A menos de un mes de su implementación, se diluye el efecto en las góndolas del congelamiento de precios
Implicó un recambio de autoridades, largas jornadas de negociaciones, declaraciones cruzadas en los medios y una escalada de tensión entre el Gobierno y las grandes empresas en la previa electoral. Sin embargo, a poco de concretarse, el congelamiento de los precios de una canasta de 1.432 productos parece haber empezado a perder peso como herramienta para moderar la suba de los alimentos. “El efecto más fuerte ya pasó”, aseguran en el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).
Según los registros de ese centro de estudios, el impacto más claro del congelamiento —que entró en vigencia hace menos de un mes, el 20 de octubre— se concentró en la cuarta semana de octubre, momento en que se registró la primera variación semanal negativa desde abril de 2020, de -0,1%. Luego los movimientos semanales volvieron a niveles positivos y en la segunda semana de noviembre (la última relevada) la inflación fue de 0,7%, con las subas más marcadas en bebidas (1,6%) y alimentos frescos (1%). La categoría alimentos secos —alcanzado en buena parte por el congelamiento— contuvo la suba que se vio en otros rubros. Particularmente, los cortes de carne tuvieron un alza de 2,8% en la semana, que llevó su aumento mensual hasta el 7,8%.
“El rol de ancla que deberían tener los 1.400 sobre los otros 20.000 no se estaría dando. Siempre supimos, y hasta el Gobierno lo dio a entender así, que era una política de corto plazo. Pero salvo el alimentos secos, en los otros rubros se siguen viendo aumentos fuertes”, dijo a elDiarioAR Nicolás Pertierra, economista del CESO, para quien “hoy es difícil cargarle a una medida ”la responsabilidad de frenar una inercia inflacionaria tan grande“.
Pertierra no ve viable que el Gobierno intente reforzar los controles sector por sector. Le parece que tal vez sí podría avanzar en un esquema más general. “Algo más estilo de los típicos programas de estabilización en los '70 u '80, donde congelás los precios a una determinada fecha en simultáneo para varios sectores y para varios eslabones de la cadena”, apuntó.
En la Secretaría de Comercio señalaron que, de acuerdo con el Sistema Electrónico de Publicidad de Precios Argentinos (SEPA), que recoge la información de los precios en góndola que envían los supermercados de todo el país bajo el formato de declaración jurada, hubo una baja de 7,7% en los precios desde el 20 de octubre (fecha en que comenzó a regir la medida) y el 5 de noviembre. La baja más fuerte se vio en los primeros días (-7,6%), luego se redujo a -0,1% y en los últimos datos, correspondientes a noviembre, los precios se mantuvieron estables.
Si la medida no da los resultados esperados, no se puede alegar un incumplimiento. Según el reporte de los inspectores oficiales desplegados en el territorio, hay un alto acatamiento de los grandes supermercados: 85% en abastecimiento y casi 99% en precio.
En el círculo de Roberto Feletti esperan que el impacto de la “estabilización” se vea en los registros de noviembre, y algunas consultoras avalan esa presunción. Según Agostina Myronec, analista de Ecolatina, se sintió el efecto de la medida en la primera quincena de este mes y fue similar al que se vio cuando se instrumentó Precios Máximos en 2020. Sin embargo, puede ser que productos que están por fuera del congelamiento malogren el dato final de inflación.
En Comercio admiten que se ven aumentos por fuera de la canasta de precios estabilizados y aseguran que el tema está bajo análisis. Si bien frutas y verduras también podrían empujar el índice, como lo hicieron en octubre, la principal “preocupación” oficial es la carne, que volvió a mostrar subas en noviembre aun cuando siguen vigentes los cupos a la exportación implementados para garantizar el abastecimiento interno y moderar el precio. Además de ser producto emblemático de la mesa de los argentinos, que afecta con sus variaciones el humor social, tiene una incidencia muy alta en la canasta de alimentos que releva el Indec. El peso de la carne oscila entre el 7% (GBA) y el 13,3% (noreste) sobre los índices de precios minoristas regionales, que luego se promedian para obtener el dato nacional.
Para intervenir sobre este mercado el Ministerio de Desarrollo Productivo —del que depende Comercio Interior— necesitaará articular con el Ministerio de Agricultura, al mando de Julián Domínguez. “El diálogo existe en este momento para seguir el caso y ver qué decisión tomar. Si amerita algún tipo de intervención, se hará. Lo que está claro es que no se va a permitir ningún abuso contra los consumidores y consumidoras”, apuntaron.
La explicación del sector productor de carne es que la suba responde a una caída en la oferta y una mayor demanda derivada de una mejora del poder adquisitivo. De acuerdo con un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra) en octubre se faenaron 10,1% menos de animales que el año pasado y en el acumulado de los primeros diez meses se faenó un total de 10,72 millones de cabezas de hacienda vacuna, 7,5% menos que al mismo período de 2020.
Solo esta semana los precios mayoristas de la hacienda vacuna aumentaron alrededor del 20% en el Mercado de Liniers. Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), considera que el factor fundamental detrás de la suba de la carne es la “especulación” de los productores del sector frente al aumento de demanda de fin de año, algo que también se pudo ver en 2020. En diciembre de ese año la carne pegó un salto de 20,2%, según el monitor de CEPA en base Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPVC).
“La excusa del sector es que hay menos oferta, pero si te fijas en los primeros 16 días de noviembre en el mercado de hacienda entraron las mismas cabezas que entraron en julio, agosto, septiembre y octubre. Me da la impresión que lo que quieren es generar una remarcación que compense la inflación de los últimos cuatro meses, en los que el precio de la carne estuvo prácticamente planchada”, analizó.
Para Letcher, que sonó como un eventual candidato para ocupar la Secretaría de Comercio Interior tras la salida de Paula Español, no sería una sorpresa registrar a partir de noviembre aumentos marcados en los productos que quedaron por fuera de Precios Cuidados porque ese era, justamente, uno de los escenarios que se evaluó desde el principio. “De todos modos, no creo que la Secretaría se quede de brazos cruzados; entiendo que va a intervenir más allá del hecho de que esté dentro de la canasta o no”, apuntó.
DT
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