Ley de Humedales: por falta de acuerdo entre el oficialismo y la oposición, posponen el debate en comisión una semana
Ante una importante movilización de organizaciones ambientalistas y sociales en las inmediaciones del Congreso, un plenario de comisiones de Diputados no pudo consensuar hoy una ley para asegurar la protección y el uso racional de los humedales, norma con más de diez años de demora y cada vez más necesaria por la creciente problemática de los incendios forestales en distintos puntos del país.
El Frente de Todos tuvo que ceder a la presión de la oposición, ante la decena de iniciativas presentadas y la firme postura del ala más dura de Juntos por el Cambio para que se invite a expositores, principalmente de las actividades productivas que serían afectadas por la ley. El debate en las comisiones de Recursos Naturales, que preside el diputado oficialista Leonardo Grosso; Agricultura, a cargo de Ricardo Buryaile (UCR); y de Presupuesto, que encabeza Carlos Heller (Frente de Todos), continuará entonces el jueves próximo desde las 10 en el segundo piso del Anexo de la Cámara baja, pero sin invitados. Fue un revés a medias para el kirchnerismo, que tenía la intención de de sacar dictamen hoy mismo y llevar la iniciativa al recinto lo más pronto posible.
La decisión la dio a conocer Grosso, luego de intensas negociaciones durante un “cuarto intermedio” pedido por el legislador radical y ex ministro de Agricultura de Mauricio Macri. “Los bloques van a ir arrimando propuestas concretas de modificaciones o sugerencias al proyecto consensuado”, argumentó el diputado oficialista y dirigente del Movimiento Evita ante el mal trago. Hubo una amenaza de JxC de retirarse del debate y eso hizo dejar abierto el debate hasta el jueves próximo.
El legislador dijo que “la voluntad es poder construir un dictamen de mayor nivel de acuerdo posible” y explícito la necesidad de que el próximo jueves se firme despacho. Buryaile se mostró “disconforme” de que no se invite a expositores, pero la mayoría de los diputados del plenario decidieron no dilatar más el debate.
Con diferencias sutiles, la decena de iniciativas presentadas busca establecer un régimen de presupuestos mínimos para la identificación, conservación, protección, restauración ecológica y uso racional de los humedales. La mayoría de los proyectos realizan una definición de los humedales y proponen un inventario nacional, una suerte de mapa para que cada provincia precise las ubicaciones de estos espacios y defina qué características tienen y qué funciones cumplen. Esos son los ejes de la discusión abierta entre el FdT, que dice tener el apoyo del resto de la oposición, y JxC.
Fue un jornada tensa. En el primer tramo del plenario, que había comenzado pasadas las 10, hicieron sus presentaciones los autores de los diez proyectos de ley. Las exposiciones estuvieron cruzadas por la discusión entre las restricciones de las normas y la actividad productiva humana. Afuera del Congreso hubo una importante movilización en reclamo de que la ley salga pronto. En pleno Anexo, guardias de seguridad tuvieron que a una persona que se paró a gritarle a diputados. “No me chupo los dedos, no soy boludo”, se quejó a viva voz.
“Más importante que el Presupuesto”
“Tenemos que pensar la ley de Humedales desde el desastre ambiental, y no la conveniencia. porque la habilitación de poder vivir en los humedales tiene que estar, pero tenemos que enseñarles a los empresarios y a los habitantes a que tengan conciencia ambiental”, planteó la peronista Graciela Camaño (Interbloque Federal), quien consideró la norma como “más importante que el Presupuesto, dado su carácter estratégico”. “Esta ley no va a impedir la producción, sino exigirle que produzca de manera sustentable. La Argentina no es el lugar para venir y hacer cualquier cosa, llevarse sus recursos y dejarnos los desastres”, agregó la diputada, que acompaña el proyecto oficialista de Grosso, que cuenta con el aval de más de 500 organizaciones.
