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ENTREVISTA AL CANDIDATO A DIPUTADO DE BULLRICH

Cristian Ritondo: “Tenés que hacer un nuevo acuerdo con el Fondo”

Cristian Ritondo es actual jefe de la bancada del PRO en Diputados y podría ser el presidente de la Cámara baja si Patricia Bullrich llega a la Casa Rosada.

Mauricio Caminos

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Porciones de una torta bien cargada de crema y dulce de leche se pasean por el piso que ocupa Cristian Ritondo como búnker político en un edificio al frente del Congreso. Es jueves 26 de julio y cumple 57 años. “Me pasé atendiendo el día con el WhatsApp porque no me gusta no responder a los saludos. Me llamaron todos: Mauricio, María Eugenia, Horacio, Patricia…”, dice entre risas para ponderar su pura identidad amarilla, pese a que juega fuerte en la lista de Patricia Bullrich en la interna de Juntos por el Cambio contra Horacio Rodríguez Larreta: es el primer candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires de la exministra y potencial jefe de la Cámara baja. Enfrente tiene a Miguel Ángel Pichetto, a quien también elDiarioAR entrevistó para este domingo. 

Su relación personal de larga data con el jefe de Gobierno no lo priva a Ritondo de chocar políticamente: “Son chicanas berretas que no ayudan al equipo”, dice sobre las advertencias al 2001 y Fernando de la Rúa que hizo Larreta esta semana ante la propuesta de Bullrich de hacer un blindaje como salida del cepo cambiario. Reconoce, sin embargo, que la idea de la precandidata presidencial podría implicar tomar nueva deuda, tanto con el Fondo Monetario como con privados. En ese marco, y horas antes de que el Gobierno confirmara una renegociación con el organismo, el actual jefe de la bancada parlamentaria del PRO asegura que el próximo presidente “va a tener que hacer un nuevo acuerdo con el FMI”. Admite que la oposición mantendrá conversaciones con su directorio en caso de ganar las PASO del próximo 13 de agosto y de cara a las generales de octubre: “El Fondo tiene sus intereses y va a hablar con el que crea que va a ganar”, apunta.

Rechaza que el latiguillo electoral de Bullrich “Todo o nada” contenga un tinte represivo y adelanta el rol de Mauricio Macri en un potencial gobierno suyo: “Lógicamente va a ser una persona de consulta y de liderazgo”.

–Esta semana Larreta cruzó a Bullrich por plantear la posibilidad de hacer un blindaje para salir del cepo cambiario. ¿Es una alternativa posible?

–Nadie habló de blindaje. La economía en la Argentina tiene un desafío que es salir del cepo de manera que nos permita entrar otra vez en el mundo a exportar.

–¿Bullrich no habló de blindaje?

–Es que no dijo blindaje. Eso es un invento que han hecho. Dijo que hay que blindar la economía. Nunca dijo blindaje. O sea, le están poniendo títulos... Y aparte, a veces escucho a algunos que tenían cargos dentro del gobierno de la Alianza... Me parece irresponsable lo que hacen. 

–Lo dice por Larreta entonces, porque él sí hizo referencia puntual al 2001.

–Horacio, y (Gerardo) Morales también. Me parece que son chicanas berretas que no ayudan al equipo porque realmente es mucho más claro y menos contradictorio que el equipo económico que hay del otro lado. Quiero decir, ¿quién es su equipo económico? ¿Es (Martín) Redrado, es (Hernán) Lacunza, es (José Luis) Espert? Porque dicen cosas distintas. Espert dice una cosa que es contradictoria y es candidato a senador de lo que dice Lacunza, y contradictorio de lo que dice Redrado. 

–Más allá de la polémica, ¿cómo se sale entonces del cepo?

–Hay que entender que queremos terminar con el déficit. Y hay una postura que es la independencia del Banco Central: vamos a tener que sacar una ley que le dé a eso el sostenimiento importante. Tenemos también la modernización laboral y hay que aplicar  una reforma del Estado, donde el peso de los cargos políticos no sea un lastre para la sociedad. Estos son los desafíos que tenemos y creo que todos los compartimos.

–¿El día 1 se levanta el cepo y hay ajuste de shock?

–Como dice Patricia, al cepo hay que sacarlo lo más rápido porque el cepo te come. Este año ya te lleva comidos más de 18 mil millones de dólares. Es insostenible. La lógica tiene que ser para exportar e importar. Sacar el cepo significa ir a un dólar uniforme, no a 50 tipos de cambio de dólar... Ese es el proceso que tiene que hacer la Argentina. Los demás procesos, todos parecidos, terminan como este actual.

–¿Y qué quiso decir puntualmente Bullrich en la Sociedad Rural cuando se refirió a “una ingeniería y cantidad de dólares para que no explote la Argentina”, que Larreta lo tomó como un blindaje?

