Quién era el máximo líder de Al Qaeda, asesinado por la CIA en Afganistán
Al Zawahiri, un médico egipcio de pocas palabras convertido en el terrorista más buscado por EEUU
En la noche del lunes, el presidente demócrata Joe Biden anunció el buen éxito del operativo para dar muerte a Ayman Al Zawahiri, de 71 años, máximo dirigente de la organización Al Qaeda. El asesinato había tenido lugar en el centro de Kabul, capital de Afganistán, más de una década después de que Osama bin Laden, su antecesor, fuera en descubierto en su escondite donde vivía en la clandestinidad en Pakistán, y asesinado por EEUU en otra operación exitosa, que en 2011 anunció desde la Casa Blanca el primer presidente negro de EEUU, el demócrata Barack Obama, cuando Biden era su vicepresidente.
Una de las últimas veces que Al Zawahiri apareció en un video antes de su fallecimiento fue en una grabación difundida por Al Qaeda con motivo del vigésimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU. En ese video, titulado “Jerusalén nunca será judaizado”, se veía a Al Zawahiri vestido con una túnica y una larga barba blanca hablando durante más de una hora sobre una amplia diversidad de temas, en especial de la causa palestina.
Un médico en buen estado de salud
Con este video el grupo islamista había aplacado los rumores sobre el mal estado de salud de su líder e incluso de su muerte.
Tras la muerte del saudí Bin Laden, fundador de Al Qaeda, Al Zawahiri tomó el mando de la organización, que se vio reducida a una red con muchas ramas pero sin un liderazgo central, debilitada por las sucesivas pérdidas de sus comandantes y, se decía, por su supuesta mala salud.
Al Zawahiri nació en 1951 en el seno de una familia de clase media en Guiza, El Cairo, la capital de Egipto. Desde su adolescencia, su nombre estuvo asociado a la militancia islamista. Con 15 años fue detenido acusado de pertenecer a los entonces proscritos Hermanos Musulmanes, y más tarde se unió al grupo armado Jihad (Guerra Santa), nacido en Egipto a finales de los años 60.
La primera acción violenta que se le imputa es haber participado en 1981 en el asesinato del presidente egipcio Anwar el Sadat (1970-1981) durante un desfile militar en El Cairo. Por su presunta colaboración con este hecho pasó tres años en la cárcel.
Tras ser liberado, comenzó un periplo que lo llevó a Arabia Saudita, centro de difusión del islam sunita más rigorista, purista e intransigente. De ahi, viajó a Pakistán. Se estableció en Pesháwar, donde prestó ayuda a los combatientes que luchaban en Afganistán y se unió al fundador de Al Qaeda, el millonario saudita Osama bin Laden.
Encuentros de hombres notables
El primer encuentro de Al Zawahiri con Bin Laden, de quien durante años sería el más próximo colaborador, ocurrió en 1985. Fue precisamente en la localidad paquistaní de Pesháwar, donde habían coincidido para organizar el traslado de 20 mil combatientes voluntarios árabes contra la ocupación soviética de Afganistán.
De esa época data la fundación de Al Qaeda, creada para combatir el régimen comunista prosoviético que gobernaba entonces en Kabul. Al Qaeda, en árabe 'la Base', fue el origen del “Frente Islámico Mundial” encaminado a luchar contra los “cruzados” (los cristianos occidentales en general) y los “judíos”. La carta fundacional del este frente islamista global fue firmada en 1998 conjuntamente por Bin Laden y Zawahiri.
A comienzos de la década de 1990, Al Zawahiri siguió a Bin Laden a Sudán cuando este se estableció en la capital, Jartum, tras ser expulsado de Arabia Saudita. A mediados del ese decenio fue cuando Al Zawahiri viajó, muy posiblemente, a Gran Bretaña y EEUU, utilizando siempre pasaportes con otros nombres y en busca de donaciones para sus agrupaciones y su causa.
En 1995 reapareció junto a Bin Laden en un video. Los dos líderes amenazaban con represalias contra EEUU por la detención del jeque egipcio Omar Abdel Rahman, en conexión con el atentado de 1993 contra el World Trade Center de Nueva York.
Dos años después, el Departamento de Estado le adjudicó el liderazgo de Las Vanguardias de la Conquista. Esta escisión de la Jihad egipcia había sido vinculada en un principio en 1997 con el asesinato de 59 turistas en Luxor (Egipto).
La religión de un médico
En el mismo 1997, en ocasión de una acción violenta, murió Abdulah Azzam. Era el mentor religioso de Bin Laden. Fue entonces cuando Al Zawahiri se convirtió en el ideólogo de Al Qaeda y se trasladó a los campamentos de adiestramiento de la agrupación en Afganistán.
Un año después, en 1998, sería uno de los firmantes de una fatwa de Bin Laden de contenido también político y de alcance internacional. Por este veredicto, declaraban que era deber religioso para los musulmanes atacar los intereses de EEUU en todo el mundo.
Junto a Bin Laden y a otros catorce miembros de la red Al Qaeda, Al Zawahiri fue inculpado por EEUU en 1999 de dos ataques del año anterior en África oriental. Con explosivos, habían sido derribados los edificios de las embajadas estadounidenses en las capitales de Tanzania y Kenia, dos ex colonias británicas y naciones anglófonas en África oriental. Las explosiones y derrumbres ocasionaron unas 240 muertes.
También en 1999, Al Zawahiri y su hermano Mohamed fueron condenados a muerte en rebeldía en Egipto, su país natal. El macrojuicio contra jihadistas donde fueron sentenciados a morir era denominado “el caso de los que volvieron de Albania”. Varios acusados de planear atentados en Egipto fueron entregados por el gobierno de Tirana. La balcánica Albania es la única nación europea con mayoría de población musulmana. Un acusado declaró en el proceso cairota que el grupo recibía instrucciones del emir Al Zawahiri, que se hallaba en Afganistán junto a Bin Laden.
De Enemigo Público n° 2 en actividad a Enemigo Público n°1 en retiro activo
Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 conta las Torres Gemelas y el Pentágono, la Interpol ordenó la busca y captura de Al Zawahiri, bajo la acusación de acciones terroristas en Egipto y de ser “una de las cabezas de Al Qaeda”. El FBI lo puso en su lista de más buscados, debajo de Bin Laden, con una recompensa de 25 millones de dólares por información que llevara a su arresto.
Desde entonces, el médico e ideólogo egipcio había vivido escondido. Presumiblemente, en refugios entre Afganistán y Pakistán. Con decreciente regularidad, se distribuían pruebas de vida, certificados de supervivencia. En grabaciones y declaraciones difundidas por páginas islamistas se veía y oía al sexagenario comentando la actualidad y recordando su permanente compromiso en la lucha contra los que considerba enemigos del islam.
A la largo de su década de liderazgo, Al Zawahiri pudo ver cómo Al Qaeda se ha ido alejando cada vez más de sus objetivos. A la vez que se veía eclipsada, en su prestigio y en el terreno, por un gran rival, el Estado Islámico (EI), en el que confluyó de una escisión de su organización.
AGB con información de agencias y medios
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