El desencanto de los jóvenes, un desafío común en las urnas para el oficialismo y la oposición
“Hace unos días estaba leyendo una intervención en un medio extranjero que le hacían a un pibe, L-Gante creo que se llama. Un rapero. Yo les recomiendo que lo escuchen”, afirmó la vicepresidenta Cristina Kirchner durante un acto realizado a comienzos del mes pasado en Lomas de Zamora. Allí, se entregaron 10.000 computadoras a niños y adolescentes, en el marco del programa Conectar Igualdad. “Yo de los raperos personalmente lo conozco a Wos nada más. Una vez fue y me hizo un rap en el Senado”, dijo la vicepresidenta.
Son cerca de 13 millones. Constituyen más del 35% del padrón electoral. Para cualquier espacio político que busque lograr un desempeño exitoso en las próximas elecciones legislativas, los jóvenes sub-35 son un sector crucial. Frustrados e inmersos en un fuerte desencanto por las dificultades económicas que les impiden conseguir un primer empleo y proyectar a futuro su carrera laboral, la juventud es hoy un electorado en disputa. Amplias franjas juveniles que antes se identificaban con el kirchnerismo o con coaliciones opositoras como Juntos por el Cambio, hoy parecen haberse alejado de los partidos más “tradicionales”. ¿Quién logrará representarlos mejor?
Entre las principales demandas y preocupaciones de los jóvenes, los temas económicos ocupan un lugar central. Detrás, se ubican otros tópicos como la igualdad de género, el feminismo o el cuidado del medioambiente, según las mediciones de opinión.
Muchos jóvenes ven que Argentina no les presenta un proyecto para su presente y futuro. Vemos mucho desgano y una relativa decepción respecto a lo que la política les puede ofrecer.
“Hay muchos reclamos vinculados a la situación del país. Aparece Ezeiza como salida principal. Hay menos expectativa respecto del progreso. Muchos jóvenes ven que Argentina no les presenta un proyecto para su presente y futuro. Vemos mucho desgano y una relativa decepción respecto a lo que la política les puede ofrecer”, explicó Camila Crescimbeni, de 31 años, diputada nacional de Juntos por el Cambio.
En algunos sectores la preocupación económica es muy fuerte. La pobreza afecta especialmente a niños, adolescentes y jóvenes.
“En algunos sectores la preocupación económica es muy fuerte. La pobreza afecta especialmente a niños, adolescentes y jóvenes”, coincidió Lucas Grimson, de 20 años, militante de La Mella-Frente Patria Grande. “Veo la agenda de las juventudes centrada en cuatro temas: uno es el eje feminista, también está el eje medioambiental, la salud mental, y la preocupación económica. Aparece en toda la sociedad, por la crisis que dejó el macrismo y profundizó la pandemia, pero golpea aún más a les pibis en cuanto a conseguir trabajo o los temas habitacionales”, continuó Grimson.
“La juventud está atravesando una situación de fuerte desamparo y fuerte desesperanza. Con la pandemia se profundizaron todos los problemas que sufrimos, como el acceso a la educación, la posibilidad de tener un empleo o el acceso a la vivienda. La mayoría de los jóvenes tienen un trabajo informal y en condiciones precarias”, agregó Tatiana Fernández Martí, de 20 años, precandidata a legisladora porteña por el Frente de Izquierda-Unidad y presidenta del Centro de Estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires (CENBA).
La juventud está atravesando una situación de fuerte desamparo y fuerte desesperanza. Con la pandemia se profundizaron todos los problemas que sufrimos, como el acceso a la educación, la posibilidad de tener un empleo o el acceso a la vivienda.
Aunque es un problema generalizado, el desempleo golpea aún con más fuerza a los jóvenes. Según el Indec, el 24,9% de las mujeres menores de 30 años no encuentran trabajo. Lo mismo ocurre con el 17% de los varones de ese segmento etario. A nivel general, el desempleo en nuestro país se ubicó en torno al 10% en el primer trimestre de este año.
