JxC cerró listas mixtas a la fuerza: el G-6 de Larreta, los cobros de Carrió y Manes, y la lapicera radical de Bullrich
Un scrum de seis era el que definía este sábado a la tarde la letra chica de las listas en todo el país de Horacio Rodríguez Larreta. El presidenciable del PRO encabezaba una mesa con su compañero de fórmula, el radical Gerardo Morales; su binomio para la gobernación de Buenos Aires, Diego Santilli y Gustavo Posse; y sus dos socios principales en la Capital Federal, el precandidato a jefe de Gobierno, Martín Lousteau, y el referente de la UCR porteña, el diputado Emiliano Yacobitti. Un G-6 que es postal del pacto indisoluble del alcalde con una facción importante del radicalismo.
Al filo de la inscripción de listas, aún había cabos sueltos en el armado de algunos distritos; fundamentalmente en Buenos Aires y sus 135 municipios bonaerenses, la madre de todas las batallas. El mismo panorama sufría Patricia Bullrich: habrá PASO entre los dos precandidatos amarillos en todas las categorías y en casi todos los puntos del mapa. Por eso el frenesí antes del cierre en cada búnker por asegurarse hasta la más mínima ficha propia. “El laburo de hoy es mucho quilombo”, sintetizó un operador todoterreno de la escudería larretista.
Larreta se vistió de halcón para armar su estructura. Le entregó al tándem radical Morales-Posse la vicepresidencia y la vicegobernación bonaerense, pero buscó con los otros socios de Juntos por el Cambio (JxC) llenar espacios importantes. Luego de confirmar días atrás al peronista Miguel Pichetto como cabeza de lista para diputados por PBA, finalmente le cedió al libertario José Luis Espert la nómina principal para el Senado. Lo secundará la “pañuelo celeste” Cynthia Hotton.
Completó así el hueco para la Cámara alta que le había dejado Facundo Manes, que si bien rechazó en nombre propio un acuerdo, se bajó de la carrera presidencial y negociaba ubicar a leales suyos en las listas larretistas. Según supo elDiariAR, para el neurólogo se reservaba una banca legislativa nacional y otra bonaerense. Incluso se lo tentó a él para que sea la oferta al ParlaSur por la provincia. “Por lo menos para que su nombre aparezca en la boleta”, argumentó un armador.
Manes terminó saltando de vereda en JxC cuando su socio en 2021, Maximiliano Abad, presidente de la UCR bonaerense, confirmó su fichaje con Bullrich como su precandidato al Senado nacional por la provincia. “Lo tiró por la ventana”, metaforeó un vocero radical sobre la suerte del médico. Manes soltó toda su desazón por Twitter. “Vivimos épocas demasiado difíciles para que la política siga discutiendo sobre sí misma y fragmentándose”, escribió en un hilo de micromensajes. En su entorno le habían asegurado a este medio que su apuesta era a ser un “líder inspirador”. La Argentina, hoy, parece necesitar otro perfil.
El cierre en CABA
Larreta también cerró este mismo sábado el capítulo porteño: cedió a Elisa Carrió el primer lugar de la nómina para diputados nacionales. La líder de la Coalición Cívica puso allí al presidente de su partido, Maximiliano Ferraro, que buscará renovar su banca. Larreta quería premiar con ese lugar a Soledad Acuña, su ministra de Educación que supo estar en carrera por su sucesión. Finalmente irá para el ParlaSur por el distrito porteño.
Las negociaciones entre el alcalde y Carrió no fueron del todo simpáticas. “Tensionó al máximo. Pidió sí o sí encabezar la lista, si no rompía”, recogió elDiarioAR en Uspallata. Tras el acuerdo, la líder de la CC capituló a la presidencia: su destino será el ParlaSur por el distrito bonaerense en la lista de Larreta.
Igualmente, en la Ciudad la ex diputada jugará del lado de Jorge Macri, precandidato del PRO. La lista porteña del primo de Mauricio Macri la encabezará el politólogo Franco Rinaldi, seguido por la larretista Gimena Villafruela y el “lilito” Facundo Del Gaiso.
