La Casa Real británica trabaja en una revisión de sus “políticas de diversidad” tras las acusaciones de Markle
El Palacio de Buckingham está trabajando para revisar a fondo las “políticas de diversidad” en respuesta a las acusaciones de racismo vertidas por el duque y la duquesa de Sussex, Enrique y Meghan Markle.
La revisión afectará también a la Casa de Clarence y al Palacio de Kensington, según fuentes de la Casa Real citadas este domingo por la cadena británica BBC.
Las fuentes explicaron que ya existen unas políticas concretas al respecto, pero los resultados no son los esperados, por lo que apuestan por su renovación.
Entre los cambios que se barajan está el nombramiento de un “jefe de diversidad” y están trabajando para recopilar opiniones porque “quieren que esto se haga bien”.
Estas labores habrían comenzado antes de que Enrique y Meghan denunciaran actitudes intolerantes en la familia real durante una entrevista con la presentadora y actriz estadounidense Oprah Winfrey. En la conversación, emitida el 7 de marzo, revelaron que un miembro no identificado de la familia real británica se mostró “preocupado” sobre cuál iba a ser color de piel de su hijo, Archie.
A las preguntas de Winfrey, Markle respondió que hubo “varias conversaciones” con su marido sobre el probable tono de piel de Archie, y “lo que eso podría significar o parecer”. La conductora le preguntó entonces si la preocupación era que su hijo fuera “demasiado oscuro” y Markle respondió: “Si esa es la suposición que está usted haciendo, es una suposición bastante cierta”.
Enrique y Meghan no quisieron decir quién realizó este comentario, pero más tarde el duque de Sussex aclaró a Oprah que no fueron ni la reina Isabel ni su marido, el duque de Edimburgo.
Tras la polémica, el Palacio de Buckingham manifestó su “preocupación” y aseguró que “afrontarían muy seriamente y en privado” esta cuestión.
Por su parte, el príncipe William, nieto de la reina Isabel II, segundo en la línea de sucesión a la corona británica y hermano de Enrique, rechazó las acusaciones de racismo vertidas por los duques de Sussex. “No somos para nada una familia racista”, aseguró.
CB con información de agencias
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