“El acceso al mercado laboral es muy limitado para los jóvenes. Al empleador le cuesta muchísimo poder contratar a alguien en blanco, por la carga impositiva y las tasas. Los jóvenes ya vieron el sufrimiento de las generaciones anteriores y no quieren seguir en la Argentina. Si querés independizarte, alquilar una vivienda, comprar un auto o irte de viaje, los altos impuestos y tasas te lo impiden. Los sueños a largo plazo de los jóvenes se ven arruinados por las apetencias de la casta política. Ser joven no significa tener ideas de izquierda o estatistas”, completó Delfina Ezeiza, de 18 años, precandidata a legisladora porteña por La libertad Avanza, espacio que encabeza el economista Javier Milei.
El kirchnerismo tradicionalmente fue muy fuerte en los sectores juveniles. Pero eso se está perdiendo. En esta elección, vota gente que nació en 2004, para la cual el kirchnerismo es establishment.
Esta insatisfacción y frustración que sienten los sectores juveniles redundan en una desconfianza hacia las coaliciones políticas que gobernaron en los últimos años, como el Frente de Todos o Juntos por el Cambio. En su lugar, crece el voto anti-sistema, en contra de la política y del establishment. Parte de ese fenómeno se refleja en el crecimiento de los espacios liberales o libertarios.
Según la encuesta ESPOP de la Universidad de San Andrés (UdeSA), sólo el 20% de los votantes más jóvenes votaría al oficialismo. Y un 16% se inclinaría por Juntos por el Cambio. Más del 70% de los votantes millennials y de la Generación-Z desaprueban la gestión de Alberto Fernández, y el 81% está insatisfecho con la marcha general de las cosas, según se desprende de la misma encuesta.
“El kirchnerismo tradicionalmente fue muy fuerte en los sectores juveniles. Pero eso se está perdiendo. En esta elección, vota gente que nació en 2004, para la cual el kirchnerismo es establishment. Han vivido toda su vida en un país en crisis. Y la épica o el sueño kirchnerista ya no existe para ellos. Por eso crece un discurso antipolítica, que explica el éxito relativo de alternativas de ultraderecha como Milei. Puede haber una participación muy baja de los sectores juveniles en estas elecciones”, explicó Juan Negri, director de las carreras de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Di Tella (UTDT).
Hubo una disminución de apoyo al gobierno de Alberto Fernández de parte de esos sectores y aparece una oportunidad muy tentadora de empezar a disputarlos.
Para la politóloga María Esperanza Casullo, los jóvenes “por primera vez pueden llegar a ser un sector en disputa. En 2015 y 2019, el kirchnerismo tenía mucho más acceso al voto joven que el resto de los partidos. El voto más fiel al Frente de Todos fue de los jóvenes de clase media y clase media baja en la provincia de Buenos Aires. Hubo una disminución de apoyo al gobierno de Alberto Fernández de parte de esos sectores y aparece una oportunidad muy tentadora de empezar a disputarlos”.
Ni el oficialismo ni la oposición son ajenos a esta disputa por el electorado joven. Desde el uso de Tik Tok, hasta el anuncio del Gobierno de medidas dirigidas hacia la juventud, son parte de las estrategias para ganarse el apoyo de las nuevas generaciones.
“El Gobierno lanzó un programa de empleo juvenil y una semana de las juventudes. Se anunció el documento no-binarie. Es un intento de acercarse a un sector que hoy apoya menos al oficialismo. Por el lado de la oposición, destaca el cambio de temáticas y el uso de Tik Tok. Aunque a veces queda muy rígido y poco genuino. Hay un cierto abuso de las redes sociales”, sostuvo Negri.
“Hay que generar un proceso de escucha más atento. Y no sólo poner un TikTok con música. Lo que yo me represento que quieren los jóvenes no es para nada lo que ellos quieren”, completó Casullo.
A pesar de que forman una parte sustancial del padrón y que casi todos los partidos políticos tienen candidatos jóvenes, no suelen ser quienes encabezan las listas. Quizá se explique por la falta de experiencia o trayectoria. “Hay una política tradicional que siempre fue y sigue siendo adulto-céntrica”, concluyó Grimson.
PE/WC
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