“Me preparaba para ir al templo con mi bebé cuando escuché la alarma”: los argentinos en Israel, en estado de shock
Rafael Zayat, de 68 años, vive desde 1975 en Yad Binyamin, un barrio cerrado cerca de Gaza. Evelyn Chabube emigró a Israel hace cuatro años y reside en Jerusalén, en el barrio religioso de Ar Joma, junto con su esposo y su bebé. Bianca Bellos Fariña, tucumana de 32 años, se fue a vivir a Tel Aviv, donde actualmente trabaja de fotógrafa, hace solamente 7 meses. A pesar de sus diferencias, estos argentinos comparten el luto por los más de 900 fallecidos -dentro de los cuales se encuentran 7 argentinos- y el miedo generalizado por las semanas de conflicto que vendrán.
“Fue un shock, es algo inconcebible lo que está sucediendo”, coinciden todos los entrevistados: por el número de muertes, por la forma en la que fueron asesinadas a sangre fría y por la forma en la que Hamás irrumpió en el territorio, sorprendiéndolos a ellos y a todo el Estado de Israel, aseguran. Estos argentinos tienen amigos que casi mueren en las últimas horas asesinados por Hamas y familiares que se encuentran en territorios limítrofes con Gaza, donde su integridad se ve amenazada desde el sábado a la mañana.
Tanto en Tel Aviv como en Jerusalén y en Yad Binyamin las primeras alarmas comenzaron a sonar el sábado por la mañana. Evelyn se estaba preparando para ir al templo a rezar junto a su bebe y su cuñada y sus tres sobrinos, que fueron a Israel a pasar las fiestas de Sukkot y Simja Toráh con ellos. A partir de ahí, la sirena sonó en Jerusalén siete veces más en cuestión de minutos y Evelyn junto a su familia se metieron en el búnker aunque, al no poder usar el celular por las leyes del shabat, no sabían muy bien qué era lo que estaba sucediendo.
Mientras tanto en Tel Aviv, en un apartamento que comparte con su primo y una amiga israelí, Bianca Bellos Fariña se despertó con la primera alarma de las 6 am. “Nada grave”, pensó Bianca. Se refugió en las escaleras del edificio. Luego de la segunda alarma, le llegó una llamada a su primo: era de Maia, la tercera residente del departamento, que había ido al festival de música cerca de la frontera entre Gaza e Israel. “Estamos escondidos debajo de un árbol, hay árabes disparando por todos lados. Avisa a la policía”, alcanzó a decirle Maia.
Bianca y su primo no entendían qué era lo que estaba pasando. Luego de la tercera alarma, que sonó minutos después, Hamás se adjudicó el ataque al territorio israelí. Ahí comenzaron a divulgarse y a difundirse los hechos: hombres armados habían irrumpido en territorio israelí y miles de cohetes habían sido disparados desde Gaza esa mañana. Con el correr del día, la cifra de muertos y de secuestrados fue aumentando y Maia, que logró salvarse, estaba en el hospital en estado de shock. Para el día lunes, la cifra de muertos por los ataques había superado las 700 personas en Israel, dentro de los cuales se encuentran 7 argentinos
Bianca asegura que ahora, 72 horas después al primer ataque, la situación en Tel Aviv está más estabilizada, y desde ayer domingo a la noche ya no suenan alarmas. Sin embargo, parte de su familia, comenta Bianca, se encuentra en Ashkelon, ciudad muy cercana a la frontera con Gaza, una de las más afectadas por los bombardeos. ElDiarioAR intentó comunicarse con la tía de Bianca, quien reside allí, pero no fue posible.
Evelyn cuenta que el ejército está evacuando a toda la población de las zonas aledañas a Gaza, por lo cual muchas familias se marcharon de allí con lo puesto. Ella está ofreciendo, junto con otros vecinos de Jerusalén, habitaciones de sus casas para que residan quienes se escaparon del Sur de Israel.
“Lo que sucedió es inconcebible. Por la cantidad de víctimas, porque fueron asesinados a mansalva y a sangre fría y por la forma de entrar al territorio, a través del aire, caminando y con vehículos”, sostiene Rafael Zayat en diálogo con elDiarioAR. “Recién hoy lunes estamos entendiendo la magnitud de todo lo sucedido: empezamos con 100 víctimas y rápidamente escalamos a 700, más la gente que fue secuestrada”.
“Se dice que este fue el 11 de septiembre israelí. Esto es mucho más que el 11 de septiembre para Israel: tenemos una población de 10 millones y de esos 10 millones, se estima que murieron 1.000 personas. Es como si en Estados Unidos hubieran muerto 25 mil personas en un ataque terrorista”, sostiene Rafael.
A pesar de esto, todos los entrevistados coinciden en que no piensan en abandonar la tierra de Israel. “No tengo ninguna intención de volver”, sintetiza Bianca.
AS/DTC
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