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Segmentación de tarifas
Luz: en los sectores altos, la suba rondará el 200%, será escalonada y la aplicación plena llegará en diciembre

Alberto Fernández con Martín Guzmán en Casa Rosada

Pablo Ibáñez

19 de junio de 2022 00:02 h

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La segmentación de tarifas se verá reflejada, por primera vez, en las facturas de luz del mes de agosto. Será con un monto que figurará en las boletas de servicios de los sectores “altos” -aquellos que tienen ingresos familiares superiores a 330 mil pesos por mes o, por caso, más de dos propiedades- y en las de aquellos usuarios de ingresos medios que para inicios de julio no se hayan inscripto en el registro oficial para solicitar que se les mantenga el subsidio.

El primer aumento será, en promedio, de unos 1000 pesos, y debe tomarse como el punto inicial de una suba progresiva y escalonada que seguirá con incrementos, también estimados, de 1500 pesos en las facturas de octubre y otro de 1500 en las que llegarán en diciembre. La hoja de ruta puede tener algún retoque o variación pero ese es, según reconstruyó elDiarioAR el esquema que diseñó el Ministerio de Economía que encabeza Martín Guzmán.

La suba final para aquellos que deban pagar tarifa plena, sin subsidio, será del orden del 200% pero recién se aplicará en totalidad para fin de año. Según los datos de un informe que hizo el gobierno con datos de la Secretaría de Energía, la factura promedio es de 2000 pesos y llegará, sin subsidios, a 6000 pesos. La estimación es que el aumento estándar será del orden del 300%.

Según explicó, el jueves, la portavoz Gabriela Cerruti, el aumento afectará al 10% de los usuarios. Sobre el 90% restante hay una gran zona gris. Hay un universo, “de ingresos bajos” que están alcanzados por la tarifa social y figuran en padrones oficiales por ser beneficiarios de planes, jubilaciones o pensiones de distinto tipo, de discapacidad o como ex veteranos de Malvinas.

En cuanto al incremento en las tarifas del gas, las fuentes indicaron que también será aplicado de manera escalonada hasta llegar a la plena en diciembre y habrá un registro para acceder al beneficio del subsidio.

Registros

La clave del proceso pasará por el Registro de Acceso al Subsidio de Energía (RASE), donde los usuarios deberán anotarse para pedir que se les mantenga el subsidio. Los que no lo hagan, empezarán a recibir en las facturas los aumentos promedio y escalonados de 1000 y 1500 pesos. La progresividad en la suba es, según explicó una fuente oficial, para evitar que haya “tarifazos masivos en sectores bajos y vulnerables”.

“Para evitar que a una jubilada o a un trabajador que cobra 80 mil pesos por mes le caiga un aumento de 4000 pesos en la tarifa, se armó la escala progresiva”, dicen en el Gobierno para explicar porqué la transición hasta la tarifa plena llegará casi medio año. “Va a haber una campaña muy fuente de información para que nadie que debe recibir el subsidio se quede sin el subsidio”, afirman las fuentes oficiales.

Todos los usuarios que según los parámetros de Segmentación de Tarifas que fijó Alberto Fernández por DNU estén en condiciones de seguir recibiendo el subsidio, deberán inscribirse en RASE. Los que no lo hagan, tarde o temprano, pasarán a pagar la tarifa plena. Para evitar un shock, los beneficiarios de programas como la AUH o Potenciar, serán incluidos temporalmente en la “tarifa protegida” para que nos les llegue un aumento en agosto pero deberán anotarse en el registro. A su vez, a través de ANSeS, se desplegará un programa de información para que los jubilados y pensionados se inscriban en el registro.

El informe oficial sobre cómo funcionará el procedimiento especifica eso. “Es fundamental que todos los usuarios y usuarias de servicio energético se inscriban en el RASE. El Estado garantizará la asistencia a todos aquellos hogares que así lo soliciten; el acceso será sencillo, ágil y efectivo de manera virtual -que funcionará en el sitio argentina.gob.ar- y complementariamente de manera presencial en las distribuidoras y el ANSES se brindará asistencia personal a todas aquellas personas que no cuentan con los recursos tecnológicos necesarios”.

Y advierte que “todos aquellos usuarios y usuarias que no se inscriban no podrán ser categorizados debido a la inconsistencia de los datos con los que cuentan las distribuidoras por titulares fallecidos o usuarios que no figuran como titulares de los servicios y serán incorporadas en el segmento de tarifa plena”.

Por eso, en coordinación con las provincias y los municipios se preparan campañas territoriales para explicar el esquema y colaborar para que “ningún usuario que deba recibir el subsidio deje de recibirlo”, se indica desde el FdT.

Implementación

Esta semana, Martín Guzmán se pondrá al frente del proceso de segmentación. El ministro será el encargado de explicar las razones de esa medida, cómo se aplicará y cómo será el procedimiento para lograr que sea equitativo: que se le quite a los que no lo necesitan, y se le mantenga a los que sí.

En Casa Rosada y en Economía admiten que la aplicación puede ser compleja. Y que si avanza con errores puede convertirse en una crisis para un gobierno que tiene varios frentes abiertos. Hay, en total, unos 16 millones de usuarios de servicios públicos. Eso da una pista del volumen de la administración del tema subsidios a la energía. “Tenemos que hacerlo bien porque si se genera un problema, corremos riesgo de tener que dar todo marcha atrás”, apunta una fuente que se involucró en detalle en el diseño de la segmentación.

Se combinan, ahí, otros factores. Uno de ellos tiene que ver con la gestión política de la medida. “Eso se tiene que convertir en un proceso de difusión y ayuda del FdT en los territorios. Tenemos que tomarlo casi como la campaña que hicimos con la vacunación: salir a buscar, a concientizar, a ayudar”, apuntan en el oficialismo. Dos: como la tarifa plena se aplicará recién en diciembre y al 10% de los usuarios, el “ahorro fiscal” en cuanto a eliminación de subsidios será muy bajo a lo largo del 2022. Ese dato alimenta la postura de los sectores, sobre todo ligados al cristinismo, que creen que hacer la segmentación en ese momento genera más problemas que beneficios. Lo mismo sostenían respecto al modelo del ENRE-Conicet que proponía quitar subsidios según el valor fiscal de las propiedades y que coincidían en que el 10% de los usuarios, en la primera etapa, dejarían de recibir subsidio.

“Este año el ahorro será poco, pero se notará más en el 2023”, explican y hablan de una reducción en los subsidios del orden de los 15 mil millones de pesos. En paralelo, se habla del concepto. “Aunque al principio se trate de un impacto fiscal menor, es una decisión que hay que tomar porque no se puede mantener por siempre el subsidio a sectores con altos ingresos”, explicaron en Economía.

Un tercer componente es la cuestión inflacionaria. Este sábado, en declaraciones al programa Toma y Daca, el titular del Banco Central Miguel Pesce, aseguró que a pesar del incremento tarifario en luz y gas, la inflación seguirá a la baja. La suba progresiva implica, en la práctica, eso: que no haya un shock de aumento en las tarifas residenciales, de modo tal que el impacto sobre la inflación será menor que si aplicará, de un mes para el otro, el aumento del orden del 300% en promedio que implicaría pasar a pagar la tarifa plena.

PI

Se corrigió el porcentaje 300%, por un error de cuenta. El aumento estimado es de 200%

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