Vacunatorio VIP: el enojo de Fernández con Ginés y la crisis permanente
Alberto Fernández no quiso hablar con Ginés González García. Al salir del CCK, de regreso a Casa Rosada luego de presentar el Consejo Económico y Social, ese artificio que amasó por más de un año y lanzó este viernes, terminó de asumir la dimensión del escándalo de la Vacunación VIP que estalló a media mañana con las declaraciones del periodista Horacio Verbitsky y que, para entonces, había escalado a un punto irreversible.
En su despacho, Fernández se encerró con Santiago Cafiero y definió la salida de Ginés González García de su gabinete. Le indicó al jefe de Gabinete que contactara al ministro de Salud y le pidiera la renuncia. Solo, sentado en su despacho, Cafiero llamó por teléfono a González García. Hablaron unos minutos: Ginés ensayó una explicación, justificó el operativo por el viaje a México, el jefe de Gabinete le trasmitió el malestar del presidente. “Con la vacuna no puede haber ningún tipo de privilegio”, le dijo. Fin.
Un colaborador de Fernández habló con el ministro y le sugirió difundir un comunicado con detalles de la mecánica y los vacunados que integrarían la comitiva. El ministro se negó
La crisis estaba latente desde el jueves. Muy tarde, en el Gobierno supieron que estaba en curso un informe de Clarín sobre vacunados VIP en Salud. Un colaborador de Fernández habló con el ministro y le sugirió difundir un comunicado con detalles de la mecánica y los vacunados que integrarían la comitiva. El ministro se negó, afirmó la fuente. Un funcionario interpretó que no quiso porque la nómina incluía a varios que no viajaban. “Eran amigos de él, algunos médicos y Aldrey Iglesias”, señaló una fuente que accedió a la lista VIP. Iglesias es el dueño del grupo periodístico La Capital de Mar del Plata y del diario La Prensa de Buenos Aires.
Comitiva
El viernes a media tarde, Fernández le ordenó al secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, que reconfigure el staff que en unas horas partirá a México y borre las plazas previstas para el senador Jorge Taiana y el diputado Eduardo Valdés, que viajarían como presidentes de las comisiones de Relaciones Exteriores. Felipe Solá perdura en la lista de viajeros: el canciller se vacunó en el hospital Posadas, como parte del operativo del Gobierno bonaerense que comenzó a inmunizar a mayores de 70 años.
El equipo médico del Posadas tenía la indicación de vacunar a un grupo de personas en el hospital, pero el jueves recibieron la contraorden de trasladarse al edificio de Belgrano y 9 de Julio. La instrucción no la dio González García sino “otra autoridad ministerial”, indicó a elDiarioAR una fuente cercana a las autoridades de la institución, que había recibido un lote extra de vacunas destinadas a las personas que integrarían la comitiva oficial a México.
En la lista inicial de personas a vacunar no figuraba Verbitsky pero sí Valdés y Taiana, según reconstruyó elDiarioAR. En el Gobierno se mostraron sorprendidos por las declaraciones del periodista en El Destape Radio. “Se cortó solo”, apuntó un funcionario.
Con la crisis sobre la mesa, se licuó -si alguna vez tuvo validez- el argumento de vacunaciones express por la exposición del viaje a México. Una gira que, para la inagotable colección de paradojas criollas, incluye una escala en el laboratorio Liomont, donde se termina de envasar la vacuna de AstraZeneca, cuyo principio activo se elaboró en Argentina. Según lo pautado, esas dosis comenzarán a llegar al país en marzo, primera tanda de un envío que será de 22,4 millones de dosis. Ginés, el ahora exministro, fue uno de los gestores de esa operatoria que involucró al empresario Hugo Sigman. Este viernes, al mediodía, en la Ballena Azul del CCK, el ministro de Salud se sentó junto a Sigman.
El vínculo entre Fernández y GInés venía a los tumbos. Peleas de viejos conocidos, reproches por palabras de más o anuncios prematuros. Por eso, Fernández sentó a la mesa de decisiones a Carla Vizzoti, vice de Salud, y a Cecilia Nicolini.
Desgaste
El vínculo entre Fernández y Ginés venía, hace tiempo, a los tumbos. Peleas de viejos conocidos, reproches por palabras de más o anuncios prematuros. Por eso, Fernández empezó a sentar a la mesa de decisiones a Carla Vizzotti, vice de Salud, y a Cecilia Nicolini, la asesora que se involucró primero en la compra de insumos a China y, luego, en los acuerdos con los laboratorios, en particular con el centro Gamaleya por la Sputnik V.
Se especuló, incluso, con que González García tendría una salida electoral y que su lugar lo ocuparía, en algún momento del año, Vizzotti. Pero todo se precipitó, de la peor manera, con un mal final para el ministro, con el affaire de las vacunas: este viernes, cerca de las 20, Vizzotti entró a Casa Rosada y se reunió con el presidente y el jefe de Gabinete. Salió de ahí como ministra designada. Sobre González García surgió la hipótesis de un destino diplomático.
Más temprano, contaron fuentes oficiales a elDiarioAR, Fernández se mostró furioso y preocupado porque la crisis por los vacunados VIP se produjo cuando empezó a registrar un repunte del oficialismo y, tras varias dilaciones, ganó velocidad y despliegue el operativo de vacunación. Al margen del ritual de los viajes al exterior, que reportan beneficios a la imagen de Fernández, la cita en México tenía ese factor ligado a la vacunación, uno de los pilares sobre los que el Gobierno apuesta a reconstruir alguna previsibilidad y para apalancar la estrategia electoral del 2021.
La última semana, tras la llegada de una partida de vacunas de Sputnik V y otra de AstraZeneca producidas en India, el Gobierno detectó, por mediciones y un radar en redes sociales, que logró algo de calma luego de dos semanas de incertidumbre con las vacunas. Ese tester reflejó un detalle: con la vacunación a los mayores, asomó un clima de que el plan de vacunación había finalmente comenzado. La vacunación VIP fue un tiro en el pie que, además, se produjo en un contexto de denuncias sobre la inmunización de dirigentes del oficialismo en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires.
PI
Con aportes de Emilia Delfino
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