La Federación de Médicos rechazó el DNU por perjudicar la salud pública
La Federación Sindical de Profesionales de la Salud (FEPROSA) rechazó hoy el decreto de necesidad y urgencia (DNU) para la desregulación económica del Gobierno nacional por considerar que beneficia a la medicina prepaga en detrimento de la salud pública. Según indicó la titular de la entidad, María Boriotti, esto perjudica a los argentinos dado que “el 90% no se atiende en una prepaga y más de 20 millones tiene Cobertura Pública Exclusiva (CPE) en los 1.700 hospitales y 6 mil unidades sanitarias”.
El 80% de la financiación del sistema público está a cargo de las provincias y los municipios ─65% y 15% respectivamente─ mientras que el 20% restante corresponde al Gobierno nacional. De este modo, la retracción del volumen de recursos coparticipables sumado al congelamiento de las transferencias nacionales en niveles de 2023 ─lo que representa una devaluación del 140% para el presupuesto─ impactará directamente en el sistema público.
En este sentido, la también jefa del Sindicato de Profesionales Universitarios de la Sanidad de Santa Fe (SIPRUS) destacó que, pese a los problemas de financiamiento, la productividad del sistema de salud público creció en los últimos años. “El 70% de los usuarios del sistema público es pobre y no solo tiene CPE sino que muchos no tienen cobertura de seguridad social. Este sistema público estatal está creciendo en productividad a pesar de su crónica crisis de financiamiento. En 2013 se realizaron 110 millones de consultas ambulatorias y, en 2019, 150 millones”, señaló Boriotti.
Sin embargo, según evaluó, el continuo recorte de fondos para este sistema podría afectar los programas de vacunación, salud reproductiva, SIDA tuberculosis, tratamientos oncológicos, entre otros. “El descreme programado de la cartera de las obras sociales y la caída del salario real impactará de lleno en el nivel de prestacional de la seguridad social, lo que significará que la rueda de auxilio ─siempre fue el sector público─ deberá funcionar el doble y sin recursos”, explicó.
La dirigente reclamó que, en este contexto, las prepagas sólo absorberán a los usuarios de salarios más altos y “deglutirán a las prepagas pequeñas” de modo que se concentrará aún más la prestación del servicio de salud. “El complejo médico industrial financiador y prestador será el gran ganador y los usuarios del sector público ─trabajadores en blanco de ingresos medios y bajos y los jubilados─ serán los perdedores”, puntualizó. También se verán perjudicados medio millón de trabajadores de la salud pública.
ACM con información de agencias.
0