–Significa que vos tenés que tener, como se hizo para salir del cepo anterior, un colchón de dólares que hace que, cuando liberes, tengas un respaldo en el Banco Central.

–¿Y ese respaldo quién lo da?

–Ese respaldo lo podés generar vos, lo puede generar un banco privado, lo podés generar con un nuevo acuerdo con el Fondo; o sea, lo podés generar de distintas formas.

–¿Puede haber un nuevo acuerdo con el Fondo entonces?

–Es que vas a tener que hacer un nuevo acuerdo con el Fondo. Después de las PASO, cuando gane la oposición, el Fondo va a querer hablar. Pasó en agosto del 2019 cuando perdió Mauricio y el Fondo habló con la oposición. Eso es natural. El Fondo tiene sus intereses y va a hablar con el que crea que va a ganar.

–¿El 14 de agosto se imagina JxC entonces teniendo alguna responsabilidad de gobierno?

–No, no es responsabilidad de gobierno; es una mirada al futuro y de los compromisos que va a tomar la Argentina. Después del 14 hay una expectativa hasta que se ganen las elecciones, pero hasta el 10 diciembre el gobierno va a seguir siendo este. 

–¿Cuál sería el rol de JxC entonces?

–Cuidar la Argentina y que no hagan más nada con la economía que termine de arruinar a los argentinos para siempre.

–¿Pero JxC podría tener un contacto con el FMI, por ejemplo?

–Pero eso es natural porque es institucional. Sin duda. Lo va buscar el propio Fondo, como lo buscó después de agosto del 19 cuando se perdieron las elecciones.

Uno de los deudores de la Argentina es el Fondo. Sin duda querrán pensar y querrán saber cómo es para adelante. Todos los economistas que están dentro del equipo de JxC tienen relación con los organismos internacionales

–Cuando fue la transición Macri-Fernández, el actual presidente llegó a hablar del valor del dólar. ¿JxC va a repetir eso?

–La seriedad institucional de hablar con un organismo internacional es lo lógico para cualquier país democrático. Pasa en la vida privada también, como cuando hablás con un deudor. Y uno de los deudores de la Argentina es el Fondo. Sin duda querrán pensar y querrán saber cómo es para adelante. Pero me parece que esas reuniones son lógicas y normales, más en el mundo de la economía. Todos los economistas que están dentro del equipo de JxC tienen relación con los organismos internacionales.

–Pero van a faltar todavía cuatro meses para la asunción, teniendo en cuenta la fragilidad y volatilidad de la economía argentina.

–Hasta el 10 de diciembre el responsable económico de la Argentina es este gobierno. Chau. No hay más nada que discutir. 

–¿Qué se imagina entonces para el 11 de diciembre en el hipotético caso que gane Bullrich?

–Me imagino el Congreso de la Nación con un paquete de leyes vinculadas a los temas que nos venimos comprometiendo de campaña, y también con un paquete de leyes que tenemos que derogar, que hacen de tapón para la Argentina, que se pisan entre sí y son parches. Vamos a trabajar muy fuerte en el Congreso, sacando las leyes que van a ser base de un gobierno en la Argentina.

–¿Usted sería el articulador en Diputados como jefe de la Cámara?

–Soy parte de un equipo. Patricia ha dicho cuál es el rol que ella quiere para mí, pero hay que esperar al 10 diciembre para ser presidente de la Cámara. Porque más allá del deseo lógico que pueda tener un presidente que se cumpla, me votan los diputados.

–En una nota con otro medio dijo que entre el 10 y el 31 de diciembre hay que sacar un paquete de leyes claves. Van a ser 20 días frenéticos.

–Van a ser 20 días de mucho laburo, pero tiene que ser así. Son los primeros días donde hay que darle la base legal y seguridad jurídica a un gobierno.

–¿Qué cálculo parlamentario hace, porque hoy JxC está lejos del quórum propio, con 116 diputados?

–JxC va a tener un número similar o un poquito mejor que el que tiene hoy, pero no es que vaya a lograr quórum propio. Sin duda que es muy difícil. Pero sí creo que nos vamos a acercar más al quórum. Después hay partidos provinciales y quienes ingresen por los libertarios con los que vamos a coincidir en sancionar las leyes que necesita la Argentina.

–¿Tendrán más apoyo de los libertarios que del peronismo federal de Juan Schiaretti, por ejemplo, como imagina Larreta su estrategia parlamentaria?

–Si es como votan hasta ahora, sin duda tendremos más apoyo de un bloque como el de Milei que con el de Schiaretti, sí.

–¿Y el respaldo de esas normas en el Senado?

–Ahí incide mucho que los senadores representan a las provincias. Y las provincias tienen intereses concretos en cómo le va a un nuevo gobierno nacional. Entonces, yo creo que va a haber un esfuerzo, pero seguramente van a tener que acompañar. El peronismo ha dominado desde el ‘83 hasta ahora el Senado de la Nación.

