Marjane Satrapi, Premio Princesa de Asturias: “Irán es un sistema podrido y frágil, tienen miedo a la palabra”
La dibujante y cineasta Marjane Satrapi fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2024, según hizo público este martes la institución. La artista franco-iraní toma el testigo al filósofo italiano Nuccio Ordine, que recibió la misma distinción en 2023. El jurado definió a la dibujante y pintora como “una voz esencial para la defensa de los derechos humanos y de la libertad”. También la describieron como “un símbolo del compromiso cívico liderado por las mujeres”.
El comité señaló que la “audacia” y “producción artística” de Satrapi la convierten en “una de las personas más influyentes en el diálogo entre culturas y generaciones”. Con el prestigioso premio quisieron “poner de relieve su talento para reinventar las relaciones entre arte y comunicación”, citando como ejemplo su novela gráfica Persépolis, “en la que plasma ejemplarmente la búsqueda de un mundo más justo e integrador”.
“No estoy hecha para recibir galardones, ser aplaudida o fotografiada. Me incomoda y crea cierta angustia”, reconoció Satrapi ante los medios por videollamada, horas después de conocer el veredicto. Su reacción no quiere decir que menosprecie el reconocimiento, al contrario. Lo que buscó desde el otro lado de la pantalla es agitar lo suficiente con sus respuestas como para dejar claro que lo importante del galardón no es la escultura que a partir de ahora vaya a poder lucir en su estantería; sino su capacidad para “arrojar luz y poner el foco en el problema”.
La artista franco-iraní replicó cigarro en mano, aumentando cada vez más la velocidad en su discurso, consciente de que pese a que defiende que “el arte encuentra la justificación en el arte, sin necesariamente tener un compromiso”; el hecho de que obras suyas –como la laureada Persépolis–, lleguen a la sociedad, tiene una implicación directa en el sentir de la sociedad. “Las personas son la opinión pública, que es la que obliga a los políticos a tomar decisiones. En una democracia, un político no va a ir nunca en contra de la opinión pública. Si esta piensa algo, tendrá que ir en esa línea”, valoró.
La dibujante aprovechó su intervención para arremeter con el trato internacional que recibe su país. En especial fue crítica con la postura de Europa, personificándola en Josep Borrell, el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior: “En vez de condenarlos, en noviembre dieron a Irán la presidencia del Foro Social de Derechos Humanos de la ONU”. “Si tuviera delante a Borrell, le daría un bofetón. Estoy enojada con él”, aseguró.
La artista sostuvo que la palabra “es importante”, y que en un “sistema podrido y frágil” como el de Irán, “le tienen miedo y de que se les señale con el dedo”. “Ni yo ni nadie de mi país pediría a Occidente que vayan allí a hacer la revolución, pero sí al menos el reconocimiento al 85% de la población que no quiere esa dictadura religiosa”, planteó.
Satrapi no supo cómo valorar la repercusión real de sus títulos. “Un artista tiene que ser humilde respecto a su capacidad de cambiar el mundo”, indicó. “Nunca sé el impacto que va a tener mi trabajo. Si hago algo que ayude, fantástico. En mi país cada día se detiene y se mata a jóvenes, como al rapero Toomaj Salehi –condenado a muerte esta misma semana–. Mi obra tendrá impacto cuando se reconozca a Irán como un estado terrorista”, sostuvo.
Mi obra tendrá impacto cuando se reconozca a Irán como un estado terrorista
La cineasta recordó en varias ocasiones que su país está realizando “actualmente cinco guerras”, incluida una dentro de su territorio, “contra su propia población”. “¿Qué más se necesita para reconocerlo como estado terrorista? Ya es hora”, zanjó. La dibujante fue igualmente crítica con la religión, ya que considera que “su gran problema es que impide a la gente hablar y reflexionar. Pretende dar respuestas en vez de formular preguntas. Y cuando se lleva al extremo, da un resultado nefasto”. “Necesitamos gente que reflexione y no que 'nos reflexione'. El fanatismo pulsa el botón de la emoción y todo explota”, afirmó.
De Irán a París
La premiada nació en 1969 en Rasht (Irán), en el seno de una familia acomodada y de ideología progresista. El complejo contexto político que se dio en su país en los años posteriores a la revolución de 1980, motivó que fuera enviada a Viena para que continuara sus estudios de secundaria en el Liceo Francés de la capital austríaca. Una vez volvió a Irán, se matriculó en Bellas Artes en la Universidad de Teherán, donde obtuvo el máster en Comunicación Audiovisual.
