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Crisis energética

Ante la ola de calor, alertan sobre el uso simultáneo de aires acondicionados y el consumo de energía

Del uso de los electrodomésticos, los especialistas advierten sobre el consumo que generan los aires acondicionados.

elDiarioAR

14 de enero de 2025 12:55 h

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Ante el inminente pico de calor que impactará esta semana en buena parte del país, el presidente de Edenor, Edgardo Volosín, advirtió que “no es sólo la cantidad de energía que se consumirá” sino también la forma.

“El problema principal no es solo la cantidad de energía que se consume, sino cómo se consume. El uso de aires acondicionados es uno de los factores más críticos”, afirmó el ejecutivo durante una entrevista radial.

“Este jueves la temperatura alcanzará los 36 grados, lo cual no es el pico más alto que tuvimos históricamente, pero sí pondrá estrés en el sistema eléctrico por diversos factores”, señaló. Ya un documento publicado por CAMMESA advertía sobre la situación que se enfrenta esta semana en materia energética. Allí, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico sostuvo que ola de calor que se pronostica en todo el país desde el miércoles marcará un récord de demanda. En este contexto se prevé la posibilidad de cortes de suministros y se analiza la importación de energía desde Chile, Uruguay, Bolivia y Brasil,

“Muchas veces en una casa vemos que hay tres o cuatro aparatos prendidos al mismo tiempo, incluso en habitaciones donde no hay personas. Esta simultaneidad genera un impacto muy alto en el sistema”, explicó Volosín.

Precisó que estos aparatos en simultáneo pueden tomar el 25% del consumo eléctrico en momentos de alta demanda.

“Ese 25% usado de manera simultánea tiene un impacto altísimo. Si bien puede parecer un porcentaje relativamente bajo, en el contexto de un sistema que ya está exigido, la simultaneidad lo sobrecarga y produce efectos no deseados”, agregó.

En ejecutivo volvió a cargar las tintas sobre la desinversión en el pasado por la política tarifaria aplicada: “Venimos de décadas de atraso tarifario que generaron una falta de inversión. Esto dejó al sistema en una situación frágil, con el 40% de las instalaciones al final de su vida útil”.

Con relación a lo que viene, Volosín señaló que es habitual que se importe energía de países limítrofes.

“Esto es algo habitual en momentos críticos. Hemos importado energía de Brasil durante muchos años, y en otros casos, también desde Chile, Uruguay y Bolivia. Siempre que las razones sean técnicas, estas operaciones se realizan sin problemas”, señaló

Consultado sobre si la relación diplomática actual con Brasil podría complicar estos intercambios, Volosín minimizó esa posibilidad: “Estas cuestiones se manejan de manera técnica, no política. Nunca hemos tenido inconvenientes con Brasil por razones que no fueran estrictamente técnicas”.

El presidente de Edenor dijo que “la Secretaría de Energía está trabajando en un análisis para definir con mayor precisión qué usuarios deben ser subsidiados. Esto incluye poner un tope al consumo subsidiado para sectores medios y ajustar los requisitos para acceder a la tarifa social”, explicó.

 “Lógicamente, con los aumentos en las tarifas, uno esperaría que los usuarios sean más cuidadosos con el consumo de energía, pero no estamos viendo eso en la práctica. El aire acondicionado, por ejemplo, se ha convertido en una necesidad para muchas personas, incluso en contextos donde antes ni se consideraba”, ejemplificó Volosín.

Una crisis energética anunciada

Durante este fin de semana, en una nota de Natalí Risso publicada en elDiarioAR, fuentes del sector energético alertaban sobre la urgente de necesidad de que se tomen decisiones para ampliar la capacidad productiva de electricidad para industrias y hogares.

Las tarifas de energía eléctrica aumentaron 268% en promedio durante el 2024, de acuerdo con Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires (IIEP) de la UBA y el Conicet. Tras este “sinceramiento tarifario”, para 2025 la prioridad del gobierno de Javier Milei es mantener un bajo nivel de inflación. por estos días, Energía convoca audiencias públicas para definir los aumentos, pero fuentes oficiales confiaron a elDiarioAR que apuntan a que los mismos no superen por más de un dígito la inflación de cada mes. 

