Neuquén: cayó un helicóptero hidrante que combatía incendios y murieron sus dos ocupantes en Aluminé
Un helicóptero hidrante que combatía los incendios forestales cayó este miércoles en cercanías de la localidad neuquina de Aluminé, lo que provocó la muerte de sus dos ocupantes, informaron voceros oficiales.
Los fallecidos son el piloto y el mecánico del helicóptero, que había sido contratado por el gobierno provincial para sumarse al combate de los incendios que azotan regiones de la Patagonia, pero las víctimas aun no fueron identificadas, detallaron las fuentes.
De inmediato se organizó un operativo con personal de Bomberos Voluntarios de Aluminé y de los distintos organismos que fueron desplegados en la región para combatir las llamas de un incendio declarado hace dos semanas en el lote 39 de la Corporación Forestal de Neuquén (Corfone).
El helicóptero que se precipitó a tierra había sido contratado por el Gobierno de Neuquén para sumarse al combate a las llamas, indicaron los voceros a Télam.
El intendente de Aluminé, Gabriel Álamo, confirmó en declaraciones a LU5 Radio Neuquén, que el siniestro ocurrió esta mañana a las 11 y provocó la muerte del piloto y el mecánico de la máquina.
Además, afirmó que un equipo de brigadistas se encuentra en el lugar para identificar a las dos víctimas.
“El accidente se produjo cuando los vientos comenzaron a intensificarse y complicar el avance de las llamas”, relató Álamo.
En tanto el pronóstico climático para este miércoles indica la presencia de vientos más fuertes durante la tarde con altas temperaturas.
El incendio en la zona de Quillén se declaró hace dos semanas debido a tormentas eléctricas tras días de intenso calor que persiste en esa zona.
El fuego afectó 4 mil hectáreas de bosque nativo y es combatido por 15 brigadistas pertenecientes a organismos nacionales y provinciales con asistencia logística del Ejército.
Emergencia ígnea
Este martes, el Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema), junto con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, había declarado la “emergencia ígnea en todo el territorio nacional” por un plazo de 12 meses, en función del “riesgo extremo de incendios de bosques y pastizales”.
En una reunión realizada en forma remota, también se recomendó al Poder Ejecutivo nacional replicar la medida para que se habiliten partidas presupuestarias de excepción necesarias para robustecer las acciones, informó el Ministerio que conduce Juan Cabandie en un comunicado.
Durante el encuentro también se solicitó la articulación entre las jurisdicciones y el Estado nacional con el objetivo de fortalecer las políticas de prevención.
“La declaración de la emergencia ígnea es importante porque estamos ante una situación que necesita obligatoriamente de una coordinación de esfuerzos y una conjugación de voluntades para poder enfrentar un panorama muy adverso; la temporada que viene en la Patagonia es complejísima”, explicó el secretario de Control y Monitoreo Ambiental, Sergio Federovisky.
“Estamos frente a un escenario que puede tender a repetirse de manera recurrente en el tiempo, es decir, un periodo de sequías prolongadas, de corrimiento de las temporadas secas en cada una de las estaciones, de temporadas sin lluvias”, amplió.
Y agregó que “muy probablemente, como resultado del cambio climático, puedan presentarse temporadas de fuego a lo largo de todo el año, situación que implica un abordaje muy diferente al que veníamos teniendo hasta ahora”.
El funcionario explicó que en este contexto “será necesario en un futuro cercano trabajar con un énfasis diferente y más profundo en las políticas de prevención”.
En este sentido, Federovisky declaró que “las políticas del combate contra el fuego en situaciones climática adversas y con tanto material combustible en el suelo, resultan ineficientes más allá de todos los recursos a disposición que se pongan”.
“Por lo tanto -continuó-, la necesidad de trabajar en la prevención es esencial, entendiendo por esta acción, la reducción de las condiciones que favorecen la llegada y la posterior propagación de los incendios una vez que la temporada de fuego ya está lanzada”.
En este sentido, Federovisky declaró que “las políticas del combate contra el fuego en situaciones climática adversas y con tanto material combustible en el suelo, resultan ineficientes más allá de todos los recursos a disposición que se pongan”.
“Por lo tanto -continuó-, la necesidad de trabajar en la prevención es esencial, entendiendo por esta acción, la reducción de las condiciones que favorecen la llegada y la posterior propagación de los incendios una vez que la temporada de fuego ya está lanzada”.
Con información de agencias.
IG
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