Cientos de miles de personas salieron a las calles contra la ultraderecha en Alemania
Cientos de miles de personas volvieron a salir a las calles este fin de semana en Alemania para defender la democracia y contra el partido ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD), después de que se revelara una reunión secreta de miembros de esta agrupación con neonazis para discutir un plan para expulsar a millones de solicitantes de asilo y ciudadanos alemanes de origen extranjero.
En Múnich, los organizadores suspendieron hoy una manifestación contra la derecha dado que se habían reunido al menos 80.000 personas y la Policía dijo que no estaba en condiciones de garantizar la seguridad. Los organizadores hablaron incluso de 250.000 personas.
Decenas de miles de personas también salieron a las calles este domingo en muchas otras ciudades, como Colonia y Bremen.
El sábado la Policía y organizadores ya habían contabilizado al menos 300.000 personas manifestándose en todo el país. Los puntos más calientes fueron Hannover, Frankfurt y Stuttgart. En el este de Alemania la ciudad de Halle fue la que más manifestantes reunión. La Policía habló allí de unas 16.000 personas.
Una manifestación en Hamburgo tuvo que ser disuelta anoche debido a la gran afluencia de participantes, que ocasionó problemas de seguridad.
Hubo personas que se desmayaron entre la multitud y los bomberos no pudieron pasar debido a la gran cantidad de personas, que las autoridades policiales cifraron en 50.000 y los organizadores en 80.000.
Las protestas callejeras fueron convocadas en especial por representantes de sindicatos, asociaciones civiles y los partidos Los Verdes y Socialdemócrata (SPD), ambos miembros del Gobierno federal.
Las protestas se desencadenaron a raíz de una información revelada la semana pasada por el medio de investigación Correctiv sobre una reunión desconocida hasta entonces que extremistas de derechas tuvieron el 25 de noviembre en Potsdam.
A la reunión asistieron varios políticos de la AfD, así como miembros de la CDU y de la muy conservadora agrupación Unión de Valores (Werteunion) a título individual.
Martin Sellner, exlíder del Movimiento Identitario de Austria, de ultraderecha, expuso allí sobre la cuestión de la “remigración”, un término utilizado por los extremistas de derecha para referirse a la masiva salida del país de personas de origen extranjero, en general contra su voluntad.
El canciller socialdemócrata, Olaf Scholz, comparó los planes de “remigración” de los extremistas con la ideología racial de los nazis.
“Si hay algo que nunca más debe tener cabida en Alemania es la ideología racista y populista de los nacionalsocialistas. Eso es lo que expresan los repulsivos planes de los extremistas”, afirmó Scholz en un video dado a conocer ayer.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, expresó que la reunión de extremistas en Potsdam le recordaba a la Conferencia de Wannsee de altos cargos nazis, en la que se planificó el 20 de enero de 1942 el exterminio de hasta 11 millones de judíos europeos.
“Me trae involuntariamente recuerdos de la terrible Conferencia de Wannsee”, expresó Faeser en declaraciones al grupo de medios Funke.
La ministra no quiso equiparar ambos eventos. “Pero lo que se esconde tras términos que suenan inofensivos, como 'remigración', es la idea de expulsar y deportar en masa a personas por su origen étnico o sus opiniones políticas”, alertó.
Faeser se mostró escéptica sobre la posibilidad de iniciar un proceso de prohibición de la AfD, pero evaluó que “si la gente se pasa a un partido así, hay que hacer campaña para que regresen a los partidos democráticos”.
En ese sentido, el comisionado contra el Antisemitismo del Gobierno alemán, Felix Klein, expresó su preocupación ante los altos índices de intención de voto de la AfD.
“Desgraciadamente, estamos asistiendo a una erosión de los valores democráticos, lo que me parece muy preocupante. El odio a los judíos prospera precisamente en este caldo de cultivo”, declaró al diario Neue Osnabrücker Zeitung.
Klein hizo un llamamiento a los electores para que no votaran en contra de sus propios intereses: “Nuestra economía depende en gran medida del libre mercado, de que Alemania sea vista como un país cosmopolita”.
Las primeras marchas tuvieron lugar el pasado domingo en Potsdam y Berlín, luego de que se conociera la reunión secreta. Entre las figuras centrales estaban Scholz y la titular de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock.
CRM con información de agencias
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