Un fallo pionero del Tribunal de Estrasburgo concluye que la inacción climática viola los Derechos Humanos
En una sentencia histórica, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) falló este martes a favor de una demanda planteada por la acción insuficiente de los Estados para limitar el cambio climático y considera que Suiza violó los derechos humanos de un grupo de mujeres mayores porque se constataron “lagunas críticas” en las políticas del país contra el cambio climático.
Las mujeres, agrupadas en la asociación Verein KlimaSeniorinnen, demandaron a Suiza argumentando las consecuencias que tienen para su salud de las olas de calor “cada vez más frecuentes e intensas”. Los jueces europeos estiman que el país incumplió sus obligaciones para con los derechos de estas mujeres de edad avanzada, muchas de las cuales tienen más de 75 años, para evitar que sufran los efectos del calentamiento global. En la sentencia, la corte concluye que hubo una violación del derecho al respeto de la vida privada y familiar y del acceso a los tribunales, consagrados en el Convenio Europeo de Derechos Humanos.
“Este fallo es un hito en la lucha por un clima habitable para todos. Y el veredicto es una satisfacción. Después de que los tribunales suizos no nos escucharan, el TEDH lo ha confirmado: la protección del clima es un derecho humano”, dice Anne Mahrer, copresidenta de KlimaSeniorinnen, en un comunicado.
Los magistrados creen que hubo carencias en la política suiza para cuantificar, mediante la fijación de un presupuesto de carbono o de otra manera, la limitación de sus emisiones de efecto invernadero. En la misma línea, Suiza no respetó en el pasado los objetivos que se había fijado para disminuir esas emisiones.
Es la primera vez que este tribunal internacional se pronuncia sobre la crisis climática. El veredicto, que no puede ser recurrido, podría obligar al Gobierno suizo a tomar mayores medidas para reducir las emisiones, incluida la revisión de sus objetivos de reducción de emisiones para 2030 para alinearse con el objetivo el Acuerdo de París de 2015 para contener la crisis climática, dijo Reuters.
La decisión podría tener un posible efecto dominó en el continente, y sienta un precedente vinculante sobre la forma en que algunos tribunales abordan la ola de litigios climáticos sobre la base de la vulneración de los Derechos Humanos. “Aunque el TEDH no está facultado para sancionar a los gobiernos por el incumplimiento de sus sentencias, este fallo puede utilizarse en casos planteados a nivel nacional para exigir responsabilidades a los gobiernos por el incumplimiento de las mismas. Por lo tanto, se espera que la sentencia de hoy provoque una nueva oleada de casos sobre cambio climático en los tribunales nacionales de Europa”, dice en un comunicado de la organización Global Legal Action Network. “Las sentencias también han sentado un precedente a seguir por otros tribunales internacionales”.
Ruth Delbaere, directora de campañas legales de la organización Avaaz, dijo que estas “heroicas mujeres de la tercera edad” abrieron “un nuevo capítulo en los litigios climáticos, demostrando cómo los ciudadanos de a pie pueden obligar a los gobiernos reticentes a tomar medidas climáticas”
“Hoy es un día histórico para KlimaSeniorinnen en su compromiso con la justicia climática: ¡en los tribunales, en las calles y donde está el poder!”, escribió Greenpeace en la red social X. “La sentencia de hoy contra Suiza sienta un precedente histórico que se aplica a todos los países europeos. Significa que todos los países europeos deben revisar urgentemente sus objetivos para que tengan una base científica y se ajusten a 1,5 grados. Es una gran victoria para todas las generaciones”, dijo Gerry Liston, abogado principal de Global Legal Action Network.
El tribunal declara inadmisible la demanda contra 32 países
El TEDH, sin embargo, declaró inadmisible la demanda del que fue alcalde ecologista de la localidad francesa de Grande Synthe, en la costa del Canal de la Mancha, que reclamó a su país una reducción de las emisiones de CO2 para evitar la subida del nivel del mar, así como otra más mediática, presentada por varios jóvenes contra 32 países europeos, entre ellos España, a los que reprochaban su responsabilidad en el calentamiento global y en las consecuencias que tiene y tendrá para sus vidas.
El tribunal de Estrasburgo se pronunció así en medio de una enorme expectativa sobre la demanda que seis jóvenes portugueses, de entre 11 y 24 años, presentaron por el cambio climático al entender que se violó su derecho a la vida, al respeto al desarrollo de la vida privada y familiar, y a las prohibiciones de malos tratos y de discriminación, ya que consideran que la “emergencia climática” afectará más a su generación, dada su edad actual, que a las anteriores. La demanda contaba con el respaldo de muchas ONG y figuras mediáticas del ecologismo como Greta Thunberg –presente en Estrasburgo–, que quisieron convertirla en una tribuna pública para su causa.
Los jueces desestimaron sus alegatos sin entrar a examinar el fondo del asunto en primer lugar porque los seis demandantes se saltaron la regla de que hay que agotar las vías de recurso interno del país al que denuncian antes de llevar un caso a Estrasburgo. Los jóvenes habían argumentado que la urgencia climática les eximía de esa regla jurídica básica, pero el TEDH no aceptó esa tesis. Además, los jueces europeos también señalan que, para denunciar a otros Estados más allá de Portugal y aplicar un supuesto principio de extraterritorialidad porque su acción o inacción puede tener efectos para ellos, hay otros instrumentos jurídicos internacionales y el TEDH es el órgano competente para hacerlo.
“Realmente esperaba que ganáramos contra todos los países, así que obviamente estoy muy decepcionada de que no haya sido así. Pero lo más importante es que el tribunal ha dicho en el caso de las mujeres suizas que los gobiernos deben reducir más sus emisiones para proteger los derechos humanos. Así que creo que su victoria es también una victoria para nosotros y para todos”, dice en un comunicado Sofia Oliveira, una de las demandantes, 19 años.
Los demandantes alegaban que los incendios forestales que se han producido cada año en Portugal desde 2017 son una consecuencia directa del cambio climático que supone riesgos para su salud. Los seis jóvenes aseguran que ya sufren alteraciones en los patrones de sueño, problemas respiratorios y alergias que se han visto agravados por la subida de las temperaturas.
Además, dos de los jóvenes señalan que el cambio climático está provocando fuertes tormentas en invierno, indicando que sus casas, que están situadas cerca del mar en Lisboa, están en peligro por ello. Al hilo, sostienen que no solo están experimentando ansiedad por estos desastres naturales sino también por la expectativa de tener que desarrollar sus vidas en un entorno climático cada vez más hostil.
Todo ello, afirman, supone una violación de sus derechos a la vida, al respeto al desarrollo de la vida privada y familiar, y a las prohibiciones de malos tratos y de discriminación. Se apoyan para ello en el Convenio Europeo de Derechos Humanos, pero situando su interpretación en el Acuerdo de París y en la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, entre otros tratados.
Para los jóvenes, los Estados miembros fracasaron a la hora de cumplir sus obligaciones internacionales por la falta de medidas adecuadas para limitar sus emisiones de gases a fin de contener la subida de las temperaturas. En este sentido, consideran que los países están obligados a adoptar medidas para disminuir sus emisiones, compensar las generadas con los productos que importan o prohibir la venta de combustibles fósiles.
Con información de EFE.
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