Un verano complicado

Así lo definió Daniel González durante su primera aparición pública como secretario coordinador de Energía y Minería de la Nación en el aniversario número 110 de la petrolera Shell a principios de septiembre. Es que Cammesa —la empresa encargada de planificar las necesidades de capacidad de energía y operar el mercado eléctrico— había proyectado que la demanda del verano podría alcanzar un pico 30.000MW en el país, por encima de los 29.000MW récord al que se había llegado en febrero de 2024.

Al mes de esa aparición, en octubre, la Secretaría de Energía publicó la Resolución 294/2024, un “Plan de contingencia y previsión para meses críticos del periodo 2024/2026”, con medidas específicas para el corto, mediano y largo plazo en los tres eslabones del mercado.

  • La generación: empresas que producen la energía a través de distintas fuentes que van desde centrales térmicas —hidrocarburos, sobre todo gas—, termoeléctricas como las de Central Puerto en AMBA —a base de combustibles líquidos como el gasoil y fuel oil— e hidroeléctricas —utilizan generación hidráulica— hasta las renovables —la solar y eólica
  • El transporte: a través de grandes líneas de mayor voltaje que van de los centros de producción a los de consumo
  • La distribución: que son las pequeñas líneas que llevan la energía desde las estaciones transformadoras a los hogares, donde juegan las famosas Edesur y Edenor en AMBA. 

Para las generadoras, el Gobierno dispuso incentivos económicos a aquellas que cuentan con máquinas antiguas (algunas tienen más de 60 años) que normalmente no son utilizadas, para que las pongan en uso y les hagan un mantenimiento. Con esto, consiguieron tener disponibles 380 MW para momentos críticos. 

También tienen en cuenta la importación de energía de países limítrofes como Brasil o Paraguay en momentos de alta demanda. En este sentido, los últimos dos meses de lluvias en Brasil, que genera el 70% de su energía a partir de centrales hidroeléctricas, y la mejora del caudal del río Paraná que afecta positivamente a la generación de la entidad binacional Yacyretá, generan un alivio para la Argentina, que podría contar con disponibilidad para importar energía en el caso de que la necesite.

Por el lado del transporte, establecieron un programa de promoción de inversiones en ampliación de infraestructura de transmisión; el uso preventivo de transformadores de reserva en nodos críticos para evitar sobrecargas; y la aceleración de obras en redes de alta tensión.

Para la distribución, elaboraron un programas de atención de contingencias para evitar fallos mayores en áreas concesionadas, y la declaración y uso de generadores móviles en redes distribuidoras para períodos de alta demanda.

Además, abrieron un registro para que las grandes industrias, calificadas como grandes usuarios mayoristas (GUMA), se anoten de manera voluntaria para disminuir como mínimo un 10% de su demanda en momentos de máxima tensión del sistema, a cambio de un incentivo económico. Según fuentes oficiales, el registro se actualiza semanalmente y algunas de las que se fueron anotando son Aluar, Acindar y Tenaris, entre otras.

Lo que viene no es mejor, salvo que se tomen decisiones

“Todo el mundo está muy enfocado en este verano, pero el problema se agrava para los que vienen”, alerta una fuente del sector. El crecimiento vegetativo sumado a una economía en recuperación, generará un aumento de al menos 5% de la demanda de energía para el año que viene

En diálogo con este diario, fuentes oficiales aseguraron que entre enero y febrero saldrán dos licitaciones: de baterías para almacenamiento de energía eléctrica, y de construcción de una nueva planta de generación térmica. 

“Pero vamos a tener el mismo problema”, continúan desde el sector privado, “porque para instalar una máquina nueva necesitas entre 30 y 36 meses, o mismo las baterías que pretenden licitar para almacenar energía y tener reserva para las horas pico, que tienen unos diez meses de instalación. Si no se toman decisiones ahora el problema va a ser cada vez peor año a año”.

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