Con sombrero de ministro y candidato, Massa dijo en La Rural que su devaluación parcial se trata de “medidas transitorias”

Con un sombrero de ministro y otro de candidato. Sergio Massa se presentó en La Rural de Palermo y trató de salir airoso ante un auditorio muy crítico a sus recientes medidas para el sector agropecuario. “Tienen que ver con la realidad del momento”, se excusó el titular de Economía y postulante de Unión por la Patria, apenas subió al escenario para cerrar la jornada que reunió a los principales precandidatos presidenciales. 

“Hay medidas transitorias que pueden ser más o menos agradables, más o menos cuestionables, pero no se pueden mirar sin tener en cuenta la coyuntura. Son imposiciones de la sequía y el programa con el Fondo”, abundó Massa en su media hora de exposición. Le tocó hablar después de Javier Milei, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Juan Schiaretti.

El anfitrión de la ExpoRural 2023 y presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, le había marcado la cancha en el comienzo del panel de los presidenciables: “Si hay algo que no nos da previsibilidad son las medidas de anoche”, dijo sin vueltas el dirigente agropecuario.

Anoche se conoció que el Gobierno amplió el dólar que percibirá el campo, llevándolo a $ 340, una mejora del 26,2% respecto al dólar mayorista y una devaluación sectorial de 21%. El Palacio de Hacienda espera recolectar US$ 2.000 millones hasta el 31 de agosto para intentar engordar las magras reservas y evitar una corrida cambiaria justo antes de las elecciones generales.

En un tono muy mesurado con las palabras, Massa buscó endulzar los oídos de un auditorio que en varias oportunidades le devolvió aplausos, aunque no más que a Bullrich, que ganó el aplausómetro del día. “El sector del agro es una de las grandes turbinas”, planteó el tigrense. 

Para quitarse cierto mote ideológico por ser el candidato del kirchnerismo, aseguró: “Nunca tuvieron conmigo la dificultad de un enfrentamiento dogmático o por prejuicio, porque tengo sentido práctico”. Y ofreció una de sus pocas promesas de campaña: “Voy a trabajar como presidente para que ocupemos cada vez más lugar en el mercado del mundo”. Además pidió que el Congreso sancione la llamada ley de Agroindustria, que lleva meses de demora por el bloqueo parlamentario que existe con la paridad de fuerzas entre el oficialismo y la oposición.

En medio de la veda para hacer anuncios de gestión, causó polémica cuando adelantó que desde el 1 de septiembre ninguna economía regional tendrá retenciones. “Escuché que a lo largo de esta mañana se habló de las retenciones a las economías regionales. No son 200 como dijeron. Hasta el 30 de agosto quedan solo seis y después ninguna”, planteó en clara respuesta a Larreta. En su equipo evitaron dar precisiones, argumentando justamente la imposibilidad legal de anunciar medidas oficiales a menos de un mes de las elecciones. 

Massa esquivó elípticamente definirse sobre las retenciones a los granos como la soja, una de las preocupaciones más recurrentes del campo, que sí fueron un latiguillo de los demás precandidatos. “Sin correlato con las cuentas macro, son pan para hoy, hambre para mañana”, cuestionó.

Prefirió referirse a la carga impositiva del sector: “El desafío es cómo al motor principal de la economía, que es el agro, lo acompañamos con otros sectores que aliviana la carga que representa. Sin prejuicios, sin dogmas; entendiendo que el crecimiento del sector depende de que otros sectores puedan compartir el esfuerzo”, planteó al hablar de la energía, la minería y la economía del conocimiento.

Admitió que llevaba puesto “el doble sombrero de ministro y candidato” y pareció tomar distancia del kirchnerismo cuando dijo que “no se puede vivir abrazado eternamente a peleas del pasado”. Entonces pidió: “No hay que tener ni miedo ni vergüenza en ponerse de acuerdo”.

MC/MG