Larreta se debate: jugar un pleno en la Corte o reducir daños en una negociación con la Rosada

El alcalde porteño se debate entre dos vías: la de insistir en su queja ante los supremos, con resultado y tiempos completamente inciertos (los jueces ni siquiera evaluarán sus planteos hasta febrero) o el camino de sentarse a negociar con la Rosada, asumiendo que la quita de recursos por la coparticipación es un hecho irreversible. Jugarse un pleno de la mano del presidente de la Corte Carlos Rosenkrantz o resignarse a la reducción política de daños. 

Si bien las dos opciones no son del todo excluyentes, a la larga tienden a anularse entre sí. Incluso el Gobierno nacional le exige a Horacio Rodríguez Larreta que retire las dos demandas que presentó ante la Corte. 

En la ley que profundizó la quita de fondos que previamente ya establecía el decreto presidencial, se fijó un plazo para llegar a un acuerdo entre gobiernos. El lapso era de 60 días, para afinar el monto y la forma de actualizar los recursos que la ciudad recibirá por el traspaso de la Policía Federal. La ley fue aprobada el 10 de diciembre y se promulgó el 28. Ese mismo día, el larretismo tocó por segunda vez la puerta de los supremos. La Capital presentó ante la Corte un nuevo pedido de inconstitucionalidad por la modificación de la coparticipación.

Este miércoles 30, por la tarde, la Rosada respondió: los ministros del Interior, Wado de Pedro, y de Economía, Martín Guzmán, invitaron formalmente al alcalde para definir “de manera consensuada el gasto anual que demanda la transferencia efectiva en favor de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Lo hicieron vía carta. Al principio la cita era para el lunes 4 de enero. Pero después la pasaron para el jueves 7, para darle más aire y tiempo de decisión al alcalde.

Cerca de Rodríguez Larreta aseguran que todavía no definieron si asistirán. Y revelan que recién el sábado próximo lo resolverán. En la Rosada, en cambio, ya dan por hecha la presencia del dirigente opositor. Ayer, Wado de Pedro llamó por teléfono al alcalde. Y después se cruzaron brevemente en la quinta de Olivos. Larreta había ido a reunirse con Alberto Fernández y Axel Kicillof para analizar la escalada de contagios por Covid-19 en el AMBA. Wado había llegado para participar de brindis del presidente con los diputados del oficialismo. 

El alcalde calcula que el recorte supera los $65.000 millones, más del 10% del presupuesto porteño para 2021, una cifra que el oficialismo nacional pone en duda, porque la Nación afirma que seguirá financiando el gasto extra que significó el traspaso de jurisdicción policial. 

El jefe de Gobierno porteño espera que los jueces de la Corte, con Rosenkrantz a la cabeza, concreten una acción declarativa de inconstitucionalidad. El alcalde se ilusiona con aprovechar el clima de guerra fría que existe entre el albertismo y los supremos. Pero, hasta febrero, los jueces no revisarán el planteo hecho por CABA.

La nueva queja larretista es parecida a la que ya había presentado el oficialismo porteño, a raíz de la quita a la coparticipación establecida por un decreto presidencial. La ley promulgada le resta unos $13.000 millones más, y devuelve la transferencia de fondos a los tiempos previos a la presidencia de Macri. A principios de 2016, el expresidente amarillo le había concedido generosamente y por decreto una suba porcentual de 1,4 al 3,7 en el reparto de recursos nacionales.

La ley aprobada el 10 de diciembre, en realidad, no establece una suma fija de quita. Crea una comisión ad hoc para estudiar la cifra exacta y la pone bajo análisis del Consejo Federal de Inversiones (CFI). ¿Qué es el CFI? La reunión de los todos los ministros de Economía provinciales. En concreto, un ámbito hostil para el larretismo. Porque 19 de las 24 administraciones firmaron la solicitada junto a la Casa Rosada en la que aprobaban el recorte de la coparticipación de la Ciudad. Ese artículo fue propuesto por los cuatro diputados cordobeses que responden a la conducción del gobernador Juan Schiaretti. En la reciente cumbre del CFI, en el que se trató el asunto de la quita de coparticipación a la Ciudad, el representante porteño quedó en previsible minoría. La Capital fue la única administración que rechazó la intervención del CFI: perdió 22 a 1.

En el gobierno nacional aseguran que la presencia porteña en esa mesa ya es una forma de avalar la negociación. Y esperan a que Rodríguez Larreta termine por habilitar la legitimidad de la mesa política, al apersonarse el jueves próximo en la Casa Rosada. 

AF