Durante el gobierno de Alberto Fernández se redujo casi 80% la cantidad de personas que compran dólar ahorro
Si bien todavía resta la notificación oficial, el Banco Central ya anticipó que las personas que conserven algún porcentaje de subsidio en sus tarifas de electricidad o gas tendrán vedado el acceso al dólar oficial. Son alrededor de 9 millones de usuarios que se sumarán –en caso de que no lo integraran ya– al amplio universo de argentinos y argentinas que no tienen habilitado el cupo de US$200 para atesoramiento.
De acuerdo con datos oficiales analizados por elDiarioAR, durante el gobierno de Alberto Fernández se redujo casi 80% la cantidad de personas que efectivamente acceden al dólar oficial. En agosto de 2020, el pico más alto de la serie, fueron casi 4 millones de personas y en junio de 2022, el último dato disponible, los compradores mensuales de dólar billete fueron apenas 885.000. Si se compara junio de 2020 contra junio de 2023, la caída es de 73%.
Fernández lo había anticipado ya en sus primeros días de gobierno. “Hay que terminar con cierta cultura argentina de que hay una suerte de derecho humano a comprar dólares”, dijo en diciembre de 2019. “Es necesario entender que la economía macro no permite que los dólares se sigan usando en cuestiones que son muy válidas, pero que hoy en día hay otras urgencias”.
La reducción del universo que efectivamente accede al dólar oficial no tiene una sola explicación. Sobre el contexto general de deterioro de los ingresos, que posiblemente generó que familias que tenían un excedente disponible para el ahorro dejaran de tenerlo, se suman las distintas restricciones burocráticas. Alberto Fernández no impuso el cepo de los US$200 mensuales, sino que lo heredó de la gestión de Mauricio Macri y lo mantuvo, pero sí lo reforzó con una larga lista de medidas satelitales.
Gráficos del Banco Central permiten ver que en el último tramo del gobierno de Cambiemos la compra de dólares por parte de personas humanas (no empresas o sociedades) casi llegó a los US$4.200 millones mensuales, de menos de 2,5 millones de compradores.
En septiembre de 2019 Macri ya se había visto obligado a reinstalar el cepo cambiario, con un tope de US$10.000 mensuales, que ajustó a US$200 a fines de octubre. A partir de ese momento se desplomó la cantidad de dólares que se compran para atesoramiento, pero aumenta la cantidad de personas que efectivamente compran. Es decir, a partir de entonces se ve mucha más gente que compra mucha menos cantidad.
En la primera ola de la pandemia de coronavirus se tocó el máximo de individuos compradores; en agosto de 2020 fueron casi 4 millones. Ese número empezó a bajar luego, cuando el Banco Central dispuso, el 29 de septiembre, que los trabajadores en relación de dependencia cuyas empresas fueron beneficiadas por el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) no podían acceder al dólar ahorro.
Esa medida, por otra parte, no tiene fecha de caducidad. Miles de personas siguen imposibilitados de acceder al mercado formal por una ayuda estatal que no solicitaron y que les llegó dos años atrás. Hay casos de personas que incluso ya no trabajan para la empresa que les pagó con ATP y aún así están bloqueados en el sistema. La medida no vence, aunque Agustín D'Attelis, uno de los directores del Banco Central, dijo este viernes en diálogo con Urbana Play que “se corregirá” en breve.
Desde fines de 2020 las compras brutas de dólares billete por parte de individuos se estabilizaron por debajo de los US$200 millones mensuales y la cantidad de personas que efectivamente compran cada mes, por debajo del millón.
Cuando la Secretaría de Energía y el Banco Central crucen sus bases de datos y efectivamente queden fuera del acceso al mercado oficial quienes reciben subsidios, el número se restringirá todavía más. Tras la consulta de este medio, en la entidad que preside Miguel Ángel Pesce no precisaron el volumen de personas que no pueden comprar dólar ahorro, pero recordaron que son los que recibieron IFE o ATP, perciben algún subsidio del Estado, crédito a tasa cero o quienes no pagan el saldo pleno de sus tarjetas de crédito y lo refinancian con tasa subsidiada.
DT
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