Si alguien está a 37ºC, ¿tiene fiebre?
La temperatura del cuerpo humano se mide para intentar calcular el grado de “enfermedad” de una persona. Por tanto, establece una relación temperatura-enfermedad. Pero antes debe hablarse de cuál es la temperatura corporal “normal” a partir de la cual estudiar las posibles variantes.
Se cree que el primer intento de hacerlo se sitúa en 1868, de la mano del médico alemán Carl Wunderlich, un gran interesado en la termometría que recopiló y analizó más de un millón de temperaturas tomadas de las axilas de unas 25.000 personas. Se cree también que fue el primero en aplicar un termómetro de forma experimental para medir la temperatura del cuerpo humano.
Qué es la temperatura corporal
La temperatura corporal es una medida de la capacidad que tiene el cuerpo para producir y deshacerse del calor. El cuerpo tiene una gran capacidad para mantener la temperatura dentro de unos límites seguros, incluso cuando las temperaturas exteriores cambian mucho. Por ejemplo, cuando hace mucho calor, los vasos sanguíneos de la piel se ensanchan para llevar el exceso de calor a la superficie de la piel.
Y es entonces cuando empezamos a sudar: a medida que el sudor se evapora, el cuerpo puede enfriarse. En cambio, cuando hace mucho frío, los vasos sanguíneos se estrechan, lo que reduce el flujo de sangre en la piel para ahorrar calor corporal. Entonces podemos empezar a temblar y esto ayuda a producir más calor.
¿A partir de cuánto es fiebre?
La temperatura corporal normal del cuerpo, conocida como normotermia o afebril, no es un solo número sino un rango de varios de ellos. Wunderlick estableció el punto de referencia “normal” para la temperatura corporal en los 37ºC. Esta cifra ha durado más de un siglo e incluso hoy se cita con frecuencia, a pesar de los avances que se han producido en este ámbito.
Un estudio publicado hace años en el Journal of American Medical Association encontró que la temperatura promedio normal para los adultos es de 36,7ºC y no de 37ºC y reemplazó el límite de fiebre a los 37,7ºC. En el estudio Normal Body Temperature: A Systematic Review, que analiza los resultados de distintas investigaciones sobre la temperatura corporal desde 1935 a 2017, los expertos concluyen que la temperatura corporal media general es de 36,5ºC, inferior a la media general.
Para la Academia Americana de Médicos de Familia (AAFP), se puede hablar de fiebre cuando la temperatura corporal aumenta aproximadamente un grado o más por encima de los 37ºC. Para la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), hay fiebre cuando la temperatura medida en la axila es superior a 37,2ºC - 37,5ºC o medio grado más si se mide en el recto. Por tanto, la temperatura normal puede variar de los 36,5ºC a los 37,5ºC en un adulto sano. Algunos estudios indican que 36,8ºC es un número más exacto y preciso, y en personas mayores puede ser incluso más bajo.
¿Por qué aumenta y por qué baja la temperatura?
Unos grados más de lo normal pueden estar causados por la presencia de una infección, un traumatismo severo o una lesión (se incluye aquí un golpe de calor o quemaduras). También por la ingesta de ciertos medicamentos, como los antihistamínicos. Algunos fármacos elevan la temperatura corporal y otros evitan que el cuerpo restablezca su temperatura cuando hay factores que la hacen subir.
En cuanto a por qué baja la temperatura, la respuesta es porque el cuerpo se enfría y pierde calor más rápido de lo que genera. Suele ocurrir cuando nos exponemos al aire frío, al agua, al viento o a la lluvia con frío. Se habla de hipotermia cuando la temperatura corporal es de unos 35ºC. En ocasiones, puede ser que un adulto saludable tenga una temperatura corporal baja (36ºC); si no hay otros síntomas, como escalofríos o temblores, no se considera grave.
De qué depende la temperatura normal
La temperatura del cuerpo no siempre es la misma: varía en función de varios factores:
- El momento del día: la temperatura puede variar de 1ºC según la hora del día que se tome, con temperaturas más bajas en las primeras horas de la mañana y más altas en las últimas horas de la tarde.
- La actividad que se realiza: cuanto más ejercicio se practica, más probabilidad de que la temperatura sea más alta; durante el ejercicio aumenta porque el cuerpo está utilizando más energía para alimentar a los músculos.
- Los niveles hormonales: la temperatura también varía a lo largo del ciclo menstrual de una mujer debido a las fluctuaciones hormonales. Puede aumentar después de la ovulación hasta la menstruación de 0,5ºC a 1ºC. También es más elevada durante el embarazo como resultado de un aumento del metabolismo y la producción de hormonas como la progesterona.
- La edad: la temperatura normal de un bebé sano puede variar de los 36ºC a los 37,7ºC, según la Academia Americana de Pediatría (AAP); la de los niños suele ser de alrededor de 36,3ºC a 37,6%; en adultos, va de los 36,5ºC a los 37,5ºC. Los bebés y niños suelen tener un rango de temperatura más amplio porque sus mecanismos de control del calor son menos efectivos.
- La zona donde se tome la temperatura: esta puede tomarse en la boca, las axilas o el recto. En la axila es un poco más baja que la que da una lectura oral. Se considera que la forma más precisa de medir la temperatura es en el recto.
La variabilidad de cifras, por tanto, probablemente no tenga mucha importancia fisiológica ya que hay distintos factores que determinan la temperatura en cada individuo. Quizás lo más adecuado sería hablar de una temperatura corporal normal para cada individuo en concreto.
¿Cuál es el sitio correcto para tomar la temperatura corporal?
La temperatura corporal se puede medir en distintas partes del cuerpo, y además también añadiríamos la boca. No obstante, no es exactamente la misma en cada zona, y además respecto a la normotemperatura, es decir la temperatura normal en una persona sana, cada persona tiende a mostrar distintos valores según la actividad, el día, su propio metabolismo, etc.
Esto viene a cuento porque precisamente se estima que la temperatura puede variar hasta un grado dependiendo del punto donde coloquemos el termómetro, de modo que creamos que no tenemos fiebre cuando en realidad hemos cruzado el umbral. De todos modos la medición no es el único patrón, ya que debemos tener también en cuenta la sintomatología. Además la variación media no suele superar el medio grado.
- Recto: es la zona donde tenemos una medición más exacta de la temperatura corporal, de modo que en uno o dos minutos podemos tener las medida exacta. Se utiliza sobre todo en bebés y niños pequeños. En adultos tiene el inconveniente de la comodidad y la higiene.
- Vagina: da buenas medidas pero tiene el inconveniente de que puede presentar alteraciones por la ovulación, además de ser una zona muy incómoda. De todos modos se utiliza para medir la temperatura basal y calcular el periodo de fertilidad de cara a aumentar las probabilidades de fecundar el óvulo.
- Ingles: En un caso similar se encuentra la ingle en el caso de los hombres, aunque los testículos también pueden alterar la medición, dado que suelen tener una temperatura menor a la corporal. Por ello hay que procurar que no entren en contacto con el termómetro.
- Boca: es otra zona donde se obtienen medidas bastante precisas en corto espacio de tiempo, aunque de nuevo es incómodo y la saliva nos puede alterar un tanto la medición al no ser un buen transmisor del calor.
- Axila: es la medición más cómoda y por tanto la más utilizada, a la par que la más inexacta; requiere un mayor tiempo para determinar la temperatura y puede ser entre medio y un grado más baja que en el recto.
Una alternativa que elimina el debate sobre el punto idóneo de sondeo es el termómetro de infrarrojos
MCh
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