La “semana negra” de Santiago Caputo: doble revés en el Congreso y una escapada al sur, bajo el acecho de Macri
Los cerros nevados de Bariloche son un lugar ideal para despejar la mente. Sin embargo, en el mundo de la política, nadie cree realmente que el asesor presidencial Santiago Caputo haya podido desconectarse de las vicisitudes cotidianas. Su escapada familiar a la Patagonia, que culminó este viernes, en medio de la peor semana legislativa del oficialismo, no hizo más que alimentar los rumores de una posible salida del Gobierno de quien es presentado por Javier Milei como uno de los vértices del “triángulo de hierro” que incluye también a su hermana Karina. Esas versiones fueron desmentidas en boca del propio mandatario, pero las intrigas continúan.
La impericia de la Casa Rosada en un tema tan sensible como es la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), área de especial intereses para el joven Caputo, empujó al oficialismo hacia una derrota política de consecuencias todavía insondables. El contundente rechazo de la Cámara de Diputados al DNU que incrementó en $100.000 millones los fondos reservados para el organismo no solo dejó al descubierto, de manera descarnada, la debilidad legislativa de La Libertad Avanza. Por sobre todo, le demostró al todopoderoso asesor estrella de Milei que a veces no todo marcha acorde con el plan.
La ausencia del estratega comunicacional generó suspicacias en Balcarce 50, donde se respiró un clima enrarecido a lo largo de toda la semana. El jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni fue consultado acerca de la situación de Caputo. “Está más firme que nadie”, respondió, tajante, y echó por tierra los rumores que hablaban incluso de una interna entre el asesor y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Muy pocas veces, en los más de ocho meses de gestión libertaria, el nombre del consultor había sido mencionado durante las conferencias matutinas del portavoz.
A ese hecho se le sumó otro, casi igual de curioso: los inéditos embates que recibió Caputo por parte de la propia tropa libertaria, principalmente del senador libertario Francisco Paoltroni, que lo acusa abiertamente de haber influido en el Presidente para que el Poder Ejecutivo impulse a Ariel Lijo como candidato a la Corte Suprema de Justicia. “A Milei lo han convencido de que Lijo servía para algo. Esta es la responsabilidad de este personaje”, lanzó el formoseño el miércoles pasado, día en que el polémico magistrado de Comodoro Py se presentó ante los miembros de la Cámara alta. Paoltroni comentó que llegó a mantener un intercambio con el asesor presidencial para hablar del tema Lijo, pero que no se dio en los mejores términos. “Me dijo que votara como quiera, pero que me calle la boca”, sintetizó.
Cerrar filas
“¿Qué les molesta, que el señor Santiago Caputo tiene un coeficiente intelectual varias veces por encima de la media y juega a la mancha a los aviones intelectualmente respecto a los precámbricos que andan dando vueltas por la política?”, elogió el propio Milei a Caputo el viernes, en una entrevista que concedió a Radio Rivadavia. El Presidente calificó a Caputo y a su hermana Karina como “máquinas de trabajar”. Y reconoció su tendencia a la delegación constante al asegurar que ambos resuelven “una cantidad de problemas” a diario.
La decisión de sostener a Caputo había sido tomada el jueves: la mesa chica del Gobierno acordó ese día cerrar filas en la defensa del asesor y hacer caso omiso a lo que, consideran, es parte de un ataque teledirigido del expresidente Mauricio Macri. El accionar del líder del PRO, que cenó nuevamente con Milei el miércoles por la noche en Olivos, fue clave no solo para voltear parcialmente el decreto de la SIDE, sino también para que los senadores que le responden levanten la mano para sancionar la nueva fórmula de movilidad jubilatoria. Al día siguiente, Macri apoyó el veto que Milei confirmó que firmará. Jugadas confusas.
El punto de inflexión en el vínculo de Macri con Caputo ocurrió el pasado 9 de julio. Ese día, el expresidente viajó especialmente desde Londres a Tucumán para participar del demorado Pacto de Mayo, al que fue invitado en persona por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. La promesa era que ocuparía un lugar relativamente central durante la ceremonia. Pero al llegar a la capital tucumana, nada fue como esperaba: no solo no le reservaron un lugar privilegiado entre los invitados, sino que tampoco lo incluyeron en la firma del acta principal, la que rubricaron los gobernadores y Karina Milei. Macri montó en cólera y ante sus íntimos apuntó directamente contra el asesor presidencial.
La advertencia del expresidente a Caputo llegaría recién tres semanas más tarde, durante el acto de relanzamiento del PRO, cuando no escatimó en dardos hacia la figura del consultor. “A pesar de la voluntad de sumar que sé que tiene el Presidente, lo que pudimos ayudar fue a pesar de su entorno”, expresó, sin mencionarlo, el dirigente amarillo, en uno de los pasajes más certeros de su discurso en La Boca. No faltó a la verdad: tanto el hombre de mayor confianza de Milei como su hermana Karina fueron quienes más reparos pusieron siempre a un virtual desembarco formal de los amarillos en la gestión.
La reticencia de Caputo para con el PRO es tal que antes que al senador macrista Martín Goerling, hubiera preferido al peronista entrerriano Edgardo Kueider para encabezar la estratégica comisión bicameral de Inteligencia, conformada el martes. Sin embargo, ninguno de los dos candidatos opositores que auspiciaba La Libertad Avanza lograron alcanzar los votos necesarios para alzarse con ese lugar tan preciado, el único con la potestad de controlar los gastos de la SIDE. Las tratativas palaciegas fallaron y, finalmente, el radical Martín Lousteau fue entronizado gracias a un acuerdo con el kirchnerismo.
Quienes aducen “no entender” a Caputo son algunos opositores aliados a la Casa Rosada. Con el diario del lunes, les llama la atención que el asesor haya girado fondos reservados a través de un decreto público y no mediante mecanismos que el Estado garantiza para preservar el secreto. Consideran que puso “el carro por delante del caballo” en un tema que requiere de una muñeca política avezada. “Firmar un decreto que asigna miles de millones de pesos en fondos reservados sin previamente garantizarte el control de la bicameral es un error de principiante”, deslizan, pedagógicos. Más allá de todo, para Milei, Caputo sigue siendo irremplazable.
PL/MG
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