“Creo que matamos a uno”, los mensajes que se enviaron los imputados después de la muerte de Fernando
Juan Pedro Guarino le escribió a su novia poco después de las seis de la mañana: “Esta noche fue rara, no me siento bien”. Blas Cinalli chateó con un amigo entre las 5.16 y las 5.21 de la madrugada: “Nos agarramos adentro contra unos pares; ganamos; los recagamos a palos mal; mal; creo que matamos a uno”. Ciro Pertossi googleó dos veces “pelea en Gesell”. Una fue 6.21, más de una hora después del ataque y desde el Mc Donald´s. La otra a las 10.17, veinte minutos antes de que la policía llegara para allanar la casa que habían alquilado. Esa última buscó “pelea en Gesell” siete veces en su teléfono en el lapso de un minuto. Para los imputados era el cierre de una madrugada agitada. El diario La Nación ya había dado la noticia: un chico muerto en Villa Gesell a la salida de un boliche.
El instructor Javier Laborde terminó la declaración que había empezado ayer. Su tarea fue analizar los videos de las cámaras de seguridad, domos municipales y filmaciones hechas con los teléfonos por Lucas Pertossi, uno de los acusados, y turistas que subieron filmaciones a la redes. Hoy se ocupó de exponer los chats entre los imputados. Hubo 5.735 movimientos en los diez teléfonos incautados en dos días: dos discos externos de un tera cada uno de fotos, videos, mensajes, reenvío de tuits, capturas.
Blas Cinalli apareció nombrado por primera vez desde que empezó el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa en los Tribunales de Dolores. En un grupo de WhatsApp llamado El club del azote contó a los integrantes: “Nos peleamos. Ganamos contra unos chetos los rompimos. Nos vamos al centro a premiar”. Y envía una foto tomada en el momento con la frase: “Contando toda la secuencia”. Eran las 5.08. Allí están los imputados sentados alrededor de una mesa. Laborde identificó en la imagen a Ciro Pertossi y Máximo Thomsen, y aclaró que salvo uno del grupo, el resto ya se había cambiado la ropa.
A las 6.47 un amigo le pregunta a Cinalli: “¿Qué onda, Blas, se dieron masa?”. Cinalli responde: “Sí, pero no digas que lo dije yo porque no sé si es heavy o no” y agrega: “Le dimos murra a uno con el Perto (N. de la R. se refiere a uno de los tres Pertossi), lo recargamos a palo, pero mal. Nos vinimos corriendo a la casa”. A esa altura Ciro Pertossi ya había enviado el audio en el que dice a sus amigos “caducó”, por Báez Sosa. A 7.53, Cinalli envía una foto al grupo con este texto: “Yo lo único que quiero es tomar vino y fumar flores”.
“Monitos orangutanes”
En No seas tan trolo, un grupo de WhatsApp en el que participa Guarino -quien fue sobreido en la causa en febrero pasado- un tal Emilio envía una noticia del sitio La Nación. Eran las 13.05 y la policía ya le había sacado el teléfono a Guarino, pero los amigos opinan igual: “No quiero hablar al pedo, en algún momento les iba a pasar. Son un problemita para la sociedad”. El aporte de Jero es “o se olvidan la patada en la cabeza que le dio Maxi. Nadie les dice nada porque con las pibas son buena onda pero con los pibes son unos animalitos”. “Estoy sufriendo por Juampi (Guarino)”, dirá Manu y otro manda un audio: “Estoy recontra podrido de que se hagan famosos por cagar a piñas a alguien, que se recontra re caguen”. Cierra Jero con “Monitos orangutanes”.
Un análisis que corrió sólo para los imputados del crimen
La defensa de los acusados cuestionó que no se haya hecho el mismo análisis con la contraparte del caso, es decir, con la víctima y sus amigos. “¿No tuvo la posibilidad de identificar cada movimiento (en los teléfonos) de las víctimas?, preguntó Tomei. Laborde dijo que eso lo había hecho ayer, cuando analizó los videos. ¿Pero cuántas víctimas tiene el expediente?, repreguntó el abogado. Laborde respondió ”una“ y Tomei volvió a la carga: ”¿Y los cinco amigos de la víctima que presentaron lesiones?“. ”A mí me convocaron por un homicidio“, cerró Laborde.
El ataque duró “un minuto o menos”
Para cerrar su declaración, Laborde pasó en limpio el antes, durante y después del ataque a Báez Sosa. Sus conclusiones están basadas en la visualización de las filmaciones y el cruce con los horarios de los mensajes. “Constatamos que Lucas filmaba, vimos a Ciro atacando por delante a la víctima. Por detrás, a la personas que vestía camisa blanca y bermuda marrón. Máximo Thomsen estaba a metros del lugar”, dijo el investigador. Confirmó que de acuerdo a la cámara de enfrente de la disco, tres personas están pegandole a alguien que está en el piso detrás de un auto. “Del analisis del video no tengo una idea clara, pero estimo que el ataque duró un minuto, o quizás un poco menos”, cerró Laborde.
VDM/MG
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