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Ministerio “chiquitito”

El ingreso de Sturzenegger al gabinete siembra intrigas de cara a la “segunda fase” del Gobierno

Federico Sturzenegger, flamante ministro de Desregulación y Transformación del Estado.

Pedro Lacour

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Las fichas no dejan acomodarse puertas adentro del gobierno de La Libertad Avanza. Luego de más de un mes de especulaciones, la oficialización de Federico Sturzenegger al frente del flamante Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado parece abrir definitivamente la “fase 2” del plan anunciado por Javier Milei tras la sanción definitiva de la ley Bases en el Congreso. Luego de siete meses de orbitar el poder sin un rol definido, el economista ultraliberal pudo terminar de asegurarse un lugar en el gabinete libertario reestructurado tras la caída en desgracia del exjefe de Gabinete, Nicolás Posse.

Hace semanas que Sturzenegger venía reuniéndose con distintos funcionarios del oficialismo para terminar de definir las bases y condiciones para su tercera aventura al frente de un cargo público en más de 20 años. Sin embargo, el final de la novela llegó recién después del cara a cara de más de tres horas que mantuvo con el Presidente el jueves pasado en la Quinta de Olivos. A partir de ese momento, quedó estipulado que el extitular del Banco Central contaría con tres áreas bajo su ala, que hasta el momento se encontraban dentro de la Jefatura de Gabinete: Transformación del Estado, Simplificación del Estado y Empleo Público.

“Se tardó más tiempo para delimitar bien todas las funciones y objetivos”, justificaban este viernes en Casa Rosada acerca de las demoras en la designación de Sturzenegger, que había sido anunciado a finales de mayo. Es que el desembarco formal a las filas libertarias de una figura con tanto peso propio generó demasiadas dudas en el entorno de Milei, consciente de la característica voracidad del mentor del DNU 70/23, que ahora llega con su “Ley de Hojarascas” debajo del brazo.

El rango y las atribuciones del área que tendrá a cargo Sturzenegger fue uno de los principales desvelos de Santiago Caputo. En la mesa chica del Gobierno veían como una jugada arriesgada, por ejemplo, otorgarle al economista la potestad para delinear la política de privatizaciones. Por eso, fue el ascendente asesor presidencial quien se encargó especialmente de ocupar con un hombre de su confianza la estratégica Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado. Allí designó al abogado mendocino Diego Chaher, que tendrá la responsabilidad de definir un plan para las empresas públicas.

Ministerio “chiquitito”

La nominación de Sturzenegger se hizo efectiva a través del decreto 586/2024 publicado este viernes en el Boletín Oficial, que le otorgó a su novel cartera 27 funciones. Sin embargo, en Casa Rosada le bajaban el precio a su nuevo rol al aducir que el ministerio que comandará es “chiquitito”, ya que contará con apenas dos secretarías. Una definición que es leída por muchos como un intento más de no atizar el fuego de la discordia entre el ideólogo de la ley Bases y el actual ministro de Economía, Luis Caputo.

Desde el principio, todos los esfuerzos de quienes rodean a Milei estuvieron puestos en lograr que el cargo asignado a Sturzenegger no invadiera el terreno del titular de la cartera económica. Los resquemores entre ambos son conocidos y fueron tema de conversación pública a lo largo de las últimas semanas. Fue “Toto” quien reemplazó al flamante ministro en 2018 cuando el expresidente Mauricio Macri lo expulsó del Banco Central. Para el hasta hoy asesor económico del Presidente, Caputo fue uno de los responsables de haber modificado las metas inflacionarias, en diciembre de 2017, que muchos identifican como el comienzo del fin del plan económico de Cambiemos. Dato de color: Milei fue otro de los mayores críticos de esa jugada.

Lo cierto es que exsecretario de Política Económica de Fernando De la Rúa llega al Gobierno en uno de los momentos más delicados de la gestión económica de Caputo. Igual que hace seis años, cuando sucedió a Sturzenegger en su cargo al frente del Banco Central, el hoy ministro de Economía niega que sea necesaria una devaluación, pero el mercado vuelve a insistir en que sí y la incertidumbre en torno al tipo de cambio se acrecienta. Todo el oficialismo está alineado detrás de la premisa de no alarmarse y confiar en los designios del “Messi de las finanzas”.

Con la inclusión de Sturzenegger, el gabinete vuelve a tener ocho ministerios después de que la cartera de Interior quedara degradada a una secretaría. Pero el nuevo organigrama se terminará de configurar recién la semana que viene, cuando se publique un decreto que no solo confirmaría que Guillermo Francos seguirá manteniendo bajo su órbita la Secretaría de Innovación Ciencia y Tecnología. También se dará a conocer, finalmente, la mentada reestructuración de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), ahora bajo el mando del técnico mecánico Sergio Neiffert. Un gobierno en plena ebullición.

PL/MG

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