Los jóvenes ucranianos se convierten en narradores de la guerra en TikTok
En 2014 la organización Save The Children lanzaba una campaña en forma de vídeo donde en 90 segundos podíamos ver cómo cambiaba la vida de una niña cualquiera al iniciarse un conflicto bélico y verse obligada a convertirse en refugiada. La niña que protagonizaba la campaña era blanca y británica. El vídeo narraba una serie de sucesos, siempre con su cara en primer plano, que iban desde la confortable cotidianidad de celebrar un cumpleaños viviendo en paz hasta la terrible cotidianidad de tener que huir de las bombas y disparos. El objetivo de la campaña era concienciar a la población occidental de lo que estaba sucediendo en Siria y de lo que implica para una niña convertirse en refugiada y se cierra con un mensaje que dice: “Solo porque no esté pasando aquí, no significa que no esté pasando”. Hoy no hace falta que una productora guionice, realice y edite un vídeo para denunciarlo. Está sucediendo en TikTok.
Esta es Valeria Shashenok, una joven fotógrafa que además produce vídeos en TikTok. En este vídeo cumplía 20 años y lo celebraba con sus amigas en Chernígov, una ciudad al norte de Ucrania, a 2 horas en coche de Kiev. Era el 20 de Julio del año pasado. Durante este medio año, se pueden ver rastros en su cuenta de viajes a Ámsterdam, Paris y Roma. Y siguiendo la analogía del vídeo de Save the Children, de repente todos sus vídeos fancys cambiaron hace un mes. Desde entonces está narrando los efectos de la guerra. Solo que en vez de hacerlo desde un tono dramático, está haciendo uso del humor. En una suerte de documental tragicómico.
“Se expresan puntos de vista extremos, que van desde distópicos hasta utópicos, no solo con respecto a la juventud, sino también con respecto a cualquier fenómeno mediático que sea significativo y nuevo. Ya en la preocupación de Sócrates de que la palabra escrita erradicaría la sabiduría, se creía que cada nueva tecnología sería nuestro salvación (¡Internet unirá a personas de todo el mundo en una comunidad global!) o nuestra perdición (¡los robots nos dejarán a todos desempleados! Para mí, esta continuidad es bastante tranquilizadora, porque nos muestra que nuestros temores y esperanzas no se relacionan tanto con las características de la nueva tecnología específica, sino que son temores y esperanzas generales de la sociedad que se proyectan en cualquier tecnología que sea nueva e incomprendida de momento. Para la mayoría de sus comentaristas adultos, TikTok es un gran desconocido”, declaraba Kligler-Vilenchik en una entrevista en el New York Times, doctora en periodismo y comunicación por la Universidad de California y autora del libro By any media necessary: the new youth activism. Lo cierto es que el miedo a que TikTok o cualquier tecnología emergente pueda empobrecer y banalizar el debate democrático es constante. Y es que todo conflicto bélico tiene un componente mediático que suele complejizar dichos debates.
Algunos medios se han apuntado a la moda de llamar a la invasión rusa de Ucrania la “Guerra de TikTok”. The Guardian, CNN, o The New Yorker lo han hecho. No es la primera vez que algo así sucede. La invasión estadounidense de IRAQ en 2006 fue denominada por The Time como “La primera guerra de Youtube”. Más allá de la necesidad de generar titulares espectaculares y atrayentes, lo cierto es que TikTok ya ha sido utilizada por jóvenes a favor de las causas de Palestina o de Siria (por poner dos ejemplos) para narrar sus vivencias y para hacer activismo en entornos digitales.
Lo que sí es evidente que ha ido en aumento es el número de narraciones audiovisuales breves que se expanden en redes y generan relatos no oficiales sobre lo que está pasando. Forma parte de la audiovisualización de la vida. Y si las redes sociales marcan muchas veces la agenda mediática, los contenidos audiovisuales suelen ser los que más se viralizan. Sucedió con el soldado ruso que se rindió y del que se distribuyó masivamente un vídeo en vertical en el que se le podía ver comiendo y bebiendo mientras una mujer sostenía un teléfono móvil para que hablara con su madre, a la vez que sus captores le decían a ésta que estaba bien y que no le pasaría nada. Y está pasando con muchos vídeos publicados originalmente en TikTok.
TikTok sigue siendo una de las apps más populares entre las generaciones más jóvenes, con más de un 60% de usuarios por debajo de los 30 años. Ya es la tercera red social más usada del mundo con más de 1.000 millones de usuarios en todo el mundo y mantiene la tasa de crecimiento más alta, de un 59,8% en 2020 y un 40,8% en 2021. Y su popularización así como las herramientas, códigos y lenguajes que propone, está suponiendo un cambio con respecto a la narrativa aplicable a casi cualquier evento político y social. Es algo que por ejemplo ya pudo verse durante las protestas de Black Lives Matter tras el asesinato de George Floyd: la app se convirtió en un espacio para narrar lo que estaba sucediendo en las calles. Y está sucediendo ahora.