El debate es inédito, ya que en la última década la iniciativa siempre quedó bloqueada en Diputados. Apenas consiguió dos veces la media sanción –2013 y 2016–, pero siempre del Senado. Al girarse a la Cámara baja, era cajoneada. En 2020 fue la última oportunidad, cuando tuvo dictamen solamente en la comisión de Recursos Naturales. Nunca se trató en las demás y así perdió estado parlamentario.
Como contó elDiarioAR la semana pasada, el avance legislativo de la ley en esta oportunidad se debió a que se negoció en la propia bancada del FdT y con la oposición cambios clave en el texto que tiene mayor consenso. Al menos seis diputados kirchneristas –Graciela Parola, Anahí Costa, Walberto Allende, Carlos Ponce, Dante López y Ana Aubone– y otros tantos opositores, de provincias donde la minería y la agricultura son muy importantes, aceptaron acompañar el proyecto si había cambios en distintos artículos.
Hoy quedó cristalizado que las negociaciones no fueron suficientes, aunque fuentes parlamentarias oficialistas aseguraron a elDiarioAR que no está en juego el dictamen. El lobby empresarial también se hizo presente en las últimas jornadas, tanto desde asociaciones de productores como de empresas mineras. La norma además es clave para la producción de litio, ya que todos los yacimientos de litio son técnicamente humedales.
“Este proyecto requiere una profunda discusión para que sea una ley aplicable”, dijo a su turno la radical Ximena García, que firmó con Maximiliano Ferraro uno de los proyectos de Juntos por el Cambio que buscan “compatibilizar” desarrollo productivo y cuidado del ambiente. “Tenemos que salir de las posturas fundamentalistas”, consideró la legisladora. La novedad de esa iniciativa es que haya un fondo fiduciario para financiar a los productores afectados por la norma.
“La ley de humedales debe poder compatibilizar el cuidado del ambiente con la preservación de los medios de vida y actividades que tradicionalmente se realizan en ellos. Tener una ley es brindar previsibilidad a todos los sectores involucrados, para poder desarrollarnos de forma sostenible y valorando los beneficios que estos ecosistemas nos aportan”, planteó Ferraro.
Quien abrió el debate fue Myriam Bregman, del Frente de Izquierda, muy crítica de los incendios que se conocieron en las últimas semanas: “Todo incendio es político”, señaló. Su compañera de bancada, Romina del Plá, denunció que “se están negociando cambios sorpresivos en la ley consensuada” y pidió que haya dictamen hoy.
“Tenemos que medir el impacto de las leyes para que no salga el tiro por la culata”, señaló Jorge Vara, otro opositor de la UCR que firmó una iniciativa propia. Solicitó que “la gestión de los recursos naturales sea de las provincias”. Defendió también la agricultura: “Si se saca toda la hacienda de los humedales, los incendios van a hacer más grandes, porque aumenta el combustible, como pasó el año pasado con los esteros del Iberá”.
Según las organizaciones ambientales, por la acción humana en los dos últimos años se perdieron más de 1 millón de hectáreas de humedales. Se estima que más del 20% del territorio argentino está compuesto por humedales, que albergan una gran biodiversidad, capturan gases de efecto invernadero, amortiguan inundaciones y proveen alimentos.
La clave de la ley de Humedales es que establece la creación de un inventario que permitiría cuantificarlos y caracterizarlos a nivel nacional. En base a ese ordenamiento territorial, se establece que cualquier intervención humana en los humedales necesita la previa aprobación de la evaluación de impacto ambiental. Las provincias son quienes tendrán esa autoridad.
Al cierra de la jornada, Grosso aseguro la ley “no es contra la produccion, sino contra la destrucción”. Si bien dijo que tenía la cantidad de votos para sacar dictamen, e incluso darle media sanción en el recinto, admitió que “pueden faltar algunos puntos” de acuerdo sobre la iniciativa de su autoría. “Decidimos esperar una semana para construir mayor consensos”, señaló, y se quejó de que JxC hasta ahora no le había enviado propuestas concretas de cambios.
MC
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