El duelo FdT-JxC en un juicio intenso a la espera de cómo “resisten” los cortesanos
Horacio Rosatti y sus tres colegas cortesanos tendrán un scrum de defensores en el Congreso. Así como, enfrente, estarán los diputados del Frente de Todos (FdT), que oficiarán como fiscales acusadores, el cuarteto que integra la Corte Suprema contará con buena parte de los legisladores de Juntos por el Cambio (JxC) que se moverán para bloquear, o hacer naufragar, el juicio político.
En el ring legislativo, primero en la Comisión de Juicio Político y luego, eventualmente, en el recinto, se producirán varios fenómenos cruzados: el bloque oficial llevará adelante la acusación y la investigación, sumará pruebas y testigos, citará a los cortesanos y hasta plantea pedir entrecruzamiento de llamadas o inspección de algunos despachos u oficinas, mientras que la oposición desplegará una trinchera alrededor de los supremos.
Por distintas razones, políticas y de dinámica legislativa, JxC desistió de “vaciar” la comisión y dejar, como sugería un sector de la UCR ligada a Martín Lousteau, solos a los diputados del FdT. Se decidió, finalmente, esperar que el oficialismo junte el quórum y, si lo logra, ya que tiene una mayoría ajustada de 16 diputados sobre 31, participar del debate y de la investigación. De hecho, como en el recinto la elevación a juicio requiere 2/3 de los presentes, si los diputados de JxC no bajan, el oficialismo podría lograr que el expediente pase al Senado.
En JxC analizan, incluso, aportar sus propios testigos y pruebas al debate para rebatir los argumentos con los que el oficialismo inició, y quiere llevar adelante, el enjuiciamiento de los cuatro integrantes del tribunal. El dato, per se, es curioso y genera algún ruido interno en la oposición porque más allá de la posición de cuestionar el juicio como herramienta, los que deberían actuar como sus propios defensores son los supremos.
La semana que pasó, hubo varios Zoom de los diputados de JxC, para definir cómo se moverán: el factor inicial es objetar los argumentos que expresa el FdT para avanzar con el juicio político. Bloquear, en lo formal, el trámite de admisibilidad del proyecto en la comisión. La otra posibilidad es pedir que se traten, en paralelo, los juicios políticos iniciados contra Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
Defensas
Los cortesanos, que son los acusados, deben ser los que -con sus pruebas y testigos- refuten las acusaciones en su contra. Pero la dinámica de la Comisión pondrá a los diputados de JxC a tratar de evitar que el juicio avance. Surge, ahí, otra particularidad: Ricardo Lorenzetti, que aparece en la acusación pero que no acompañó algunos de los fallos más cuestionados por el Gobierno -como el del Consejo de la Magistratura-, tiene otro pedido de juicio político en la comisión, presentado por diputados de la Coalición Cívica, el espacio de Elisa Carrió.
En las conversaciones sobre el inicio del juicio político, en el Frente de Todos (FdT) se debatió si la acción debía ser contra todos los integrantes de la Corte o ir, más quirúrgica, sobre algunos. Una idea sugerida por algún gobernador fue sacar del radar a Lorenzetti, que justamente no integra la llamada “mayoría automática” que conforman, casi sin disidencia, Rosatti, Carlos Rosenkrantz y el cordobés Juan Carlos Maqueda. En 2022, un grupo de diputados de la CC elevaron un pedido contra Lorenzetti, que replicó un planteo similar del 2021. Juan Manuel López, secretario de la comisión y diputado de la CC, le dijo a elDiarioAR “el Frente de Todos siempre termina negociando con Lorenzetti”.
Para los lilitos asoma una dificultad sobre cómo proceder frente al juicio que ahora impulsa el oficialismo. uan Manuel López, secretario de la comisión y diputado de la CC, le dijo a elDiarioAR “el Frente de Todos siempre termina negociando con Lorenzetti”. De todos modos, formará parte de la táctica, todavía indefinida, que desplegará JxC. En el Zoom de la mesa nacional que se reunirá el pasado martes, la cúpula cambiemita resolvió dejar en manos de los integrantes de la comisión de Juicio Político, la definición del mejor mecanismo para actuar.
Un dato que aparece es que los pedidos de juicio, aunque se hayan hecho de manera integral, son individuales por lo que pueden tener distintos destinos.
Entre los integrantes del bloque de JxC que tendrán definición en esos pasos están Mario Negri, que preside el bloque de la UCR, López de la CC y Álvaro González y Pablo Tonelli, ambos del PRO, el primero con una terminal fluida en Horacio Rodríguez Larreta, el otro más próximo a Mauricio Macri y Patricia Bullrich. Estarán, además, Graciela Ocaña y Paula Olivetto, habituales denunciantes. Alejandro “Topo” Rodríguez, que preside el Interbloque Federal, es el único opositor suelto.
Resistencia
Según diputados de JxC que integran la comisión, la táctica inicial consistiría en “desacreditar” a los testigos y “demostrar que la acusación no es sustentable”. Ver, luego, en el detalle si corresponde avanzar con otras medidas como sumar otra prueba o incorporar testigos. Está abierta, todavía, la discusión sobre qué deben o no hacer los supremos. No está claro, ni siquiera, entre los diputados. si bien coinciden en que los acusados tienen derecho a defenderse, no hay posición unívoca sobre si deben asistir o no en caso que los convoque la Comisión.
“No están obligados a asistir, pero deben responder por escrito”, dicen en la UCR. “Ni presencial ni por escrito” dicen en la CC. En el PRO, con la posición más dura, tratarán de frenar cualquier instancia que exponga a los magistrados.
La coincidencia general, de un lado y otro del mostrador, es que se tratará de un juicio con intensidad mediática donde el oficialismo querrá exponer a los cortesanos y en el que JxC buscará, además de desacreditar la acusación, plantear otros juicios en simultáneo. El factor que todos miran, oficialistas y opositores, refiere a qué nivel de resistencia tendrán los supremos.
“Cuando la investigación se abra, ellos -por los supremos- estarán acusados a ir y se expondrán a tener que hablar de todos los temas polémicos que involucran a los integrantes de la Corte”, dijeron a elDiarioAr en Casa Rosada. Ahí se abre un mundo de especulaciones y se repite, en distintos búnkeres, una palabra: la resistencia que tengan los acusados para soportar la exposición pública.
“A Rosatti ahora nadie le conoce la cara pero después va a estar dos o tres meses en todos lados”, plantea. Ahí surge otro interrogante: ¿qué busca el FdT? ¿Apostar al desgaste? “Algunos dicen que podrían renunciar o que podrían buscar una instancia de diálogo para volver a hacer lo que tiene que hacer: ser jueces imparciales”, apuntan desde el gobierno.
El jueves 26, tal como contó este medio días atrás, será la primera escala del trámite de juicio cuando Carolina Gaillard, la presidenta de la Comisión, cite a los diputados para empezar a discutir el enjuiciamiento a los cortesanos. Queda, al final, el factor tiempo: si bien la investigación se estiraría entre 60 y 90 días, un eventual dictamen tendría una vigencia de tres años para ser tratada en el recinto. Es decir: si el FdT entiende, como ocurre ahora, que no tiene número para aprobar la elevación a Juicio y su paso al Senado -que es la cámara que juzga-, puede dejarlo en suspenso a la espera de que, en algún momento, pueda tener el número suficiente para hacerlo.
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