El entrenador que vino de los videojuegos, tiene 30 años y es DT en la primera división de Francia
De niño, Will Still se pasaba las noches jugando al “Football Manager” junto a sus hermanos. Tanto, que su madre llegó a prohibirles la maquinita, lo que no mermó las ansias de banquillo de este joven que ahora triunfa en el Reims francés.
Cuando en octubre pasado los malos resultados llevaron a los dirigentes del Reims a destituir a Óscar García, el joven belga de origen inglés, que era uno de sus adjuntos, se hizo con las riendas del primer equipo. En un primer momento de forma provisional.
Con apenas 30 años, se convertía en el entrenador más joven de las cinco principales ligas europeas, sin experiencia destacable, lo que hacía poco probable que su aventura se prolongara.
Pero la racha de buenos resultados le afianzó en el banquillo y el club ha dejado de buscar sustituto. Y eso que Still ni siquiera tiene el diploma de entrenador de la UEFA, lo que obliga al Reims a pagar 25.000 euros de multa cada partido que su técnico se sienta en el banquillo.
Desde que se hizo con las riendas del banquillo el Reims no ha perdido ningún partido oficial. Ha pasado de coquetear con los puestos de descenso, lo que le costó el puesto a García, a colocarse en la zona media de la tabla, con un colchón de doce puntos sobre los puestos de descenso.
Más, incluso, de los diez puntos que le separan de los puestos europeos, aunque ese sueño todavía nadie quiere tenerlo en el club de la Champaña francesa.
Son ya catorce los partidos que ha encadenado el equipo sin conocer la derrota, la mitad empates, entre ellos un comentado empate en el Parque de los Príncipes en el que tuvo contra las cuerdas al todopoderoso club de Messi, Mbappé y Neymar.
De repente, Francia descubrió que aquella aventura que había comenzado como un experimento daba como resultado un vestuario unido, conjuntado y en perfecta comunión con el entrenador: el técnico más joven se encontró con la plantilla menos veterana de la primera división francesa.
DERRIBANDO MUROS
Still “ha derribado el muro que siempre suele haber entre el entrenador y el vestuario”, aseguraba Alexis Flips, uno de sus jugadores, que le considera “un hermano, más que un jefe”.
Una relación que ya existía cuando era adjunto de Óscar García, pero que no ha cambiado cuando se hizo con el puesto de técnico, un nombre que les ha impedido utilizar a sus jugadores cuando se refieren a él, que pide que le tuteen.
Still alimenta esa relación como una fuente de motivación, que ha completado a un equipo diseñado por García para hacer un juego de toque con un punto de rabia que le hace más eficiente de cara a la puerta contraria.
El entrenador no reniega de sus orígenes y recuerda que la pasión de los banquillos le vino de un videojuego que marcó su infancia.
“Jugábamos sin parar con mis hermanos y ahora me veo haciendo lo mismo en la vida real”, asegura.
Fue esa experiencia en las pantallas lo que le llevó a abandonar su carrera de jugador -que nunca superó las divisiones inferiores- para, muy joven, abandonar su Bélgica natal y acudir a formarse a Inglaterra como entrenador, para seguir la estela de su admirado Alex Ferguson, cuyas lecciones todavía persisten en ese país.
En paralelo entrenó al pequeño equipo inglés Preston North End, antes de regresar a Bélgica donde durante años tuvo un programa de táctica en la televisión pública belga junto a uno de sus dos hermanos.
El análisis de vídeo y de datos le abrió las puertas del mundo profesional en el club en el que había sido jugador, el Saint-Trond de la segunda belga, que le fichó como analista de imágenes, puesto desde el que contribuyó a su ascenso a primera división.
En 2017 llega al Lierse, de nuevo como adjunto, pero se hará con el primer equipo a los 24 años cuando el entrenador, Frederik Vanderbiest, es despedido.
El equipo quiebra y Still llega al Beerschot, al que de nuevo contribuye a subir a primera división como adjunto del argentino Hernán Losada, del que una vez más hereda el puesto de primer entrenador cuando decide fichar por la liga de Estados Unidos.
A sus 28 años, se convierte en el más precoz técnico de primera división belga, aunque en 2021 el club prefiere fichar a Peter Maes y Still recala en la Champaña francesa donde ahora destaca.
Luis Miguel Pascual, para la agencia EFE.
IG
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