Tras definirlo como un “antro de corrupción”, el Gobierno disolvió el ENOHSA: “Sostenía un ejército de militantes rentados”
El Gobierno dispuso oficialmente la disolución del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), en el término de un mes, “con el fin de garantizar una mejor utilización de los recursos del Estado y evitar la duplicación de funciones”.
La medida había sido anticipada a principios de octubre por el ministro de Economía, Luis Caputo, y fue ratificada este jueves mediante el Decreto 1020/2024 publicado en el Boletín Oficial con las firmas del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el propio titular de la cartera económica.
En las consideraciones que argumentan la decisión, el Ejecutivo precisó que “en el contexto actual, resulta necesario reducir la superposición de funciones entre diversos entes, garantizar una mayor coordinación en las políticas de administración de los recursos hídricos y promover una gestión más ágil y centralizada de las obras y proyectos hídricos”.
Asimismo, recordó que “esta Administración ha tomado desde el inicio de su gestión distintas medidas tendientes a ordenar y equilibrar las cuentas públicas, transparentar el gasto y lograr que los recursos disponibles se dirijan a quienes más lo necesitan”.
En ese sentido, remarcó que “resulta prioritario para esta Administración optimizar los recursos del Estado, asegurando la eficacia, eficiencia, economía y sencillez en la implementación de los objetivos estratégicos de la gestión”.
El cierre del ente se da amparado en la Ley Bases, que en relación a los órganos u organismos de la órbita estatal, facultó al Gobierno para avanzar en “la reorganización, modificación o transformación de su estructura jurídica, centralización, fusión, escisión, disolución total o parcial, o transferencia a las provincias o a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, previo acuerdo que garantice la debida asignación de recursos”.
Desde Economía, sostuvieron que “esta decisión permite consolidar una estructura única para la planificación y el control de todas las obras hídricas” y señalaron que “se busca otorgar mayor transparencia y control de los gastos, así como también optimizar los recursos humanos y materiales”.
Al adelantar la disolución del organismo, Caputo había asegurado que “es un antro de corrupción” precisando que “se creó en 1995 para, supuestamente, hacer una obra o dos. Pero claro, después le encontraron la vuelta. Existe una Subsecretaría de Recursos Hídricos (SSRH), ¿para qué necesitás el Enohsa?”,
En aquella oportunidad, el ministro aclaró en su cuenta de X que “las obras que estaban priorizadas para su conclusión en el Enhosa, serán completadas por la Subsecretaría de Recursos Hídricos, donde siempre debieron haber estado”.
Al respecto, desde el Palacio de Hacienda, informaron que al momento de asumir la gestión el ENOHSA tenía 1.485 obras en ejecución, de las que actualmente solo quedan 122 priorizadas, y contaba con 358 empleados, que se redujeron a 234.
De esta manera, la norma determinó “instruir al Ministerio de Economía a los fines de que instrumente las medidas relativas al traspaso de los recursos materiales y financieros del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento al ámbito de la Subsecretaría de Recursos Hídricos”.
Al recordar las obras que supervisaba el ente, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, aseguró que “muchas eran de alcance municipal y provincial” y cuestionó que “la obra pública se había convertido en un gran pasamanos donde 'el que reparte se queda con la mejor parte'”.
En esa línea, precisó que “el Ministro Luis Caputo derivó las obras municipales y provinciales a esas jurisdicciones y solo retuvo 93 obras residuales”, relatando que “fue así que habiendo heredado el organismo con 358 personas hoy ya lo había adecuado a 133” y aclaró que “un grupo de estos supervisará la terminación de estas obras residuales”.
El funcionario destacó la medida y la vinculó irónicamente con la condena a Cristina Kirchner señalando que “la motosierra es un ingrediente esencial para poder bajarle la carga tributaria a todos los argentinos. Pero también es la mejor política anticorrupción, siendo éste un día especial para remarcar este punto”.
Sturzenegger: “El ENOHSA era un paraguas institucional para sostener un ejército de militantes rentados”
Como suele hacer cada vez que se toma una medida de cierre de alguna dependencia del Estado, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, defendió la medida en redes sociales.
Para el funcionario, “el ENOHSA era uno de los tantos organismos que duplicaba tareas (en este caso con la Subsecretaría de Obras Hídricas) y que terminaron siendo un paraguas institucional para sostener un ejército de militantes rentados. Gracias a la Ley Bases el Decreto deroga la ley 24.583 con lo cual seguimos limpiando nuestro marco jurídico”.
“El ENOHSA se encarga de supervisar las obras de infraestructura hídricas. Pero muchas eran de alcance municipal y provincial. La obra publica se había convertido en un gran pasamanos donde el que reparte se queda con la mejor parte”, apuntó Sturzenegger.
Además, el ministro destacó que Luios Caputo, titular de Economía, “derivó las obras municipales y provinciales a esas jurisdicciones y solo retuvo 93 obras residuales. Fue así que habiendo heredado el organismo con 358 personas hoy ya lo había adecuado a 133. Un grupo de estos supervisará la terminación de estas obras residuales”, explicó.
Para Sturzenegger, “la motosierra es un ingrediente esencial para poder bajarle la carga tributaria a todos los argentinos. Pero también es la mejor política anticorrupción, siendo éste un día especial para remarcar este punto. El presidente Javier Milei ha conformado un programa económico con dos pilares: equilibrio fiscal logrado por baja del gasto público y libertad económica. El programa avanza todos los días con pasos como éste”, concluyó.
Con información de agencias.
IG
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