestiones políticas o ideológicas. Que alguien haga esa interpretación o que sospeche, me da lástima y me parece una pérdida de tiempo.

VDM/SH

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