Domínguez aseguró que el campo “no captó una renta inesperada” y que el Gobierno escuchará los reclamos
A pocas horas de comenzar la protesta de entidades rurales con un tractorazo en Plaza de Mayo, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, aseguró este sábado que “si hay algún reclamo que tenga que ser atendido, lo vamos a atender y escuchar”, rechazó la creación de un impuesto extraordinario para el sector y en ese sentido, sostuvo que “el productor argentino no captó la renta inesperada”.
Desde Israel, donde el funcionario estaba acompañado de sus pares Eduardo “Wado” de Pedro (Interior), Daniel Filmus (Ciencia y Técnica) y ocho gobernadores, en una misión de cooperación científico-tecnológica sobre el manejo del agua, subrayó en una entrevista a enviados de Clarín y La Nación que “si hay un reclamo que atender, lo vamos a atender y a escuchar como corresponde. No me corresponde a mí analizar las motivaciones. Me corresponde a mí analizar si hay algún problema y trabajar para resolverlo”.
“Es importante que se sepa que nosotros con las entidades del sector tenemos una relación de trabajo permanente, donde estamos trabajando con la agenda de los temas”, señaló. También puntualizó determinados temas de la agenda en común con la entidades ruralistas integrantes de la Mesa de Enlace, como Federación Agraria (FAA), Confederaciones Rurales (CRA), Coninagro y Sociedad Rural (SRA), las cuales decidieron no participar de la protesta ya que la consideraron inoportuna.
Por otro lado, Domínguez negó la creación de un impuesto extraordinario para el sector, y remarcó: “Siempre nuestra prioridad, lo hemos dicho desde el primer momento, es el productor. Lo hemos definido en la Argentina como la gallina de los huevos de oro. En la centralidad de las políticas del Ministerio todo se entiende a partir de cuidar al productor”.
“El productor argentino no captó la renta inesperada, porque vendió su producción a precios preguerra y tiene que abordar la próxima cosecha con un costo del 60% de los fertilizantes, que están faltando en el mundo y que han tenido un incremento absolutamente inesperado”, argumentó.
Al respecto, el ministro explicó: “Argentina para la misma cantidad de hectáreas el año pasado gastó 2.400 millones de dólares, pero este año va a necesitar 3.600 millones de dólares. Este año se requiere 1200 millones de dólares más para sembrar y fertilizar la misma cantidad de hectáreas”.
“Dije hasta el cansancio que las retenciones no se van a aumentar. La agenda que le transmití es la que recibimos de los productores, de las entidades, de los gobiernos provinciales y de todos aquellos que tenga un aporte para hacer”, sostuvo Domínguez.
Y completó: “Si yo supiera los temas concretos, si están individualizados los temas concretos, que se pueden trabajar para resolverlos y que dependen de nuestra cartera, lo vamos a hacer”.
Plan Nacional de Riego Sustentable 2030
Domínguez presentó en Israel el Plan Nacional de Riego Sustentable 2030, a través del cual el Gobierno busca desarrollar capacidades productivas de la Argentina, lo que permitirá aumentar la cantidad y calidad de la producción; generar mayor valor agregado; expandir el potencial de expansión de las exportaciones con apertura de nuevos mercados para los productores; mejorar los rindes y optimizar el aprovechamiento hídrico, informaron fuentes oficiales.
Al respecto, el ministro explicó que “en Argentina hay alrededor de 2 millones de hectáreas bajo riego (superficial o subterráneo), que produce el 13% del producto agrícola del país”, y que “esto significa que sólo el 5% de la superficie cultivada está bajo riego”.
“Tenemos un gran potencial de mejora y la posibilidad concentra a partir de estas iniciativas que ya se están impulsando en todo el país para aumentar las capacidades productivas que tiene nuestro país”, añadió.
Domínguez explicó que “el riego es fundamental para el desarrollo rural de vastas regiones del país, y en alguna de ellas donde predominan las economías regionales se transforma en imprescindibles”.
Detalló también que “si tomamos en cuenta que el 70% de su territorio es árido o semiárido, esta actividad permite poner en valor grandes superficies que de otra manera sólo estarían valorizadas por ganadería de muy baja densidad y productividad”.
MB
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