Durante los días previos al inicio del conflicto, TikTok se llenó de vídeos como este. Este fue documentado por Maria02903 a 10 kilómetros de la frontera con Ucrania. Esos días muchos fueron los vídeos casuales documentando los movimientos de las tropas rusas por parte de usuarios anónimos. De hecho, tal y como informaba Politico, activistas, ONGs y periodistas están comenzando a analizar los vídeos de TikTok y otros contenidos digitales en busca de evidencias que permitan denunciar los crímenes a posteriori.
Después de la invasión, hubo manifestaciones en distintas ciudades fuera de Ucrania, algunas de ellas rusas. Muchas de ellas fueron cubiertas en TikTok con una de las herramientas de las que la plataforma dispone: las emisiones en directo. En paralelo, las formas de protesta se iban diversificando y comenzaron a producirse contenidos que no solo documentaban en vivo y en directo el conflicto sino que lo comentaban desde perspectivas más analíticas.
Xenasolo es una historiadora especializada en Japón que vive en Ucrania y desde que ha empezado el conflicto ha abandonado los vídeos sobre Naruto para compartir reflexiones sobre lo que está pasando y haciendo directos diarios a las 9 de la noche hora de Kiev cada día. Tiene actualmente más de 600 mil seguidores y en algunos de ellos como en este, hace uso del humor.
En esta escena, típica del lenguaje de TikTok en el que una misma persona interpreta dos personajes, ironiza sobre un oficial de guerra ruso hablando con Pluter (un alter ego de Putin), al que se puede ver abrazado a una conocida marca de refrescos mientras escucha como el oficial le dice: “¿Recuerda su objetivo de volver a convertirnos en la gran Unión Soviética? Pues estamos a punto de conseguirlo: ya estamos prácticamente aislados del resto del mundo”. Y a continuación la botella de refresco desaparece. El humor es uno de los códigos que más sorprenden con respecto a cómo se gestan los relatos que se comparten en TikTok pero evidentemente no es el único. También hay relatos que usan la narrativa de TikTok para compartir en primera persona cómo el conflicto les está afectando.
En este vídeo, Diana_totok narra en 43 segundos lo que ha supuesto para ella convertirse en refugiada. Usando como banda sonora la canción Where is the love? de Lauren Amour (que a su vez ha sido utilizada recurrentemente en otros vídeos de la plataforma o en YouTube para narrar lo que está sucediendo en Ucrania). Su vídeo muestra la llegada de un misil, el desconcierto y el miedo, la huída y finalmente, la despedida en la frontera con Rumanía con su padre. El vídeo era del 28 de febrero. El 3 de marzo publicaba otro vídeo contando que su padre está bien y que está usando su coche para ayudar a escapar a Polonia a otros refugiados y donde pide fondos para poder ayudarlo dado que su vehículo es muy antiguo.
La periodista australiana Matilda Boseley, que trabaja para The Guardian, compartía en un hilo de Twitter el vídeo de Diana_totok además de otros parecidos y comentaba: “Este vídeo no es divertido pero ha sido visto 15 millones de veces en TikTok. Encuentro interesante qué gran parte de la historia que recordaremos está siendo contada por jóvenes mujeres en TikTok”. Lo cual se explica porque los hombres ucranianos entre 18 y 60 años están obligados permanecer en el país y ayudar como puedan. Otra de esas mujeres que está narrando lo sucedido en Ucrania es Nataly Tereshchenko.
Guía turística profesional de Chernobyl, con una cuenta con más de 2 millones de seguidores en TikTok, compartía este vídeo el 3 de marzo donde reflexionaba: “Es doloroso darse cuenta de que soy una guía turística profesional que solía contarle a la gente el horror de 1986, acerca de cómo la gente debía ser evacuada de sus casas porque había un enemigo invisible que era la radiación. Y ahora, puedo sentir ese miedo. En 2022 la gente huye de un enemigo visible: Rusia”.
Las tiktokers ucranianas no son las únicas que han reaccionado. También ha habido tiktokers desde Rusia que se han pronunciado sobre el conflicto. Alex Medvev ha optado por una opción menos problemática y está usando su cuenta, con casi 2 millones de seguidores, para intentar pacificar la situación. Se situó a la entrada de una zona comercial en Moscú con un cartón que tenía las banderas de Rusia y Ucrania y en el que podía leerse “Si estás en contra de la guerra, abrazame”. Varias personas pasaron de largo pero otras decidieron pararse y darle un abrazo.
Niki Proshin, otro joven creador de contenidos con una cuenta en TikTok que tiene 750.000 seguidores, comenzó a publicar sobre la invasión de Ucrania tan pronto como las tropas rusas cruzaron la frontera. Publicó un solo video en TikTok abordando las muchas preguntas que recibió de sus seguidores para conocer su opinión sobre Ucrania. Habló sobre la guerra y sobre su enfado con Vladimir Putin por lanzar el ataque de noche. “Mostrar mi opinión públicamente ayuda a los extranjeros a comprender mejor a los rusos y ayuda a mantener el puente entre la gente normal fuera de Rusia y la gente normal en Rusia”, dijo Proshin. Lo siguió con otro vídeo, tomado en vivo en las protestas callejeras en su ciudad natal de San Petersburgo. Se ha visto obligado a borrar ambos contenidos y no ha vuelto a publicar nada. En su biografía de TikTok reza: “No puedo hacer directos ni publicar contenidos en TikTok porque estoy en Rusia”.
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