¿Por qué el orden es represión? El orden jurídico no es represión

–¿Qué límite político, social o ético tiene el latiguillo de campaña de Bullrich “Todo o nada”?

–Lo explicamos mil veces. El todo es, como dijimos, las escuelas abiertas; el nada son las escuelas cerradas. El todo es el trabajo, el nada es la extorsión. El todo es la lucha contra el narcotráfico, las mafias; el nada, dejar que todo pase. El todo es el orden, el nada es el anarquismo, el desorden, la ley de la selva. El cambio es profundo o no es cambio. No se cambia a medias. Hay cambios o no hay cambios. Cuando la Argentina ve que se va al barranco y si no doblá se cae, no podés decir que “capaz vemos al barranco pero vamos despacito, pisando el freno y vamos bajando”. No, no… O doblás o te caes. No hay término medio. Entonces, tiene que ser todo el cambio. El cambio tiene que ser profundo: en el orden económico, administrativo, fiscal, de la seguridad. El orden no es la calle solamente. La calle es una parte.

–¿Represión a las protestas callejeras?

–¿Por qué el orden es represión? El orden jurídico no es represión. Uno va a la Facultad de Derecho, leé el Código Penal y te ordena jurídicamente. La interpretación de la represión la tienen los sectores que ven como si esto, hoy, no fuera represión. La violencia está en que tu hijo no puede ir a la escuela. La violencia es que no puedas cruzar una calle y te pierdas un examen. Hoy la violencia es que no te alcanza el sueldo, que tenés que vivir en la calle porque no podés alquilar. Eso es violencia, no poner orden en la vía pública, como lo hicimos los cuatro años con Patricia en la provincia de Buenos Aires y en el resto del país. No hubo violencia.

–¿Si gana Larreta no está garantizado ese mismo orden? 

–Yo no hablo de lo que dicen los otros, pero cada uno tiene su historia y cada uno puede mostrar lo que hizo. Y la gente es la que compara. Cuando la gente agarre la boleta, va a depositar su fe y va a decir qué es lo que cree: quién va a luchar contra la mafia del narcotráfico con más seriedad, ¿la boleta dónde está Patricia o en la que está Horacio? ¿Quién va a poder poner orden en todos los aspectos? Esa es la expectativa que va a tener la gente, el voto de la esperanza y el compromiso.

–¿Qué rol va a tener Macri en un potencial gobierno de Bullrich?

–No creo que tenga un rol como gobierno. Mauricio ha demostrado que cuando dejó de ser presidente de la Nación no aspiró a ningún cargo. Mauricio no es Cristina. Sin duda va a ser una referencia, por su experiencia y conocimiento del mundo. Lo vemos hoy cuando llega a cualquier país, como lo pudimos ver en el Mundial: lo atienden los presidentes, los expresidentes… tiene un prestigio internacional que hay que aprovecharlo mucho. Sin duda es un consejero. Alguien que fue presidente tiene conocimiento, sabe las cosas buenas, las malas, donde podés fallar, donde no podés fallar. De cualquier expresidente tenés algo para aprender y para JxC fue su único presidente. Lógicamente va a ser una persona de consulta y de liderazgo, porque fue el creador y fundador del PRO y llevó a este partido de la Ciudad de Buenos Aires, en solo ocho años, a gobernar la Argentina y la provincia de Buenos Aires.

–Tras una interna encarnizada entre Bullrich y Larreta, ¿está garantizada la unidad?

–Sin duda. Por eso yo hablo y repito que hay que cuidar la casa en común. A veces el aspecto éste de romper la casa en común, de abrir heridas, es lo que no te va a permitir juntarte el 14 y tener esa idea de que el verdadero adversario está en el kirchnerismo.

–Pero Bullrich también tensa la cuerda de “la casa común”. 

–No voy a dar ejemplo porque sino entraría en lo mismo. Pero una cosa es decir “Yo voy a hacer las cosas de esta forma”; y otra cosa es decir “Si se hace de esta forma, termina mal”. La competencia dentro de la unidad es válida. Los desafíos, cómo lo vas a hacer, qué país soñás… están dentro de la competencia. Mostralo como vos quieras. Ahora, plantear qué puede pasar, para mí es entrar en una curva que es peligrosa. 

–¿Y qué tiene que pasar la noche del 13 de agosto? ¿Foto Bullrich-Larreta en búnker compartido o no?

–El 13, el 14, no importa qué día… Más que la foto, hay que entender seriamente que el futuro para los argentinos lo tenemos que reconstruir juntos y el 14 nos tienen que ver juntos. Esa es la esperanza que tienen muchos argentinos en JxC, que te dicen “no se peleen”. La pelea va a estar y vamos a tener que pelear, pero contra el narcotráfico, la inseguridad, el desempleo. Yo me imagino qué habría sido de Inglaterra si Churchill no hubiera peleado…

MC

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