Un grupo de empresarios ligados al radicalismo entra al consorcio que construye las represas de Santa Cruz
Un consorcio integrado por el industrial Martin Rappallini y los hermanos Patricio y Alejandro O’Reilly está a punto de quedarse con Hidrocuyo, una empresa que tiene el 10% de la UTE encargada de la construcción de las represas Cóndor Cliff y La Barrancosa, en la provincia de Santa Cruz. Identificados con el radicalismo y con Juntos por el Cambio, Rappallini y los hermanos O’Reilly están en negociaciones más que avanzadas para comprar la compañía que tiene el 10% de una obra considerada estratégica por Cristina Fernández de Kirchner. Fuentes del mercado energético aseguran que la operación ya está hecha y fue informada hace dos semanas a Integración Energética Argentina S.A (IEASA), la ex Enarsa que desde el Estado está a cargo de la obra. De acuerdo a esa información, sus nuevos dueños ya tomaron posesión, avanzaron con las inscripciones y ordenaron el cambio de directorio. Consultado por elDiarioAR, Rappallini admitió que está en negociaciones para adquirir la firma a partir de Alberdi Energía, una de las compañías que integran el holding pero afirmó que no hay todavía “nada oficial”. Patricio O’Reilly, en cambio, prefirió refugiarse en el silencio.
Con su ingreso en Hidrocuyo, el grupo empresario se convierte en parte de la UTE Represas Patagonia y socio del gigante chino Gezhouba, que tiene el 70% de las acciones desde 2019. El otro miembro de la unidad transitoria de empresas es Electroingeniería, la compañía de Gerardo Ferreyra y Osvaldo Acosta, que conserva todavía en su poder el 20% restante del paquete accionario.
La construcción de las represas de Santa Cruz es el proyecto de infraestructura más grande que se lleva adelante hoy en Argentina y cuenta para el gobierno con un componente estratégico debido a la relación con China, que tiene comprometido un financiamiento de 4.100 millones de dólares. Sin embargo, lleva un largo período de concesión en el que se avanzó mucho menos de lo que se preveía. En agosto de 2013, durante un acto encabezado en Río Gallegos, la actual vicepresidenta adjudicó la obra a Gezhouba, Electroingeniería e Hidrocuyo, después de que el consorcio binacional ganara la licitación. De entrada, el inicio de la obra se demoró por dificultades para terminar de cerrar el financiamiento y con la derrota del Frente para la Victoria en 2015, quedó paralizada por completo por la gestión de Juan José Aranguren. Macri ordenó recuperar los antiguos nombres de las represas y borrar los que había puesto CFK: la represa Néstor Kirchner volvió a llamarse Cóndor Cliff y la Jorge Cepernic, La Barrancosa. Entre otras modificaciones que terminaron en nada, el ministro de Energía de Macri pretendía reducir la potencia instalada de las represas e incorporar línea de transporte en alta tensión desde Santa Cruz hasta Buenos Aires.
Sin embargo, el ingreso del grupo de empresarios radicales coincide con el nuevo envión que pretende darle el gobierno a la obra en el año electoral. Rappallini nombró a uno de sus familiares, el presidente del Grupo Alberdi, Enrique Gatti Rappallini, a cargo del proyecto. Según pudo saber elDiarioAR, Gatti Rappallini ya se reunió con las autoridades de la estatal IEASA y se apuró a tender lazos con China. Tuvo un encuentro con quien hasta hace 10 días fue titular de IEASA, Andrés Cirigliano, y tomó contacto con su flamante reemplazante, Agustín Jerez, un joven abogado nacido en Río Gallegos que ya formaba parte de la empresa.
Rappallini es un industrial de la localidad de Maipú que se desempeña como CEO de Cerámicas Alberdi y, en los últimos años, viene ocupando lugares destacados entre la dirigencia empresarial. Dueño de una firma que exporta a más de 30 países, este abogado radical es líder en el mercado de pisos y revestimientos y tiene plantas industriales en Buenos Aires, Salta y Santa Fe. En 2012, fundó la denominada Red de Parques Industriales Argentinos, en 2018, fue electo presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires y en junio de 2019 la UIA nacional lo designó como protesorero. Entre los industriales, le atribuyen una relación estrecha con la comandancia del PRO y, en Comodoro Py, María Romilda Servini de Cubría lo incluyó en 2020 en el pedido de entrecruzar los llamados de Mauricio Macri con una lista de empresarios ligados a su gobierno en el marco de la causa en la que se investiga si hubo maniobras ilegales contra el Grupo Indalo. Según la denuncia de Cristóbal López y Fabián De Sousa, a mediados de 2016, Rappallini y el Grupo Alberdi intentaron quedarse con la empresa AEC S.A, que tenía la concesión de la autopista Ricchieri, gracias al impulso del entonces Director Nacional de Vialidad Javier Iguacel.
Los hermanos O’Reilly pertenecen a una familia ligada al radicalismo desde siempre y son hijos de Rodolfo “Michingo” O’Reilly, el exentrenador de Los Pumas que fue subsecretario de Deportes de Raúl Alfonsín y falleció en 2018. Patricio O’ Reilly se inició como gerente en Radio Rivadavia y se anotó en ese tiempo una denuncia en la Oficina Anticorrupción por malversación de fondos públicos. Más tarde, fundó con su hermano Alejandro la empresa AM Publicidad, beneficiada por Macri con adjudicaciones directas durante su gestión como jefe de gobierno porteño y denunciada también por irregularidades en Chubut en el tiempo de Mario Das Neves como gobernador. Desde que el radical Luis Cetrá era el dueño de Radio Rivadavia, los O'Reilly funcionan como un engranaje que une a la política con los negocios.
Pese a que tendrán el 10% de las acciones del consorcio dominado por los chinos de Gezhouba, el ingreso de los empresarios radicales a Hidrocuyo sugiere que la polarización no domina el rubro de los negocios y puede además traer implicancias no menores. Electroingeniería viene atravesando dificultades económicas desde hace varios años y durante el gobierno de Macri tuvo que vender una parte de su paquete accionario. Ferreyra fue detenido durante un año y medio con prisión preventiva por el juez federal Claudio Bonadio y el macrismo buscó desplazarlo por todos los medios del consorcio encargado de las represas. Hace poco más de un año, Cristina viajó con la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, y el dueño de Electroingeniería al lugar de las obras. Pero en 2020 la pandemia y la escasez impidieron avances importantes. Según afirman en el mercado energético, Rappallini y sobre todo los O’Reilly buscarán pararse como interlocutores válidos tanto ante el gobierno como ante China. Cuentan para eso con un contacto influyente y experimentado, Enrique “Coti” Nosiglia, el ex ministro del Interior de Raúl Alfonsín que conoce a la familia O’Reilly desde hace cuarenta años.
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