En 1994 se trasladó a Francia, donde vive desde entonces. Estudió en la Escuela de Artes Decorativas de Estrasburgo y después se mudó a París. En 1997 inició su carrera como ilustradora de libros de cuentos para niños como Adjar y Los monstruos tienen miedo de la luna.
La artista se introdujo en el mundo del cómic de la mano del dibujante y guionista David B, que fue quien le sugirió narrar en este formato los recuerdos de su infancia y adolescencia en Teherán. El resultado fue Persépolis, la novela gráfica ilustrada en blanco y negro en la que Satrapi logró que se hablara de la Revolución iraní como nadie antes lo había hecho: en primera persona y de manera divulgativa, no como un conflicto alejado y ajeno al mundo.
Publicada en cuatro tomos, Persépolis alcanzó gran éxito de crítica y público. La propia dibujante se encargó de llevarla a la gran pantalla junto a Vincet Paronnaud en 2007. El largometraje de animación fue galardonado con el Premio del Jurado del Festival de Cannes, dos premios César y fue nominada al Oscar a Mejor película de animación. Su gran repercusión le impulsó a seguir transitando y combinando ambas vías: historieta y cine.
En 2003 publicó el cómic Bordados, en el que presentó una serie de reflexiones sobre las mujeres iraníes; y en 2006 Pollo con ciruelas, con el que obtuvo el reconocimiento a Mejor álbum en el Festival del Cómic de Angulema 2005. Ambientada en su Irán natal en 1928, narraba la historia de Nasser Alí, un músico que perdía las ganas de vivir después de que su mujer le rompiera su tar, el instrumento que le había acompañado hasta entonces.
Cómic y cine, entrelazados
Satrapi volvió a adaptar al cine su obra junto a Vincent Paronnaud, y posteriormente ha estrenado otras tres películas. En la comedia La bande des Jotas (2013) mostró una versión absurda de la habituales confusiones de maletas que se dan en los aeropuertos a través de Nils y Didier, dos jóvenes que viajaban al sur de España para participar en un campeonato de bádminton.
En Las voces (2014) mezcló humor y comedia con un reparto liderado por Ryan Reynolds, Gemmar Arterton y Anna Kendrick. El filme a Jerry, hombre que sufre con esquizofrenia y trabaja de mantener en secreto sus alucinaciones.
Por último, en Radioactive (2020), narró la vida de la química Marie Curie y su pareja, Pierre Curie, quienes desarrollaron la teoría de la radiactividad y descubrieron tanto el radio como el polonio. El largometraje, liderado por Rosamund Pike, estaba basado en la novela homónima de Lauren Redniss. “Fue una mujer que no buscaba gustar ni ser querida, y de ese modo es más fácil quererla”, describió Satrapi a Marie Curie en durante la promoción del filme.
Mujer, Vida, Libertad (2023) es el último proyecto gráfico de la artista. Un volumen colectivo de no ficción en el que participaron el politólogo iraní Farid Vahid, el historiador también iraní Abbas Milani, el reportero francés Jean-Pierre Perrin y un grupo de diecisiete autores de cómic (entre ellos los españoles Patricia Bolaños y Paco Roca). El libro ilustra las revueltas producidas en irán a partir del asesinato de Mahsa Amini en 2022, a manos de la llamada 'policía de la moral'. En él se denuncia la represión y falta de derechos humanos que, según Satrapi, sufre la sociedad iraní, muy en especial las mujeres, por culpa del régimen.
Otra de las disciplinas en las que Satrapi destaca es la pintura, con relevantes exposiciones en galerías parisinas como la Jérôme de Noirmont. Este mismo año se expone, en el hotel de la Marine de París, un tapiz diseñado por encargo de Mobiliario Nacional de Francia con motivo de los próximos Juegos Olímpicos de París. Comandante de la Orden de la Artes y las Letras de Francia, la artista es doctora honoris causa por las universidades belgas UC Louvain y KU Leuven. En 2024 fue elegida miembro de la Academia de las Bellas Artes de Francia.
El Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades está dotado con una escultura de Joan Miró, un diploma acreditativo, una insignia y 50.000 euros. Al galardón optaban un total de 47 candidaturas de 15 nacionalidades. Su candidatura ha sido propuesta por María Sheila Cremaschi, directora para España en Hay Festival of Literatura and Arts. El jurado ha estado presidido por Víctor García de la Concha e integrado por figuras como Rosa María Calaf Solé, Luis María Anson Oliart e Irene Cano Piquero.
LGH/CRM
0