Por qué no es buena idea hacer compras de noche o con sueño
No es nada nuevo si decimos que nuestras costumbres a la hora de comprar cambiaron enormemente en los últimos años. El universo del comercio electrónico recibió un importante empujón con la pandemia y modificó la manera en la que hacemos las compras de tal manera que un gran porcentaje, sobre todo de artículos de ropa, se realizan por Internet.
Pero cuidado con hacerlo por la noche o a última hora del día, cuando estamos cansados. Pese a que muchos de los mensajes que nos llegan en forma de numerosos estímulos, de forma especial durante los meses festivos, pueden parecer el paraíso de los descuentos y las ofertas que nos invitan a realizar compras, tenemos que estar atentos y, aunque nos pueda parecer una buena idea porque es una forma de aprovechar el tiempo cuando ya se terminó el día, los neurólogos no opinan lo mismo.
Desde la Sociedad Española de Neurología (SEN) advierten que la falta de sueño nos puede convertir en 'malos consumidores'.
Si no dormimos lo que necesitamos, no decidimos bien
El sueño, como define el Instituto del Sueño, es una parte integral de la vida cotidiana, una necesidad biológica que nos permite restablecer las funciones físicas y psicológicas básicas para poder rendir bien. Es decir, dormimos para estar despiertos y activos.
Aunque la necesidad de sueño cambia en cada persona, en función de factores que van desde la edad, el estado de salud o emocional, el tiempo ideal de sueño es el que nos permite realizar las actividades diarias con normalidad, según la Sociedad Española del Sueño (SES). Esto se sitúa en unas siete horas mínimas para los adultos.
¿Qué ocurre cuando nos faltan horas de sueño? ¿O cuando este no es de calidad? Ante la falta de sueño, disminuye el rendimiento intelectual, tenemos dificultad para concentrarnos y usar la memoria, y desciende la capacidad de abstracción y razonamiento lógico, pero también se acortan los reflejos y aumenta el tiempo de reacción a un estímulo concreto.
Como demuestra este estudio, uno de los principales síntomas de sueño, además de la somnolencia diurna excesiva, es un ánimo decaído y mala memoria o concentración, así como errores de juicio. Escatimar en horas de sueño puede afectar de manera negativa a la toma de decisiones y la manera en la que manejamos nuestras decisiones.
Tres motivos por los que es mejor no comprar online cuando estamos cansados
La compra online nos permitió adquirir cualquier producto las 24 horas del día, los siete días de la semana, cuando tengamos ganas y desde donde se nos antoje. Hacerlo por la noche es cómodo, fácil y rápido y, además, se convirtió en algo habitual. Pero esta comodidad no implica que sean las horas más acertadas para hacerlo.
“El cansancio y la somnolencia también nos hacen más proclives a hacer una compra que, de otra manera, sería mejor seleccionada, más económica o la pospondríamos a un momento más adecuado”, dice la doctora Ana Fernández Arcos, Coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y el Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Por tanto, es el momento en el que podemos comprar cosas que no necesitamos o que, en realidad, no nos viene bien comprar por motivos económicos.
Y es que, según la experta, la corteza prefrontal es un área cerebral que está implicada en el control de impulsos y es “muy vulnerable a la falta de sueño o al sueño de poca calidad”. Por tanto, si estamos cansados, la fuerza de voluntad disminuye y nuestro cerebro no reflexiona como debería.
Otro motivo por el que no es recomendable hacer compras online de noche es porque “una persona con falta de sueño tendrá más dificultad para mantener el autocontrol y, por tanto, para dominar sus impulsos debido a la alteración del funcionamiento de la corteza prefrontal”, matiza por su parte la doctora Celia García Malo, vocal del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y el Sueño de la SEN.
A todo ello, los neurólogos apuntan a un problema más: navegar por internet a una hora en la que deberíamos estar haciendo algo que nos relaje lo que hace es provocar un “estado de hiperalerta y un pico de secreción de dopamina que nos dificultará conciliar el sueño más adelante, generando un círculo vicioso que nos lleva a un sueño corto y una peor forma física y mental”, afirma García Malo.
Una de las dos áreas del cerebro que controla el momento del sueño y vigilia es muy sensible a la luz e impulsa la vigilia, mientras que la otra secreta la hormona del sueño melatonina cuando la luz disminuye por la noche. La estimulación de esta parte del cerebro con las pantallas suprime la producción de melatonina, lo que dificulta a muchas personas que puedan 'apagar' el cerebro y se duerman.
Como advierte la Sleep Foundation, esto nos lleva a excitaciones neurofisiológicas que lo que hacen es aumentar la sensación de alerta cuando, en realidad, deberíamos estar relajándonos.
Por todo ello es primordial evitar realizar compras cuando estamos privados de sueño: en estas circunstancias, el cerebro “se vuelve más impulsivo y menos consecuente”, reconoce Fernández Arcos.
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