En contraposición, hubo un pacto entre Lousteau y Graciela Ocaña, tal como anticipó elDiarioAR. La referente de Confianza Pública irá como la primera precandidata para la Legislatura en la boleta del economista. Detrás de ese acuerdo está la mano invisible de Larreta: le dio a “la Hormiguita” también lugares en la lista nacional. “Hay una lógica larretista jugando con Lousteau. Horacio entregó la Ciudad”, admitió una fuente al tanto de las negociaciones. De hecho, la segunda de Ferraro será Mariela Coletta, presidenta de la UCR porteña. Recién el tercero es un PRO: Álvaro González, actual legislador amarillo.
La pelea Larreta-Bullrich con la UCR bonaerense
La mayor fricción del sábado estaba en el cierre del lado provincial de la avenida General Paz entre la UCR y el PRO, luego de las confirmaciones de las fórmulas provinciales cruzadas. Temprano, a la novedad de Posse como vice de Santilli se conoció el segundo de Néstor Grindetti: el intendente de Trenque Lauquen, el radical Miguel Fernández, un nombre que puso Abad.
“Los radicales siempre están peleando por los cargos legislativos”, marcó un conocedor de la interna. Santilli apostó a Posse y a las acciones bonaerenses de Lousteau para contrarrestar el capital político de Abad: una veintena de intendentes del interior provincial. Según allegados al titular de la UCR provincial, el número de jefes comunales propios ascendía a 26, de un total de 32. En la vereda de enfrente reducían las acciones a unos 22. “Posse garantiza fiscalización y plata, pero tampoco es Louis Vuitton”, ironizó un diputado radical que conoce los pasillos del partido centenario.
La disputa central entre Larreta y Bullrich con la UCR era por si había primarias a nivel municipal o si quedaría el formato de “V” en aquellos distritos gobernados por JxC. Al caer la tarde, solo se confirmaba unidad en dos municipios, justamente amarillos: Mar del Plata, con Guillermo Montenegro, y Vicente López, con Soledad Martínez, que reemplazó a Macri. También había negociaciones a contrarreloj por los lugares para la Legislatura provincial, sobre todo por los lugares de las secciones Primera y Tercera, es decir el conurbano. Todo se encaminaba a PASO seguras: “Hasta que no sean las doce no vamos a apretar Enter y cargar los nombres”, comentó una voz desde uno de los cierres.
Durante la tarde varios intendentes radicales levantaron el teléfono para llamar al búnker de Santilli-Larreta, como Osvaldo Dinápoli, de General Belgrano, o Javier Olaeta, de Arrecifes. El puntapié en esa “rebelión” la había marcado el viernes el jefe comunal de Tandil, Miguel Ángel Lunghi, vendido en el larretismo como “el más importante del radicalismo bonaerense del interior”, ya que su distrito es el más populoso de los que controla la UCR: tiene 112.000 electores. Según recogió elDiarioAR Bullrich lo había “echado” de su armado por su perfil de “barón”: está en el cargo desde 2003.
“En la balanza es más fuerte la UCR nuestra que la de Patricia”, se confió un larretista, sobre el acuerdo macro que selló la ex ministra con el disidente grupo Malbec, donde tributan Alfredo Cornejo y Ernesto Sanz, y del cual salió su vice, Luis Petri. “¿Hace cuánto que el radicalismo no ponía un candidato a senador nacional en PBA?”, retrucó un ladero de Abad para defender su armado y lo que sumó al espacio bullrichista. El último senador por el distrito fue Raúl Alfonsín, que ocupó la banca entre el 10 de diciembre de 2001 y el 3 de julio de 2002.
La tensión del cierre era tal que, por ejemplo, el bullrichismo bonaerense tenía tres sedes en La Plata: el comité radical, el local del PRO-JxC y un espacio de eventos privados. “Para no cagarnos a trompadas entre nosotros”, bromeó una fuente curtida en los cierres de listas, que agregó: “Este quilombo es lógico por las ganas de estar en un espacio ganador”.
MC
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