El viaje de la Difunta Correa, dos regresos y un cuento de Quiroga en cuatro obras de teatro notables

En una cartelera teatral versátil y agitada como la que ofrece la Ciudad de Buenos Aires coinciden por estos días algunas obras teatrales que, más allá de sus estilos y mundos diversos, tienen algo en común en sus propuestas: todas ellas vienen a renovar el panorama a fuerza de textos potentes de autores y autoras locales con actuaciones impactantes.

A continuación, un repaso por todas ellas y las coordenadas para verlas.

1. Salvajada. Hay momentos de musical, despliegue de títeres, escenas intimistas y un texto chirriante, por momentos muy gracioso, repleto de capas alrededor de lo humano y lo salvaje, de la naturaleza y la ficción. Con dirección de Luis Rivera López, Salvajada fue escrita por el dramaturgo y autor argentino Mauricio Kartun a partir del cuento Juan Darién, de Horacio Quiroga. La historia tiene en el centro a Juan Darién una suerte de tigre humanizado, un yaguareté criado con mucho cariño y reparos por una mujer. Las circunstancias lo llevan a lanzarse al mundo para crecer entre hombres y mujeres que lo miran con recelo: es diferente y esa diferencia pone a los demás ante sus propios abismos.

El elenco, con actuaciones muy destacadas, está compuesto por Valentina Bassi, Carlos Belloso, Mónica Felippa, Diego Ferrari, Carolina Guevara, Pablo Mariuzzi, Gustavo Masó, Julieta Rivera López, Carolina Tejeda y Blanca Vega.

Cuándo y dónde: Hasta el 17 de septiembre, de jueves a domingo a las 20 en el Teatro Nacional Cervantes (Libertad 815, CABA). Más información, por acá.

2. Sombras, por supuesto. “El cine de Fassbinder estuvo presente en todos nuestros procesos como grupo, a la hora de ponernos a ensayar, particularmente por su trabajo con las actrices y actores. En esta ocasión decidimos tomarlo directamente como punto de partida y entonces, al tenerlo en cuenta también a la hora de escribir, me interpeló más la dimensión política de su obra, su componente anarquista: mirar el mundo con humor y amor, con una profunda fe en la posibilidad de transformarlo, desde el mínimo rincón que a uno le toque”, apunta Romina Paula en el programa de Sombras, por supuesto. Una obra que implica dos regresos: por un lado, el de la compañía que ella encabezó como autora y que vuelve a reunirse después de obras emblemáticas para el teatro independiente argentino de la década pasada como Algo de ruido hace, El tiempo todo entero y Fauna. Y también la vuelta a Fassbinder, a su universo, diez años después de aquellos ensayos del grupo que supo llamarse Los Primos y luego derivó en la Compañía El silencio.

Con los cuatro intérpretes todo el tiempo en escena, un tono emotivo siempre presente y con la posibilidad de verlos desde los cuatro lados porque el escenario está en la mitad y el público queda sentado alrededor, en Sombras, por supuesto su autora parte de la desaparición de un joven y de un interrogatorio policial a sus familiares. Pero esas escenas son excusas –sombras, por supuesto– para hacer crujir la base de un dispositivo que se va descomponiendo. Una proyección que se desarticula, que tironea de los artificios, las palabras, las formas de decir. 

Con actuaciones notables, la obra está protagonizada por Esteban Bigliardi, Pilar Gamboa, Esteban Lamothe y Susana Pampín.

Cuándo y dónde: Hay funciones previstas para agosto, septiembre, octubre y noviembre en distintos días y horarios en la sala principal de Arthaus Central (Bartolomé Mitre 434, CABA). Más información, en este enlace.

3. Precoz. “Dirigir no me resulta fácil, es muy difícil, es mucha responsabilidad, siempre me cuesta decidir. Y en general dirigí cosas que me proponen, no es que yo ando con materiales y digo: ‘Che, tengo ganas de hacer esta obra, está bueno este material’. Nunca me pasa eso. Y siempre ando con mucha duda. Precoz en particular es un libro que me acercan Flor Monfort y Natalia Kleiman, es la primera obra de un camino que ellas quieren hacer produciendo con materiales que les interesan y que tienen de alguna manera una perspectiva de género, una interpelación desde ese lugar. Y me costaba agarrarlo porque me parecía difícil. El libro me atraía y lo rechazaba al mismo tiempo. Lo tuve que leer un par de veces para entender más. Tuve que hacer varias lecturas”, dijo en esta entrevista con elDiarioAR hace un tiempo la actriz, directora y dramaturga Lorena Vega.

Basada en una novela de la escritora Ariana Harwicz, la obra tiene como protagonistas a una madre y un hijo adolescente que viven en varios márgenes: el geográfico (deambulan por una zona incierta y hostil), el legal (¿quién se hace cargo de quién en esta historia?) y el afectivo. “Bordeando los límites del amor insano y perfecto, la soledad más absoluta y el desprecio de la sociedad, juntos son dinamita: separados, no son nada”, sintetizan desde la producción. 

Luego de una temporada que tuvo a Julieta Díaz en el rol de la madre, la obra ahora está protagonizada por la destacada actriz Valeria Lois en ese papel y en el rol del hijo se sigue luciendo Tomás Wicz. La adaptación fue realizada por Juan Ignacio Fernández.

Cuándo y dónde: Jueves y viernes a las 20. En la sala Dumont 2020 (Santos Dumont 2020, CABA). Más información, en este enlace.

4. La madre del desierto. Estrenada hace algunos años en el Teatro Nacional Cervantes, la vuelta a escena de La madre del desierto, de Ignacio Bartolone, es, por su trabajo con la lengua y por la enorme entrega de sus protagonistas, una alegría. Con la historia mítica de la Difunta Correa en el horizonte –un horizonte que se difumina, que se torsiona hasta volverse inasible– la acción transcurre en un paisaje ocre por el que deambulan La Deolinda (Alejandra Flechner) y El Bebo Pura Leche (Juan Isola). Son una madre y un bebé en una intemperie apabullante; son dos personas que, en esa soledad, dialogan; que tironean de las palabras y también de la incertidumbre que los rodea. Se vislumbra el desierto omnipresente y, con esa misma contundencia, también aparecen el pasado, los fantasmas, las pérdidas.

Con actuaciones extraordinarias de Flechner e Isola y un tono poético bellísimo (cómico a veces, conmovedor siempre) Bartolone ofrece de esta manera una obra que, con la forma sinuosa de un periplo, superpone elementos que habilitan preguntas sobre la historia nacional, los cuerpos, la identidad, los límites del lenguaje y las posibilidades de lo representable.

Cuándo y dónde: Domingos a las 17, en El Galpón de Guevara (Guevara 326, CABA). Más información, en este enlace.

AL